Con el rostro cubierto por una máscara, los fieles acuden a La Meca para la "umra" ("pequeña peregrinación"), pese al riesgo de contagio del coronavirus MERS en Arabia Saudita, primer foco de esta enfermedad que ya ha dejado más de 300 muertos
"Las autoridades de mi país nos advirtieron en contra del coronavirus MERS y nos han recomendado medidas de precaución", dijo Abdalá Nur, protegido por una máscara, a la entrada de la Gran Mezquita de La Meca, la primera ciudad santa del Islam.
Este malasio de 45 años dice "utilizar también desinfectantes" pero se muestra fatalista. "Me entrego a Dios para que me proteja", dice. La afluencia de fieles debería acentuarse a medida que se acerca el Ramadán, el mes de ayuno musulmán que se inicia a finales de junio y que atrae un número récord de peregrinos antes de la gran concentración anual del "hajj" (la "gran peregrinación") en octubre. Representantes de las autoridades locales distribuyen a los peregrinos que se hacinan ante la Gran Mezquita unas folletos que detallan los consejos de higiene y las medidas de prevención.
"El ambiente es excelente en La Meca. No le tengo miedo al coronavirus", dice Safia Ben Mohamed, una tunecina de 56 años, que acude al lugar santo junto a una decena de compatriotas para la "umra" pese a las advertencias de las autoridades de su país.
Ante la propagación del MERS en Arabia Saudita, el ministerio tunecino de Sanidad aconsejó recientemente a las personas de salud frágil aplazar la peregrinación a La Meca. Sin tratamiento para el MERS Todos los musulmanes que dispongan de medios tienen que efectuar una gran peregrinación anual, el "hajj", al menos una vez en su vida.
Pero también pueden efectuar la "pequeña peregrinación" en cualquier momento. El año pasado, cinco millones de personas realizaron el ritual y su número alcanzó 4,8 millones desde que empezó el año lunar musulmán, en octubre, según estadísticas oficiales.
Esta afluencia no afloja porque los fieles se ven alentados por la observación de que aparentemente el coronavirus se transmite difícilmente de hombre a hombre. El 14 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no consideró necesario declarar un estado "de emergencia de la salud pública de alcance mundial", en ausencia de pruebas de transmisión del virus de hombre a hombre.
Pero en el pasado "hajj", ante los temores del coronavirus y las obras de ampliación de los lugares santos de La Meca, las autoridades disminuyeron en un 20% el número de fieles del exterior y en un 50% los del interior del reino. Fueron unos dos millones en octubre de 2013, frente a 3,2 millones el año anterior. El coronavirus MERS ha causado 285 muertes en Arabia Saudita, primer foco de la enfermedad en el mundo, desde su aparición en 2012. No existe de momento ningún tratamiento para el MERS, cuyo origen se desconoce.