El jueves se reunieron con el Presidente y salieron sin decir una palabra de la Casa Rosada. El silencio no duró mucho: ayer cuatro de los cinco gobernadores peronistas "dialoguistas" que estuvieron con Mauricio Macri decidieron opinar sobre el acuerdo con el FMI.
Fueron Gustavo Bordet (Entre Ríos), Domingo Peppo (Chaco), Juan Manzur (Tucumán) y Sergio Uñac (San Juan); el cordobés Juan Schiaretti, se mantuvo en silencio.
Los cuatro gobernadores coincidieron en el respaldo prudente, reparos al acuerdo y respeto a la institucionalidad, a la que vez que le recordaron al Presidente y a Cambiemos que son ellos “los que tienen que gobernar”.
No hubo críticas abiertas a la decisión de recurrir al FMI, pero alertaron sobre un posible impacto en la actividad económica y una pérdida de autonomía en su manejo. “Nosotros pondremos lo mejor para que al país le vaya bien; ellos deben gobernar, ganaron la elección”, afirmó Bordet.
El entrerriano sostuvo que “en un momento de turbulencia financiera, debemos asumir la responsabilidad institucional que nos toca, independientemente del partido al que pertenecemos”.
Pero recordó que la experiencia con el FMI "no ha sido la mejor, pero eso no significa que se vaya a repetir; depende de la responsabilidad con que se asuma el acuerdo y los compromisos que implique".
El sanjuanino Uñac dijo que con sus pares van a "apoyar todas las políticas que ayuden a seguir creciendo a la Argentina", aunque sobre el acuerdo advirtió que "tenemos que ver los puntos de la negociación, ver qué propone el FMI, ver de qué se trata el acuerdo, y después veremos". En términos más o menos similares se manifestaron Peppo y Manzur.
