Ganaban 1.800 dólares por día y entre los dos llegaron a embolsar unos 81 millones de dólares. Los psicólogos estadounidenses que guiaban los interrogatorios de los sospechosos de terrorismo bajo tortura, atrocidades que fueron reveladas en un espeluznante informe del Senado de Estados Unidos, fueron contratados por esa suma por la CIA para que aplicaran un método de 1967 que fue testeado con perros.
Por otra parte, el director de la CIA reconoció ayer que la agencia de inteligencia estadounidense había utilizado métodos de interrogatorio “detestables” y admitió la falta de experiencia de la agencia en la detención de prisioneros.
“En muchos aspectos la CIA navegó en terreno desconocido; no estábamos preparados. Teníamos poca experiencia en la detención de prisioneros y pocos agentes fueron formados para interrogar”, reconoció John Brennan durante una conferencia de prensa inédita tras la divulgación de un informe sobre el uso de la tortura tras los atentados del 11 de setiembre de 2001.
Revelaciones del informe
Una de las revelaciones del informe fue que Abu Zubaydah, uno de los primeros detenidos en la guerra contra el terrorismo, fue interrogado en Tailandia por agentes del FBI, a quienes confesó que Khalid Sheik Mohammed había sido el cerebro tras los ataques del 11 de setiembre
Pero como querían saber más, la CIA intervino y, según The Washington Post, envió a un psicólogo para hacerle un test que haría que “revelara todo, produciéndole una severa pérdida de su personalidad y asustándolo casi hasta la muerte”.
La CIA entonces le armó una especie de ataúd y encerró a Zubaydah por 300 horas, según el reporte del Senado. También le aplicaron la técnica del “submarino” (intento de ahogamiento) 83 veces en 17 días. Pero no reveló a la CIA ninguna otra información relevante que no hubiera dicho antes al FBI.
Según The Washington Post, los psicólogos Jim Mitchell y Bruce Jessen fueron los que guiaron el interrogatorio con un método llamado “indefensión aprendida” que, a pesar de que en ese momento no funcionó con el sospechoso, persistió en el tiempo y guió atrocidades en otros prisioneros.
Este método derivó de una investigación de psicólogos de la Universidad de Pensilvania, que fue publicada en 1967, que intentaba mostrar qué pasaba cuando alguien perdía el control de su vida.
Uno de los conceptos, según el informe, es la aparición tras los tormentos de “una actitud apática derivada de la convicción de que ninguna acción tiene el poder de cambiar la situación”. “Indefensión aprendida” es que la persona está tan quebrada que no intentará escaparse pese a que se le presente una oportunidad.
Las pruebas originales del estudio fueron llevadas a cabo en perros, como parte de un tratamiento de depresión en humanos. El autor del trabajo, Martin Seligman, sometió a los animales a electroshocks y los dividió en dos grupos: uno tenía una puerta de salida para escaparse y el otro no.
A pesar de los tormentos, ninguno se escapaba. “El resultado -dice el informe- lleva al concepto de la “indefensión aprendida” o “desesperanza”. Décadas más tarde, el psicólogo Mitchell quedó fascinado con ese concepto y lo aplicó a los humanos.
El autor del reporte de 1967 se declaró “horrorizado” de que su trabajo hubiera derivado en esa aplicación, ya que fue pensado para el diagnóstico de la depresión.
Antes de trabajar para la CIA, Mitchell y Jessen habían estado involucrados en un programa del ejército estadounidense que entrenaba a pilotos y otros miembros de servicios de alto riesgo a sobrevivir entre el enemigo y resistir tácticas brutales si eran capturados.
Consultado por varios medios, el psicólogo Mitchell no confirmó ni desmintió haber participado de esos procedimientos, pero criticó el informe del Senado y dijo que había sido “manipulado políticamente”.
"Bush estaba informado"
El ex presidente Estados Unidos George W. Bush estaba “plenamente informado” sobre las técnicas de interrogatorio de la CIA, que incluían torturas “brutales”, según un informe del Senado, afirmó el ex vicepresidente del mandatario republicano, Dick Cheney.
Cheney habló por primera vez en la cadena Fox News sobre el reporte publicado el martes y que generó un fuerte revuelo en ambos partidos de Estados Unidos.
Según el ex influyente vicepresidente, que acompañó a Bush durante sus dos mandatos (2001-2009), el presidente “sabía todo lo que necesitaba saber” sobre el programa, pese a que el informe señala que la CIA les mintió al Congreso y a la Casa Blanca sobre el programa de torturas a los presos por terrorismo después de los atentados del 11 de setiembre de 2001.
“La noción que el comité está tratando de vender de que de alguna manera la agencia estaba operando por su cuenta y que no se nos decía -y que al presidente no se le decía- es una mentira total”, lanzó Cheney, visiblemente enojado con el informe realizado por el ala demócrata del Comité de Inteligencia del Senado.
“Este informe está lleno de basura, perdónenme”, lanzó Dick Cheney, sin medias tintas. “Creo que este informe es terrible. Y me parece muy deficiente”, agregó.
“Ellos no se tomaron la molestia de entrevistar a las personas clave que participaron en este programa”, cuestionó.
En términos fuertes, Cheney dijo que el enfoque adoptado por la CIA para interrogar a sospechosos de terrorismo era necesario después de los atentados del 11 de setiembre, y que la gente que aplicó las técnicas cumplía con su deber.