Comenzaba abril, y la Patria pedía hombres de valía. Hombres de coraje, hombres dispuestos a todo por Dios y su tierra, hombres que dejaran la vida por su ideal de patria. Hombres, no niños, como algunos quieren hacernos creer, hombres de 18, o hasta 17 años, que derramaran su sangre para defender la tierra de sus padres. Descendientes de próceres, hijos de San Martín, Rosas, Güemes, Belgrano, y de todo aquel que estuviese dispuesto a amar lo que le pertenece. Hombres que realizaron hazañas que harían a todo enemigo admirarse, y respetar la sangre argentina. Hombres, verdaderos gauchos, con ideales que sobrepasan todo dolor, miedo o cobardía. Hombres que marcan el rumbo de un país destinado a la grandeza, a pesar de la incompetencia de los que lo dirigen. Hombres que con 20 años, graban su nombre en el corazón de todo argentino que se haga respetar, de todo argentino que se enorgullezca de su cualidad de serlo, de todo argentino que ame mínimamente a su patria. Esos hombres, esos jóvenes amaron su suelo con su vida.
Es muy fácil escribir sobre ellos, conmocionarse, enorgullecerse, pero muy difícil amar como ellos amaron. Por eso hoy escribo. Ninguno de esos muchachos fue a la guerra sin entender lo que hacían, ninguno fue a la guerra como un niño, todos entendían la gran empresa que estaban emprendiendo. Vencer a los ingleses, a esos piratas que intentaban robar lo que es nuestro. Aquellos hombres no se hicieron héroes en Malvinas. Aquellos hombres vivieron como héroes, y como héroes murieron. Lección que a todo argentino debería emocionar. Lección que a todos nos debería fomentar el amor a la patria todos los días.
Amar la patria hoy es muy difícil. Tarea que pocos se comprometen en llevar a cabo, y que menos logran. Pero debemos hacerlo. Tenemos la obligación. No podemos hacer oídos sordos a nuestras obligaciones, a lo que se nos exige. Tenemos la obligación por el hecho de ser descendientes de próceres que cualquier país se enorgullecería de tener. Tenemos la obligación por el simple hechos de ser argentinos.
Joaquín Marrelli
DNI 42. 266. 212