La liquidación de divisas del sector agropecuario le está dando este abril nuevos signos de preocupación al Gobierno, que tenía fuerte expectativa de que el ingreso de los llamados agrodólares se moviera, de la mano del arranque de la cosecha gruesa y con perspectivas de una producción total récord de 145 millones de toneladas, por encima de u$s 2500 millones.
Esos cálculos contemplaban una liquidación de entre u$s 120 y u$s 140 millones diarios que permitiría, en la visión oficial, junto con el arranque de la venta de los dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI) por parte del Tesoro, la paz cambiaria en medio del calendario electoral.
Sin embargo, la volatilidad de los últimos evidencia que esos cálculos oficiales se chocaron con la realidad. "Abril sigue por debajo de la expectativa del Gobierno, luego del marzo con liquidación más bajo de los últimos años", comentaron fuentes de la industria.
En el sector prevén que la liquidación de divisas de abril se ubicará bastante por debajo de la perspectiva oficial. Y la ubican en torno a u$s 1500 millones.
Si bien es un monto es superior al registrado en abril de 2018, cuando los exportadores volcaron poco más de u$s 1370 millones en medio de los problemas climáticos que terminaron diezmando la campaña agrícola, esta por debajo de los dólares ingresados para el mes de inicio de la cosecha gruesa.
El ingreso de divisas menor a las perspectivas oficiales obedece por un lado, a la retención de los granos por parte de los productores (porque no les convence el precio o como reserva de valor ante la volatilidad cambiaria y la perspectiva poco clara a nivel electoral). También a los plazos de venta de los granos que se negocian, dado que gran parte de las operaciones de soja principalmente se realizan este año bajo la modalidad a fijar, es decir aquellos contratos en los que se pacta la mercadería con un valor a un día determinado que puede ser en varios meses.
Al 17 de abril último, la exportación y la industria procesadora había comprado de 15,8 millones de toneladas de soja, levemente por debajo de las operaciones de un año atrás.
De ese total, de acuerdo con la información que releva la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, más de 10,3 millones de toneladas se negociaron con la modalidad a fijar, lo que representa 65,2% del volumen reportado.
Si bien el porcentaje descendió respecto del de marzo pasado, cuando los contratos sin precio se ubican en torno a 80%, son elevados en comparación a los volúmenes a fijar de otras campañas.
Los negocios sin precio condicionan la fluidez en la liquidación de divisas, dado que el exportador vende dólares en el mercado para hacerse de los pesos necesarios cuando le paga al productor su soja o sus cereales.
En medio de este panorama, y ante versiones de que el Gobierno analiza una suba de los derechos de exportación(fijados en septiembre en $ 3 y $ 4 por dólar) para mejorar los ingresos fiscales y evitar que esa alícuota se licue a medida que el dólar asciende, las cerealeras apuraron el viernes el registro de ventas al exterior.
Presentaron declaración de venta al exterior (DJVE) por más de 7,6 millones de toneladas de granos, en apenas una jornada en un intento por cubrirse de posibles cambios en el esquema de retenciones.
Desde el Gobierno, se descartó cualquier análisis en ese sentido, aunque en el sector agropecuario se acentuaba la desconfianza, dado que el año pasado se negó varias veces cambios en las retenciones, que finalmente se concretaron.
Hoy la mesa de enlace de las entidades rurales se encontrará con el secretario de Agroindustria, Luis Etchevehere, en una reunión pactada con anterioridad en el marco del plan oficial "Cosecha segura".
No obstante, el tema retenciones seguramente será de la partida.
