El abogado Marcelo Brito asumió hoy oficialmente como defensor de Marcelo Macarrón, el viudo de Nora Dalmasso, imputado la semana pasada del crimen de ésta, cometido en noviembre de 2006, en la ciudad cordobesa de Río Cuarto, mientras que los hijos del matrimonio renunciaron a ser querellantes en la causa.
El letrado, acompañado de su colega Gustavo Liebau, concurrió esta mañana a la Fiscalía a cargo de Daniel Miralles, junto a Macarrón (57) quien será indagado como presunto autor de crimen de su esposa "Norita" (52) el lunes 28 de este mes.
Además de asumir la defensa del viudo, los abogados presentaron un escrito mediante el cual Facundo (28) y Valentina (25), los hijos de Macarrón y Dalmasso, renuncian a ser querellantes en la causa ya que apoyan la inocencia de su padre.
Brito dijo a la prensa que no entiende "qué o cuáles pruebas sustentan la imputación que ha formulado" el fiscal Daniel Miralles y reiteró sus críticas hacia la investigación.
"El fiscal anterior (por Javier Di Santo) no hizo nada y este nuevo (por Miralles) después de no haber visto una sola prueba se enamoró equivocadamente de algo que va a conducirlo a la inocencia de Marcelo Macarrón", opinó el letrado y agregó que "no existe una sola prueba para dudar" de que el viudo "no haya estado en Uruguay" al momento del crimen.
El viernes último, el fiscal Miralles imputó a Macarrón del "homicidio calificado por el vínculo" de su esposa y le fijó una fianza de tres millones de pesos para que permanezca en libertad.
De acuerdo a lo que informaron fuentes judiciales, la imputación se basa en los estudios genéticos practicados en 2008 sobre muestras de semen extraídas del cuerpo de la víctima.
Los resultados arrojaron que el ADN pertenecía al linaje Macarrón, motivo por el cual se imputó en 2007 a Facundo, quien finalmente fue sobreseído en 2012.
El crimen de "Norita" fue descubierto el 26 noviembre de 2006, cuando la víctima fue encontrada estrangulada y semidesnuda en su casa del barrio residencial Villa Golf, en Río Cuarto, unos 225 kilómetros al sur de la ciudad de Córdoba.
A lo largo de la investigación se manejaron varias hipótesis: una apuntó a un crimen durante un juego erótico, otra a un estrangulamiento durante la consumación de una relación sexual y la tercera un homicidio cometido tras un abuso.
Los estudios forenses determinaron que la víctima, previo a su muerte, tuvo relaciones sexuales, aunque nunca se estableció si fueron consentidas o producto de una violación.
Durante la investigación, se sobreseyó a los tres únicos imputados como sospechosos de cometer el crimen, el primero de ellos, Rafael Magnasco, quien se desempeñaba como asesor en el Gobierno de Córdoba.
Luego, en 2007, fue detenido e imputado por "violación seguida de muerte" Gastón Zárate (36), quien había trabajado en la casa de la familia Macarrón y fue conocido como "el perejil" por la falta de pruebas en su contra, que lo llevaron a ser sobreseído en 2012.
Por su parte, Facundo también fue acusado ese mismo año pero en grado de "sospecha leve" por presunto "abuso sexual gravemente ultrajante y homicidio calificado por el vínculo", a partir de un patrón genético encontrado en el lazo que se utilizó para asfixiarla.