La Corriente Federal de Trabajadores convocó a una marcha seis días antes de las elecciones PASO, en protesta contra el gobierno de Mauricio Macri, y días después Cristina Kirchner les pidió que la suspendan.
Ayer a la mañana, el mendocino Sergio Palazzo, uno de los principales referentes de la corriente de sindicatos afines al kirchnerismo, señaló que debería discutirse la modalidad de la movilización del 7 de agosto. Pero remarcó, en diálogo con Radio Diez, que están “seguros que hay que movilizarse”.
“Le vamos a pegar una mirada al contexto, la fecha no es un problema. Si hay que pasarlo una semana, se va a hacer. Estamos seguros que tiene que haber un plan de lucha”, remarcó el sindicalista.
Palazzo, Horacio Ghillini y Héctor Amichetti, habían llamado a una “Marcha por el trabajo y la justicia social” para el 7 de agosto en la Iglesia de San Cayetano, pero la ex presidenta difundió por las redes sociales un comunicado en el que relata su encuentro con los gremialistas y el pedido para que “no hagan la movilización”.
Ayer a la mañana, el también secretario general de La Bancaria, un hombre cercano a la ex presidenta, reconoció el pedido de la candidata a senadora por Unidad Ciudadana para que analizaran la posibilidad de “no hacer la marcha ese día”.
“Entendemos que podría haber cierto riesgo en función de la represión que sufrieron otras marchas, alguna infiltración que a veces se producen. Eso es lo que le preocupa a Cristina, pero más allá de eso nosotros seguimos sosteniendo que si la CGT convoca a una marcha antes del proceso electoral, vamos a concurrir”, expresó.
Es que días atrás, se conoció que el triunvirato de la central obrera discute realizar una protesta contra el Gobierno entre la última semana de este mes y la primera de agosto, es decir poco antes de las Primarias, para mostrar el malestar por el desempleo, las suspensiones laborales, la inflación y la falta de acuerdo por el salario mínimo que se dirimió con un decreto.
Sin embargo, el mendocino Palazzo también plasmó sus críticas a la conducción cegetista. “A la CGT le ha faltado vocación y voluntad política para confrontar más firmemente con este gobierno”, señaló.