Tal como lo hicieron en enero, los gremios más combativos transcurren julio preparándose para asambleas y evaluando los números que darán forma al nuevo pedido de aumento de agosto. El 26 de ese mes, ATE y Ampros volverán a sentarse con el Ejecutivo provincial en lo que ellos han llamado la reapertura de paritarias, aunque en el Gobierno discrepan con esta idea. Resulta que en la Subsecretaría de Trabajo no consideran que la revisión de índices previstos para esta fecha se debe traducir en un aumento salarial, diferencia que comienza a recalentar los ánimos.
Con estas puntos sustanciales encontrados, julio se está volviendo tan caliente como enero en los ánimos de la antesala de la negociación. Los gremios adelantaron que pronto comenzarán a discutir los porcentajes pretendidos y ya amenazan con volver al folclore de cada paritaria, el cual va in crescendo desde asambleas hasta llegar a paros por tiempo indeterminado, tal como sucedió este año. En el Gobierno se amparan en el contexto económico y en que no fue una promesa de volver a rediscutir los salarios lo que cerró el conflicto con la Salud la madrugada del 1 de mayo.
“El 26 de agosto nos sentaremos en la reapertura de una instancia de evaluación de la evolución de los salarios medidos por el IPCnu (Índice de Precios al Consumidor Nacional urbano)”, dijo el encargado oficial de negociar los salarios, Andrés Cazabán. Con el tecnicismo por delante, el funcionario aclaró que esto no significa que se vuelva a abrir una nueva mesa salarial y descartó que vaya a existir un nuevo aumento este año.
“En setiembre nos reuniremos por el mismo motivo con la Administración Central y en octubre con los empleados de Casino, con quienes cerramos la semana pasada el acuerdo paritario”, agendó Cazabán.
La negativa del Gobierno a pensar si quiera un mínimo aumento fue reforzada esta semana que pasó por el mismo gobernador Francisco Pérez. El miércoles, durante el acto del 9 de Julio, el mandatario vinculó la falta de Presupuesto y la negativa al endeudamiento a la imposibilidad de renegociar.
Esto terminó por encender los ánimos en los gremios. En la edición del jueves, Los Andes dio cuenta que, frente a estos argumentos, desde Ampros propusieron “una salida creativa” sugiriendo “ahorrar en gastos superfluos”, a la vez que el SUTE también mantiene su expectativa sobre posible aumentos para los docentes. Roberto Macho, secretario adjunto de ATE, también se amparó en lo firmado en la última negociación y dio como un hecho la concreción de un nuevo aumento.
“Todavía no podemos hablar de porcentajes. Eso se discutirá la primer semana de agosto y surgirá de la votación de base. En votación también se definirán las medidas de fuerza que adoptemos”, señaló Macho evitando cualquier especificación, aunque aseguró que el escenario “de conflictividad” será similar al de febrero y marzo, cuando iniciaron las primeras negociaciones.
Con respecto a lo argumentado por Pérez en torno a la dificultades financieras, Macho contestó: “Es una vil mentira. Al no tener un Presupuesto aprobado está el ejecutado. La recaudación real de la provincia está superando las excusas. El tema es dónde está el dinero y dejar en claro que el endeudamiento no se toma para pagar salarios. Espero que no sea para pagarse la próxima campaña del PJ”.
Por su parte, Cazabán dejó de lado los tecnicismos y chicaneó: “En ATE aprovechan la exposición porque tienen intenciones electorales. No nos olvidemos de que Raquel Blas blanqueó sus aspiraciones a ser candidata por el FIT”, vinculó el funcionario.