En territorio neutro. Ni en su Chile natal ni en la brasileña ciudad de Cuiabá, donde la selección Roja derrotó a Australia 3 a 1. Cerca de 100 chilenos vivieron, alentaron, gritaron, se angustiaron y finalmente celebraron con la victoria de su selección en un bar de la calle Arístides Villanueva.
Allí los trasandinos que viven en Mendoza -a quienes se les sumaron además otros tantos que se encontraban ocasionalmente en nuestra provincia- se juntaron para ver en pantalla gigante el debut de su selección, que además fue con triunfo.
La iniciativa surgió a través de la red social Facebook hace algunos días, donde desde el perfil Marea “Roja Mendoza” se convocó a los chilenos en Mendoza para ver el encuentro juntos en el bar “Punto G”.
“Estuvimos averiguando y nos dimos cuenta de que no había ningún punto de encuentro. Preguntamos en el consulado y en un centro de residentes chilenos en Mendoza, pero no hacían nada en especial. Entonces decidimos organizar esto para los hinchas más jóvenes”, contó Andrés Rodríguez, uno de los organizadores de la iniciativa, que se repetirá para los próximos partidos del equipo de Sampaoli (contra España y contra Holanda).
La histórica goleada de Holanda sobre España (5 a 1) en el primer turno había entusiasmado aún más a los chilenos en la previa a su debut.
"Perdió España y eso nos da mucha ilusión. ¡Estamos preparados para alentar a la Roja todo el Mundial!", anticipó Felipe Lorca (24), quien estaba vestido con la camiseta azul de "su" Universidad de Chile.
“Vinimos para ver el partido como si fuésemos locales”, agregó entre risas Francisco Alarcón, quien se encuentra en Mendoza de viaje junto a su familia. “Estamos entusiasmados y con mucha fe, más aún después de la derrota de España. ¡Vamos a pasar en el ‘grupo de la muerte’, eso lo aseguro!”, contó.
Los tempraneros goles de Alexis Sánchez y Jorge Valdivia hicieron delirar a todos los trasandinos, revoleando sus banderas y camisetas al grito de “Chi Chi Chi, Le Le Le”, mientras que el descuento de Tim Cahill los apagó un poco. Con el tiempo cumplido, Beausejour puso el 3 a 1 para la Roja y, con el fin del partido, fue el momento de empezar la fiesta.