La situación nunca fue sencilla. Varios obstáculos se miden en la deseada realización de cualquier producción musical: desde los equipos bien conectados hasta el flete que los transporta, pasando por el acuerdo comercial publicitario y estudio de mercado de si conviene o no traer a tal o cual artista a tocar.
En esas ecuaciones, las condiciones actuales están lejos de mejorar la situación. Al contrario, las posibilidades de que artistas de convocatoria masiva se congreguen en la provincia o en el país parecen ser un espejismo que se pierde en la ruta.
El pasado martes, Mon Laferte dio su primer show en Mendoza. El espectáculo de la cantante chilena fue digno de recordar, con un Bustelo repleto. La sala tiene una capacidad de dos mil personas sentadas, número que se eleva cuando se remueven los asientos, pero que no llega a la capacidad de grandes sedes. Este gran momento de Laferte es un buen ejemplo para analizar cómo los públicos se fragmentan y solo se mantienen fieles a sus gustos específicos. La convocatoria de estadios multitudinarios (más de 10 mil personas) ya no sucede en Mendoza.
En agosto, el Arena Maipú Stadium fue el escenario elegido para que Divididos aterrizara con la gira aniversario de su primer disco. Cinco mil almas pueden ocupar, como máximo, ese espacio. El recién estrenado estadio cubierto Islas Malvinas, con capacidad de albergar a más de doce mil espectadores, tiene puesta muchas esperanzas en que lleguen espectáculos; así se evidenció con la producción inaugural del fenómeno televisivo "Soy Luna", que mostró que hay intenciones de que éste sea un lugar posible para futuros shows.
Pero la realidad nos marca otro pulso: un promedio de audiencia en recitales podría darnos un generoso número de 6 mil personas, dependiendo de la oferta; pero en su mayoría no pasan las cuatro o cinco mil entradas vendidas, en una provincia que casi alcanza los dos millones de habitantes.
La mayoría de los shows en espacios cerrados se concentran en la mayor zona urbana de nuestra geografía, pero los números no pasan de los 6 mil espectadores. Por eso se tiende a producir estos eventos en aquellas salas que ofrecen esta capacidad. Lejos parecen quedar los estadios deportivos (el Andes Talleres o el Mundialista, por ejemplo) como una opción para que se transformen en una producción musical de alto mainstream.
La respuesta a esta disminución de audiencias masivas parece radicar en la alta fragmentación y especificidad de las audiencias que se construye a partir de las redes sociales, las nuevas formas de difusión y la tecnología.
Muchos músicos son conscientes del capital que pueden mover en las localidades que visitan y los escenarios no son elegidos al azar. Las bandas con una cierta trayectoria tienen un público más o menos establecido, que puede variar, pero que en los últimos años se ha ido estrechando. Existen, claro, las excepciones a la regla, por eso "Soy Luna" tuvo su estadio.
Este nuevo comportamiento de los públicos ha modificado también las condiciones de la producción musical: estudios de mercado, análisis de las plazas en todo el país son moneda corriente a la hora de pensar en grandes festivales o shows multitudinarios e internacionales. A esta situación relativa a los hábitos culturales se sumó la coyuntura económica: el aumento del dólar.
En una nota que dio al diario La Nación, el conocido productor cordobés José Palazzo habló acerca de la próxima edición del Cosquín Rock y confirmó que la formación del line-up volverá a ser exclusivamente nacional. No habrá, como se venía planeando en ediciones anteriores, ninguna presencia de figuras extranjeras. Es que la corrida cambiaria afectó de lleno la posibilidad de traer artistas internacionales al territorio nacional. El precio al que habría que colocar las entradas no está en relación con lo que podría cobrarse en la taquilla. Es por eso que Palazzo, consciente de la realidad y la necesidad de no cortar con la producción, afirmó: "El precio que quiero yo es el precio que la gente puede pagar".
Dólar y segmentación parecen haberse combinado en un cóctel que varió completamente la escena de la producción musical masiva en la Argentina. La agenda de shows internacionales y nacionales quedó bastante comprometida en relación a la crisis económica. bb
Nuestra provincia, en este contexto
A mediados de los 2000 Mendoza fue tierra fértil para la proyección de shows de carácter internacional. Tanto que las agendas de cartelera sufrían otro inconveniente: esas producciones atentaban contra la producción local de artistas.
Este año, y dadas también estas condiciones de contexto, el panorama cambió diametralmente. En los meses que restan hasta fin de año, solo vendrán de afuera Joan Manuel Serrat y Alex Ubago. El resto de la grilla de presentaciones se ciñe a número nacionales.
También han sucedido eventos inesperados: como que el día del espectáculo se atrase (Alex Ubago se reprogramó para fin de año), se juntan fechas en una misma función, como los shows de Don Osvaldo en el Arena.
Es que las productoras, a diferencia de los gobiernos, no tienen tanto por dónde ajustar. Los cachets de artistas son números cerrados y los costos de logística y puesta de esos eventos internacionales están en dólares. Pero, además, en nuestra provincia hay que tener en cuenta las proporciones demográficas.
Sin embargo, no todo son escollos. Y para muestra basta la Fiesta Provincial de la Cerveza que acaba de anunciarse para principios de diciembre en Godoy Cruz (del 6 al 9). Este evento, en su décima edición del 2017, logró la concurrencia total de cuarenta y cinco mil personas. La mezcla de bandas locales pertenecientes a distintos géneros, sumada a la participación de artistas nacionales de renombre y a los Café Tacvba como plato internacional fue la fórmula del éxito para el encuentro. Los grandes espacios verdes, dadas su capacidad y las condiciones climáticas favorables de la época, son la solución perfecta para los organizadores.
Pero el ajuste este año no prevé en la fiesta la presencia de ningún número internacional. Lejos quedaron las épocas en que Sabina o Luis Miguel llenaban el mundialista con entradas de alto valor. Hoy la música se puso verde y específica.
Los artistas que llegan a Mendoza
De lo que resta del año y aún sin confirmar la grilla de artistas de La Fiesta Provincial de la Cerveza, llegarán a Mendoza varios conciertos nacionales e internacionales.
Fabiana Cantilo llega con su concierto a dúo, el viernes 5 de octubre, al teatro Selectro. Mientras que La Beriso festeja sus 20 años el sábado 6 en el Arena Maipú. En ese mismo escenario Don Osvaldo, la banda del Pato Fontanet, brindará tres conciertos el 18, 20 y 21 de octubre.
En tanto, el sábado 27 de octubre vuelve Chano Charpentier en plan solista, al auditorio Ángel Bustelo.
Para noviembre la grilla será más que movida y comienza con el show de Paulo Londra.
La revelación argentina del trap se presentará el viernes 2, en el Arena Maipú. Con diferencia de días, el Arena recibirá a Ciro & Los Persas, el sábado 3.
Y el lunes 5 de noviembre vuelve Abel Pintos con su tour "La familia festeja fuerte".
El show internacional que marca la agenda de fin de año es Joan Manuel Serrat con su gira "Mediterráneo da capo", el sábado 10 de noviembre en el auditorio Bustelo. Y el domingo 11, debuta el show de Simona en el Arena. La tira de Pol- ka llega a los escenarios con su espectáculo de música y baile.
Y el año culminará con el concierto Leo Dan que presenta "Celebrando una leyenda", el sábado 8 de diciembre en el Bustelo. Y domingo 9 actuará Alex Ubago con su gira "Canciones impuntuales". Mientras que Luciano Pereyra llega con el tour La vida al viento, el sábado 15 al Arena Maipú.