Los gobernadores peronistas arruinaron el plan de Cristina

En el Congreso estuvieron varios mandatarios, senadores y diputados identificados con el kirchnerismo. Hubo algo más de 70 bancas vacías. El macrismo construye puentes.

Los gobernadores peronistas arruinaron el plan de Cristina

Hubo algo más de 70 bancas vacías en el hemiciclo de la Cámara de Diputados, donde sesionó la Asamblea Legislativa que vio ayer nacer al gobierno de Mauricio Macri.

Sin embargo, los líderes parlamentarios de Cambiemos respiraron aliviados ya que la promesa hecha por diputados y senadores kirchneristas, de ausentarse para desairar al nueve presidente y solidarizarse con Cristina Fernández (luego de la tensión entre ambos dirigentes por el lugar de traspaso de los atributos presidenciales), no tuvo el eco temido.

Los gobernadores peronistas aliados al kirchnerismo impidieron que la jugada ordenada por la presidenta saliente se cumpliera a rajatabla. Siete mandatarios provinciales K participaron ayer de la jura de Macri: el tucumano Juan Manzur, la fueguina Rosana Bertone, el riojano Sergio Casas, el salteño Juan Manuel Urtubey, la santiagueña Claudia Ledesma de Zamora, el formoseño Gildo Insfrán y el entrerriano Gustavo Bordet.

A ellos se sumó el rionegrino Alberto Weretilneck, que apoyó a Sergio Massa pero en el balotaje se inclinó por Daniel Scioli.

Casi todos ellos lograron convencer a los legisladores que les responden que ocuparan las bancas y no dejaran al recinto semivacío, como buscó el “cristinismo”.

El primer diputado que ocupó su lugar en el amplio sector que tiene el FpV en la Cámara de Diputados fue el correntino Carlos Rubín. Pronto se sumó el senador santiagueño Gerardo Montenegro y el ex gobernador de La Rioja, Luis Beder Herrera, en su primer día como diputado.

De los 42 senadores enrolados en el FpV, 14 decidieron cumplir con su rol institucional. Se trata de los santiagueños Gerardo Montenegro, Gerardo Zamora y Ada Itúrrez; de los tucumanos José Alperovich y Beatriz Mirkin; de los salteños María Cristina Fiore y Rodolfo Urtubey; del santafesino Omar Perotti; de los catamarqueños Inés Blas y Dalmacio Mera; de los misioneros Sandra Giménez y Juan Manuel Irrazábal; del correntino Carlos Espínola y de la bonaerense María Laura Leguizamón.

Entre los que sí faltaron se contaron pesos pesado como Miguel Pichetto y los ultra K: Marcelo Fuentes y Juan Manuel Abal Medina. También los senadores de La Cámpora, como la mendocina Anabel Fernández Sagasti.

En el bloque de diputados del FpV las ausencias fueron más sonoras ya que sólo los representantes de de Santiago del Estero, Misiones, Tucumán, Corrientes y La Rioja ocuparon sus sillas. En esta cámara, la saliente presidenta, Cristina Fernández, tiene más poder de fuego.

Así quedó demostrado ayer.

Sin embargo, el resto de la oposición no kirchnerista decidió participar de la Asamblea. Casi todos los diputados y senadores de las bancadas de UNA, Compromiso Federal y bloques provinciales, fueron de la partida. Entre ellos, los renovadores Sergio Massa, Graciela Camaño y Felipe Solá; las delasotistas Blanca Rossi y Adriana Nazario, y los puntanos Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso.

Lo mismo que los legisladores de la centro-izquierda agrupada en Progresistas, como Margarita Stolbizer, Hermes Binner y Victoria Donda. En el FIT, el interbloque trotskista, hubo un cortocircuito ya que los tres diputados del Partido Obrero -Néstor Pitrola, Soledad Sosa y Pablo López- ocuparon sus bancas pero la legisladora del PTS, Miriam Bregman, se quedó afuera del recinto.

Los popes de Cambiemos vieron con satisfacción que los mandatarios provinciales del FpV, quienes se mostraron con Daniel Scioli y Gabriel Mariotto, hayan ayudado a que la Asamblea Legislativa no se convirtiera en una radiografía de una Argentina dividida.

En este sentido, creen que serán determinantes las reuniones que hoy tendrá Macri con todos sus ex rivales electorales y líderes parlamentarios opositores y que mañana tendrá con los mandatarios provinciales para empezar a trazar un camino de acuerdos que permita fortalecer la gobernabilidad.

Cornejo aprovechó para reunirse con Bachelet

Alfredo Cornejo fue uno de los 14 mandatarios provinciales que participó ayer de la jura de Mauricio Macri como presidente. El radical mendocino se ubicó en una de las plateas, junto a sus correligionarios Gerardo Morales (Jujuy) y Ricardo Colombi (Corrientes) y detrás de los macristas puros: María Eugenia Vidal (Buenos Aires) y Horacio Rodríguez Larreta (CABA).

El mendocino escuchó con atención todo el discurso de Macri y se apresuró a salir del recinto de la Cámara baja para tener un pequeño encuentro con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, a quien tuvo a escasos metros durante toda la ceremonia.

Los legisladores mendocinos de Cambiemos tuvieron ayer asistencia perfecta. Nos referimos a los senadores radicales Julio Cobos y Pamela Verasay (quien fue parte de la delegación que recibió a Macri cuando llegó al Congreso) y los diputados Luis Borsani, Luis Petri, Patricia Giménez (de la UCR), más la macrista Susana Balbo.

En cambio, ningún justicialista mendocino fue a la jura de Macri. Ni los diputados Alejandro Abraham, Guillermo Carmona y Rubén Miranda ni la senadora camporista Anabel Fernández Sagasti.

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