I. El concepto de ordenamiento territorial:
Es el procedimiento político administrativo derivado de una política de Estado para el Gobierno Provincial y Municipal, con carácter preventivo y prospectivo a corto, mediano y largo plazo, cuyo instrumento básico es la planificación, con el fin de conciliar el proceso de desarrollo económico, social y ambiental con formas equilibradas y eficientes de ocupación territorial.
Parece un concepto moderno, pero tiene antecedentes muy lejanos.
En la historia, los asirios actuaron como una fuerza conquistadora de exterminio. Babilonios y persas, como una fuerza de ocupación de los pueblos vencidos; los griegos, como una potencia colonizadora.
Los romanos hicieron verdadero ordenamiento. Cuando tomaban un territorio procedían a asegurar las comunicaciones, fundar ciudades estratégicamente ubicadas, dotarlas de agua corriente y cloacas (el más seguro y primitivo sistema sanitario), brindar seguridad, acceso al mercado, al foro (administración pública y de justicia) y a centros de educación.
Modelaron Europa con la planificación territorial y no con el efímero poder de sus armas, construyendo el sustrato de la cultura romana que impregna a Occidente desde hace 2000 años. Fueron los primeros en comprender las verdades esenciales del ordenamiento territorial, aplicarlas y enseñarlas a la posteridad.
Esta pequeña reseña histórica revela que el ordenamiento territorial -contrariamente a algunas creencias- no es ámbito excluyente de los geógrafos o una cuestión puramente administrativa.
No se trata de señalar relieves, eco tonos, zonas de interfase en un mapa o diagnosticar con enfoques parciales. Se trata de poner el poder del Estado en el territorio para efectivizar el bien común.
El momento del diagnóstico -que debe ser muy breve- será seguido por leyes que regulen las conductas de los actores implicados, una burocracia que cumpla los procedimientos para que las acciones alcancen los objetivos en tiempo y forma y una administración de justicia que garantice los derechos de los afectados.
Por esto es tan importante el trabajo multidisciplinario de todos los profesionales y técnicos.
II. La planificación del Territorio
1. Tres verdades elementales:
Hay una trilogía de tesis interrelacionadas, que se comprueban a lo largo de la historia.
* El territorio se ordena por la planificación y la prospectiva o por la naturaleza. Se elige entre usar discernimiento y voluntad o aluviones, sequías y otras catástrofes provocadas o agravadas por el hombre.
* Quien ordena el territorio impone el orden social. Basta ver la dicotomía entre barrios privados y villas.
* Los vicios de la planificación se pagan con recursos y vidas humanas. Si se invierte un poco del presupuesto en prevenir y precaverse, no se gastará mucho en asistir y lamentarse.
El orden en el territorio siempre existe, lo descubramos o no, influyamos en el mismo o no.
La planificación y la prospectiva son los medios con los que cuenta el ser humano para influir en el orden dado por la naturaleza. Cuando esta influencia es nociva, la naturaleza reacciona y restaura el orden dado con un costo de recursos, tiempo y -a veces- vidas humanas o calidad de la vida humana.
La naturaleza opera siempre en forma reactiva, mientras que el ser humano tiene la facultad de inteligir y prever, actuando en forma proactiva planificando y haciendo prospectiva.
El orden proactivo del territorio revela a los verdaderos actores, quienes detentan el poder efectivo para imponer su concepción del orden social. Por eso el ordenamiento territorial hace a la gobernabilidad, con sus ejes fundamentales: comunicaciones, mercado, educación, salud y administración de justicia.
2. El Territorio
Este concepto -que parece único- tiene diversas definiciones conforme que la ciencia lo aborde, sea la Política, Geografía, Derecho u otra. Y aún varían las acepciones conforme las distintas ramas de cada una de estas ciencias cuando se refieren a región, comarca, zona, espacio geográfico.
El factor común es que el territorio presenta problemas a resolver, conflictos a dirimir, riesgos por sortear y ventajas aprovechables. Estos tópicos se sistematizan en una matriz DAFO (debilidades - amenazas - fortalezas - oportunidades), que permite vislumbrar las sinergias entre estos factores.
La prospectiva tiene claro que la forma de construir esta matriz determina el sesgo de los escenarios. Se revelan y valoran las variables a través de la caja de herramientas y construyendo con la más amplia participación.
Si se opera estratégicamente, los sesgos se dan como supuestos no controvertibles, porque conforman la visión del grupo de poder que diseña el plan. La prospectiva introduce la participación.
Es importante tener claro que las confusiones se presentan en el concepto de territorio y también en las formas de ordenar y en las modalidades de planificar. Está en juego la ambición de poder y la gobernabilidad. No existe la posibilidad de la ingenuidad o la hipocresía. Y debe contemplarse la reacción de la Naturaleza, por lo que no cabe la ignorancia.
3. El instrumento de la planificación en el ordenamiento:
Esta herramienta se desglosa en cinco etapas: prever los principales factores en juego, identificar a los actores destacados, señalar los fines del ordenamiento a alcanzar, diseñar acciones para llevar a cabo objetivos y fijar el tiempo y los indicadores
III. El tiempo en el Plan de Ordenamiento Territorial de Mendoza
El Plan de Ordenamiento fue aprobado por unanimidad en el Consejo Provincial de Ordenamiento Territorial (CPOT). Era Consejero en ese momento y puedo decir que no era perfecto ni completo.
El Plan se envió a la Legislatura el 5 de junio de 2014. Aprobado en un tiempo razonable (dos meses), obligaba a los Municipios a formular sus planes dentro de un año. Luego, a la vista de su ejecución y de la implementación de los planes municipales, el Plan Provincial debía corregirse en el plazo de dos años fijado por la Ley de Ordenamiento. Hoy estaríamos contemplando resultados y debatiendo cómo mejorarlos.
En la actualidad, el Plan como proyecto de ley se encuentra estancado en la Legislatura. Los miembros del Consejo Provincial de Ordenamiento Territorial que lo redactaron son los más calificados técnicos disponibles en Mendoza, por cada Universidad, por cada Colegio Profesional y por el Estado en todas sus ramas y niveles.
Su trabajo fue arduo y gratuito y después asistieron a la Legislatura cuantas veces se los citó a reafirmar su unánime convicción de la necesidad de aprobar ese plan.
Muchos de estos técnicos fueron consultados por legisladores y por asesores de la Legislatura en forma privada para aclarar alguna cuestión. Todos los que participamos de su redacción teníamos observaciones críticas que se reflejaron en actas y documentos de acceso público.
Lo aprobamos por unanimidad porque se alcanzó consenso democrático y porque se privilegió lo perfectible sobre lo perfecto entendido como un ideal académico inalcanzable.
La perfección sólo se halla en el cielo y en el infierno; en la tierra de lo posible, se trata de hacer lo correcto, que debe concretarse en los tiempos y formas que señala la Ley de Ordenamiento.