La gran mayoría de los gobernadores peronistas, junto a las autoridades legislativas del Frente para la Victoria (FpV), hicieron ayer una unitaria demostración de fuerza ante el Gobierno nacional y de cara a las próximas negociaciones parlamentarias en torno a la necesidad del Ejecutivo de contar con la aprobación del paquete de leyes para cerrar el acuerdo con los fondos buitre.
El eje en torno al cual sucedió el pronunciamiento público fue el rechazo del decreto 406 de la semana pasada por el cual el presidente Mauricio Macri dispuso la devolución progresiva del 15 por ciento de los fondos coparticipables y que remplazó, como parte de negociaciones con la oposición, al que había firmado apenas asumió. Éste, a su vez, había derogado el de su antecesora Cristina Fernández de Kirchner, que extendió a todas las provincias el fallo de la Corte Suprema de Justicia favorable a Córdoba, Santa Fe y San Luis.
Los gobernadores peronistas de diez provincias, más el radical de Santiago del Estero y un representante de la administración de Chaco, junto a los jefes de los bloques del FpV en el Senado, Miguel Pichetto, y en Diputados, el kirchnerista Héctor Recalde, sentaron su posición en un documento luego de una reunión ayer en la sede del Consejo Federal de Inversiones (CFI) en el microcentro porteño.
"No estamos para nada de acuerdo con el plan del Gobierno nacional de restituir a todas las provincias (los fondos) en cuotas anuales durante cinco años porque es insuficiente”, subrayaron, al tiempo que entendieron que ese plazo “no reconoce las necesidades de financiamiento” de las provincias y reclamaron “un trato justo y equitativo” para todas, en implícita alusión a las tres favorecidas por el fallo de la Corte y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
El distrito gobernado por el macrista Horacio Rodríguez Larreta fue favorecido en enero pasado por un decreto presidencial que aumentó 160% sus recursos por coparticipación y que, pese al compromiso ante los gobernadores peronistas del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, aún no fue “corregido”.
Además, pidieron una “urgente reunión” con el Presidente para abordar este tema y criticaron el discurso de Macri ante la Asamblea Legislativa, que “demostró no tener una visión federal del país, lo que conspira contra la propia construcción de consensos que dice buscar”. También insistieron en que el Gobierno nacional “parece no comprender la importancia de un acuerdo público de gobernabilidad”.
Fuentes cercanas a los gobernadores dijeron a este diario que más que el discurso de Macri, tuvo pésima repercusión entre los mandatarios la posterior afirmación periodística de la vice, Gabriela Michetti, quien dijo que “si el Congreso no aprueba las leyes, las provincias tendrán problemas”.
Los gobernadores participantes fueron: Lucía Corpacci (Catamarca), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Sergio Casas (La Rioja), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Juan Urtubey (Salta), Gildo Insfrán (Formosa), Maurice Closs (Misiones), Alicia Kirchner (Chubut), Carlos Verna (La Pampa), Juan Manzur (Tucumán), Sergio Uñac (San Juan) y Claudia Ledesma (Santiago del Estero).
La Rosada buscó bajar el tono al enojo. “Estamos todos con un mismo objetivo, que es sentarnos a conversar para ver cómo hacemos esa devolución de un reclamo que el Presidente ha reconocido, cosa que no venían haciendo los gobiernos anteriores”, comentó a este diario Sebastián García de Luca, secretario del Interior.
Los gobernadores peronistas son clave para el gobierno, entre otras cosas, porque sus senadores son necesarios para el oficialismo en su intención de derogar las leyes que en estos momentos impiden avanzar en el acuerdo con los fondos buitres. “A las provincias les conviene porque podrán acceder a un mejor crédito”, comentó García de Luca.
El funcionario también dedicó un párrafo áspero a los mandatarios provinciales: “Muchos de los gobernadores que hoy estaban sentados en la mesa (del CFI) nunca fueron capaces de hacer el reclamo al otro gobierno”.