En épocas electorales, los precandidatos tiene agendas cargadas además del contacto con los ciudadanos y los medios. Es inevitable que a su alrededor se monte un equipo de campaña y que una persona esté a cargo de todos los movimientos del dirigente.
Por ejemplo, Anabel Fernández Sagasti decidió delegar esta función en su ex esposo, el diputado provincial Lucas Ilardo. Por su parte, Alejandro Bermejo también buscó a una persona de su confianza y círculo familiar: su hermano Adolfo, que es senador provincial.
Por el lado de Cambia Mendoza, Rodolfo Suárez optó por un cornejista de pura cepa: Andrés "Peti" Lombardi, el coordinador de gabinete del gobernador. Y Omar De Marchi eligió a un joven que lo acompaña desde 2005: el diputado provincial del Pro Álvaro Martínez.
En las otras dos fuerzas que tienen grandes chances de llegar a la elección general la campaña no tiene una figura visible a cargo. Noelia Barbeito (FIT) prefiere trabajar en equipo con los legisladores provinciales del frente de izquierda, como Macarena Escudero y Lautaro Jiménez. Una opción similar a la que lleva adelante José Luis Ramón (Protectora) con Mario Vadillo y Marcelo Romano.
Sagasti e Ilardo se conocen desde hace más de una década. En 2016 se casaron después de un largo noviazgo y se separaron al año siguiente. Ambos fundaron La Cámpora en Mendoza y mientras ella ocupaba una banca en el Congreso nacional, él hacía lo mismo en la Legislatura provincial. Más allá de su separación en el ámbito privado, siguen muy ligados en términos políticos.
Por su parte, los Bermejo vienen cumpliendo una serie de sucesiones de hermano mayor a menor. Los dos militan en el Justicialismo y desde jóvenes empezaron a trabajar en la municipalidad de Maipú. Ambos estuvieron bajo las órdenes de Hugo Bordín y Francisco "Chiqui" García. En 2009, cuando Adolfo dejó la intendencia para ser senador nacional, Alejandro ocupó su lugar. Y ahora, el menor de los dos está buscando ser gobernador de Mendoza como lo hizo el mayor en 2015.
El mejor ejemplo de continuidad lo está dando el radicalismo, ya que uno de los hombres de confianza de Cornejo es el que está a cargo de todos los detalles para que Suárez sea gobernador. Lombardi es del círculo íntimo del primer mandatario. Licenciado en Administración de Empresas, militó en la Franja Morada desde que ingresó a la UNCuyo y fue presidente del Centro de Estudiantes. Después se unió las filas de la UCR y escaló hasta ser secretario general del Comité provincial entre 2013 y 2015. Con la llegada de la UCR al Gobierno desembarcó en el Casino de Mendoza como gerente general.
El intendente de Ciudad tenía varios suaristas a los cuales recurrir para conducir su campaña pero -con la impronta de Cornejo- se quedó con Lombardi.
De Marchi, por su parte, recurrió a su grupo chico. Álvaro Martínez milita junto al intendente de Luján desde 2005. El diputado le demostró su fidelidad cuando lanzó su precandidatura a gobernador y el resto de los legisladores del Pro se expresaron en contra apoyando la del radical Suárez, como el caso de la senadora Cecilia Páez y el diputado Pablo Priore. El joven de 32 años llegó a los medios nacionales en el 2013 cuando era presidente de la juventud demócrata y filmó un video criticando duramente a Nicolás Del Caño, que en ese momento era candidato a diputado por el FIT.
Barbeito, como dijimos, se apoya en los dirigentes del partido con más experiencia. Lautaro Jiménez es senador provincial y Macarena Escudero diputada provincial. De todas formas, dicen, todas las decisiones se toman en conjunto con el resto de los precandidatos de la provincia.
En Protectora siguen trabajando en trío: Ramón, Vadillo y Romano. Los dos primeros son amigos y socios en la ONG desde hace más de 20 años. En 2017 dieron el salto de la denuncia a la política con el sello del Partido Intransigente y se posicionaron como tercera fuerza provincial. Romano, por su parte, se sumó cuando se fue del radicalismo.
