Pícaros. Atorrantes. Con una mirada, uno ya sabe el movimiento del otro. Sienten de la misma manera. Pasión por el básquet y la gloria en su máxima expresión.
Se aman adentro y afuera de la cancha. Son hermanos, pero más allá del apellido y la sangre, son compañeros de la vida. Estamos hablando de Lucas y Facundo Rubia. Esos chicos que el profesor Ricardo Oyarce, allá por principios de la década del 90, sacó del Colegio Nadino cuando fue a buscar nuevos jugadores para las inferiores de San José.
Descubrió dos talentos. Dos cracks. Dos campeones. Sin dudas, son “Los Harlem Globetrotters de San José”. Héroes. A la altura de Mario “Pelado” Herrera, máximo símbolo del club. Mezclan un básquetbol de alto vuelo con un show y un espectáculo único.
Juntos, con la camiseta de San José ya lograron 5 títulos (Argentino de Clubes 2014, 2015, Apertura 2015 y Clausura y Anual 2016. Además, el Mula, Lucas, fue la pieza clave que logró el ascenso en el segundo semestre del 2011 ante el poderoso Capital.
El amor entre el hincha del Santo y la familia Rubia es único. No tiene límites.
Y ahí están los dos hermanos colgados en el tablero y en el aro festejando algo único y que será eterno: el primer título anual de la Unión Deportiva San José. Abajo, el apoyo incondicional de su familia.
Todos juntos, constituyen una hinchada extra. Donde juegan el Garza y el Mula ellos están. El papá Oscar a los gritos festejando, la mamá Patricia emocionada junto a sus hijas gemelas, Vito y María Soledad.
Además están Antonella, esposa del Mula, y su hija Jade. También está Paula, la señora del Garza, con sus dos máximos admiradores: Juanita y Valentino. Sin dudas, motivación extra para seguir cosechando medallas.
En medio de los festejos, ambos, con los ojos llenos de lágrimas, hablaron con Más Deportes. En esta oportunidad, el Mula, madrugó a su hermano Facundo y afirmó: "Una vez este caradura dijo que yo no entendía nada del juego. Pero, él sabe que me tiene que tener a mí para salir campeón. Es goleador, pero casi todas las asistencias son mías".
Explotaron las risas de todos los presentes. Obvio, llegó la respuesta del Garza: “Le dolió. Pero es un fenómeno el Mula. Lo quiero siempre en mi equipo. Demostró que es un crack, un ganador nato. Salir campeón con San José y con él como compañero es algo único. Otro sueño”.
Con respecto a la cantidad de títulos conquistados entre ambos tanto en Anzorena como en San José, a coro manifestaron: “Algo bien debemos hacer. Había mucha gente que no confiaba en nosotros. Hoy, están festejando. Tenemos cuerda para rato. Ahora, vamos por el bicampeonato”.
Con respecto a un enojo faltando un minuto del Garza con el Mula, el primero contestó: “No me hace caso. La teníamos que tener a la pelota”. El Mula respondió: “Lo mismo me dijo cuando tiré un caño. Hay que tirarlo en un final y dos puntos arriba (risas)”.
“Cuando lo vi correr y que lo querían cortar en la mitad de la cancha, me imaginé el caño. Fue infernal, porque fue un recurso. Algo sabe, aprendió (risas)”.
Por último y en medio de fotos y firma de autógrafos, ambos coincidieron en que San José como club es una familia única y le debían esta alegría.
