Los videojuegos se han convertido en una parte normalizada del entretenimiento en sociedad. Ya sea en solitario, con amigos o familiares, la industria se ha encargado de elaborar productos que cada vez logran atraer a un público mayor. Sin embargo, no todo han sido buenas noticias para los videojuegos, pues con el auge de su popularidad también ha habido un constante aumento en cuanto a la preocupación para con una posible adicción a estos. Ahora, el gobierno de UK quiere conocer la opinión de manera directa de la propia sociedad.
En un comunicado oficial, el gobierno de UK se ha dirigido de la siguiente forma a la gente de su país: “¿Son los videojuegos dañinos o ayudan a nuestra sociedad? ¿Cómo hace el diseño de un juego que estés más rato jugando? ¿Qué responsabilidades tienen los diseñadores de los videojuegos con respecto a los jugadores? ¿Se encuentra el público joven más afectado por los aspectos adictivos de los videojuegos y aplicaciones? ¿Qué hace que UK sea uno de los líderes mundiales en videojuegos y tecnología VR/AR y cómo puede apoyarse a la industria? El Comité de Deportes, Entretenimiento, Cultura y Medio Digital necesita que todos los jugadores y jóvenes en general presenten su perspectiva ante una nueva investigación en lo referente a tecnologías inmersivas y adictivas“. Como podemos comprobar, en última instancia aquello que motiva esta ‘encuesta’ es una investigación más sobre cómo afectan los videojuegos a su público, algo que se ha convertido en una constante durante los últimos meses.
Recordamos que a lo largo de 2018 vimos enfrentamientos entre múltiples corporaciones después de que la Organización Mundial de la Salud -OMS- decidiera prelistar la adicción a videojuegos como un nuevo trastorno de salud mental, el cual entraría en vigor a partir de 2022. Por otro lado, previo a esa decisión, organizaciones como la Entertaniment Software Association -ESA- o de forma más cercana, la Asociación Española de Videojuegos -AEVI-, instaron a la OMS a reconsiderar su postura para con los videojuegos, algo que en última instancia no surtió efecto. Por el momento aún sigue habiendo tiempo para que la OMS pueda cambiar su decisión inicial, pero lo cierto es que la preocupación en torno a los videojuegos parece ir en aumento desde hace ya unos años.