En el fútbol argentino se puede pasar del amor al odio en instantes. Y si no pregúntele al defensor Julio Buffarini, ex San Lorenzo, que acordó recientemente su llegada a Boca Juniors y los hinchas del Ciclón no se lo perdonaron.
Es que un mural dedicado al buen jugador cordobés que se encuentra en la esquina de calles Zelarrayán y Viel, en el barrio de Parque Chacabuco, apareció con pintadas y un fuerte agravio: "Traidor, puto".
Buffarini cumplió con creces su trabajo en San Lorenzo al obtener la permanencia en Primera (2012), Torneo Inicial (2013) y la Copa Libertadores de América (2014). Fue pilar de esos planteles y se metió de lleno en el corazón de los hinchas. Pero, al parecer, hasta aquí llegó el encanto.
"Los hinchas de San Lorenzo pueden estar molestos por mi decisión, pero no estoy salvado económicamente y tengo que pensar en el futuro de mi familia", había asegurado el ex Talleres de Córdoba días atrás.
El próximo 4 de febrero, el azulgrana recibirá al Xeneize por la Superliga. Primera prueba de fuego para "Buffa", que vivirá un momento más que especial.