Bien es sabido que las intensas lluvias de los últimos meses dejaron en la provincia a muchas familias evacuadas por perder sus hogares. Sin embargo, menos sabido es un daño silencioso que toma a gran parte de los hogares mendocinos y es la humedad que afecta a unas construcciones pensadas para un medio ambiente desértico.
El gran impacto en materia de derrumbes y evacuaciones se dieron con las sorpresivas lluvias de abril. Según describieron desde Defensa Civil, los casos más fuertes durante ese mes se dieron en barrios de bajos recursos en Bajo Luján, Las Heras y Maipú.
“Hubo muchísimas dificultades con las lluvias por ser un fenómeno extraordinario. Muchas casas de bajos recursos vieron caer sus techos y paredes, contingencia social tuvo que asistir a muchas personas”, afirmó su vocera Silvia Grau.
Además del impacto del agua y del viento, otro factor a principio de temporada fue que muchos canales se anegaron y terminaron inundando barrios con una construcción precaria y en terrenos no habilitados. En mayo, mes en que también se superó ampliamente el promedio histórico de lluvias, la situación fue distinta con pocos evacuados pero con algunas casas que no resistieron por la humedad.
Alejandro Verón, director de Contingencia Social de la provincia, afirmó que en una primera etapa trabajarán sobre 300 casas en conjunto con los municipios: “Estamos articulando salir rápidamente para entregar membrana para algunos casos especiales. Han sido tantas que hay que priorizar los casos, en eso cada municipio va priorizando”.
Un problema al que hacen frente es que deben contar con buen tiempo, ya que por ejemplo si la superficie está húmeda la membrana se despega y se vuelve a producir la filtración.
Verón reconoció que uno de los grandes problemas era la humedad. “La forma de construcción de Mendoza no está preparada para tantos días de lluvia. Lo más complicado son las casas de adobe porque son más anchas y la cantidad de humedad que juntan es difícil que se libere. En algunos casos habrá que tirar y armar de nuevo”, describió.
Algunos vecinos consultados por Los Andes dieron a conocer sus problemas por las intensas lluvias. En el caso de Verónica Olivares que vive en calle Viamonte de Luján de Cuyo, se siente la destrucción del pavimento y los enormes baches que deben sortear los vehículos, un tema que se repite a lo largo de la provincia.
Otro tema para ella son las inundaciones del terreno junto al asfalto: “Acá hay problemas de anegamiento. No hay veredas sino que es todo tierra y piedra, se llena de agua los costados de la calle. Se hace un arroyo entre el asfalto y la casa”.
Esto también repercute en usar el transporte público y, según señala, cuando llueve la parada del micro queda inundada y hay que esperarlo a diez metros o enfrente cuidándose de los autos que pasan.
Para María Tambori, de Las Heras, el mayor problema de la humedad es que ha hinchado la puerta principal de su casa, que es de madera y ya no se puede usar.
“Debemos entrar y salir por el portón que es eléctrico, si se corta la luz nos quedamos sin entrada. Ha pasado algunas veces. Antes con mucha fuerza la puerta se podía abrir y cerrar pero se ha vuelto imposible”, describió. La situación se repite en sus vecinos y el sábado observó que uno estaba limando el portón para poder usarlo.
A esto se suma que, como el terreno es salitroso, con toda la humedad se levanta el revoque. Además, los pisos de ladrillo se están desgranando y ya tienen una cubierta verde de hongos. “Adentro se puede limpiar con lavandina pero afuera no podemos hacer nada hasta que no se seque, cosa que nunca ocurre porque está lloviendo mucho. Creo que como mendocinos no estábamos preparados para tanta humedad, no estábamos prevenidos para esto”, reflexionó Tambori.
Uno de los lugares donde más efecto tuvieron las lluvias fue el Bajo Luján. Pablo Berducci contó que como el vivía en un barrio nuevo su casa no tuvo problemas, aunque los asentamientos cercanos al centro sí habían tenido dificultades.
Para este joven el estado de las calles era la mayor preocupación: “Anoche (por el sábado) hubo un accidente en calle Terrada. Están destruidas, es mucho más que un pozo, y chocó un auto por el mal estado”. En la casa de la familia Berducci la humedad se notaba en marcas verdes arriba de una habitación y en parte del baño, aunque con poca profundidad.
Dos amigos de él, Cristian Rivas y Humberto Cameruccio, concordaron en que en sus casas la humedad generaba hongos y en que las paredes se dañaban. Ahora deberán esperar a que se sequen las paredes para colocar algún tipo de impermeabilizante y luego pintar con antihongos.
Escuelas de montaña, sin clases por nevadas
La Dirección General de Escuelas informó que hoy, por recomendación de Defensa Civil, quedarán suspendidas las clases en las escuelas de las zonas de montaña y alta montaña. La decisión se tomó a raíz del temporal de nieve en las últimas horas y se extiende a la medida adoptada el viernes pasado.
Las localidades afectadas son Agua de las Avispas, Potrerillos, Uspallata, Polvaredas, Punta de Vacas, Puente del Inca y todas la del alta montaña. La disposición es para todos los turnos y niveles. Durante la jornada de hoy se evaluará cómo seguirán las condiciones climáticas durante los próximos días y la consecuente medida que se adoptará a partir de mañana.
Por otra parte, en el paso Cristo Redentor sigue cerrado y hay una acumulación de nieve de entre 2 y tres metros en la boca del túnel. Desde Gendarmería Nacional indicaron que la ruta 7 está transitable sólo hasta Uspallata y que prevén que el paso a Chile se habilite entre mañana y pasado.