Los flamencos vuelven a Llancanelo

Allí habita la segunda colonia más grande de estas aves después de la de Mar Chiquita. El humedal está recuperando su caudal histórico después de una larga sequía. Hay zonas donde la profundidad ha alcanzado más de un metro.

Los flamencos vuelven a Llancanelo

La laguna de Llancanelo está ubicada 75 kilómetros al sureste de la ciudad de Malargüe y es uno de los principales atractivos turísticos que tiene el departamento sureño. Es que allí se puede avistar una colonia numerosísima de flamencos australes. Lamentablemente, el estado de la ruta suele obstaculizar la aproximación de los turistas.

El humedal presenta ciertas características que lo definen. Según estudios realizados en los últimos meses, la laguna de Llancanelo es la segunda más importante de nidificación de flamencos australes. La colonia más grande está en Mar Chiquita, provincia de Buenos Aires.

Según datos oficiales, se estima que en la reserva de Llancanelo hay, en total, 155 especies de aves. La cantidad por época del año varía dependiendo del tamaño del espejo de agua.

En los últimos años la sequía afectó notablemente este humedal, a tal punto que la laguna terminó dividida en dos. Sin embargo y después de las lluvias registradas en los meses de marzo y abril de este año, los especialistas comunicaron que la laguna se estaba recuperando y que se unificó el espejo de agua.

Actualmente, la colonia de nidificación de los flamencos australes tiene aproximadamente un metro de profundidad y se estima que el perímetro actual del espejo de agua es de 100 kilómetros.

Que la laguna crezca o se retrotraiga, según especialistas, responde a procesos naturales como precipitaciones, vientos, altas temperaturas y demás. Esta dinámica de crecer y achicarse permite que en la laguna haya cierta diversidad de aves, porque genera diferentes ambientes.

Como consecuencia, hay mayor presencia de animales costeros, los cuales son migratorios y se alimentan cuando el espejo de agua está más chico. Y hay mayor presencia de aves acuáticas herbívoras cuando la laguna crece.

El trabajo del personal de Guardaparques en la zona es fundamental, ya que son los encargados de cuidar los procesos biológicos. Los guardianes de la naturaleza tienen una base operativa llamada El Sauce y está ubicada en uno de los ingresos por la ruta 186. Desde esa base se atiende la reserva y el entorno.

El plan de protección abarca unos 2 millones de hectáreas, que comprende a las tres reservas: Payunia, Caverna, Llancanelo y cierto perímetro de paisaje funcional que debe ser protegido.

Los turistas que visitan la reserva pueden acceder hasta el mirador natural en el cerro El Trapal, o también pueden hacer avistamientos desde los Pozos de Carapacho. Además, hay un circuito exclusivo con guía de turismo, donde se ingresa por la zona conocida como Real de los Jueces y Arroyo Menuco y desde allí se pueden hacer observaciones cercanas de aves.

El principal afluente de la laguna Llancanelo es el río Malargüe y también se nutre de los arroyos Menucos, Carilauquen y Carapacho. Además, es importante el aporte de agua subterránea. Uno de los principales problemas que se ha presentado en la zona, en lo que respecta al agua que llega a la laguna por vía superficial, son los cortes clandestinos de puesteros que habitan en las inmediaciones del río Malargüe.

Según fuentes cercanas a Guardaparques, los responsables del robo de agua han sido intimados. También se ha procedido a desarmar esos desvíos ilegales de agua, e incluso se han hecho obras para reencauzar el río pero algunos pobladores de la zona continúan la práctica.

Una de las particularidades de la reserva de Llancanelo es que históricamente ha sido un espacio de forraje natural para la actividad ganadera.

Otro de los problemas que afronta el lugar es la planta exótica e invasora llamada tamarindo. La misma está presente en el humedal desde hace 30 años aproximadamente y actualmente hay una zona boscosa que comprende unas 350 hectáreas, con plantas de 6 a 8 metros de altura. Según especialistas, es una especie complicada para la vida acuática porque fija el suelo y unifica el ambiente y, si no se trabaja en erradicarla, se corre el riesgo de que seque la laguna.

El petróleo llegaba a la superficie como surgente

Un dato importante de la reserva Llancanelo es que allí hay un yacimiento petrolero. Los primeros pozos se descubrieron en la década del ‘30 y eran surgentes.

En ese entonces los pobladores de Malargüe iban en carro a buscar brea y la utilizaban para impermeabilizar los techos. El petróleo de Llancanelo tiene la particularidad de ser muy espeso y a temperatura ambiente es una masa casi sin fluidez, según especialistas.

Con el correr de los años esas surgentes naturales de petróleo fueron canalizadas, entubadas y se comenzó a hacer una explotación pero, al ser un petróleo difícil de extraer, se suspendió el trabajo.

En la década del ‘70 se retomó la actividad, mediante la empresa Alianza Petrolera. La particularidad en ese entonces es que se implementó un sistema de cañerías calentadas con calderas. Mediante este proceso se le daba fluidez al petróleo.

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