Desde la última década del siglo pasado, la producción de dibujos animados amplió sus horizontes y dejó de estar completamente destinada a los más chicos. El humor "de adulto" era todo un universo para explotar, y la comedia animada tenía a su alcance un sinfín de recursos para aprovecharlo.
Como la audiencia cambia, el producto también, por lo que los elementos que se conjugan en una serie de este estilo mutaron en su constitución. Al mismo tiempo, con el pasar de los años, se fue indagando en nuevas formas de realización y las temáticas abordadas fueron cada vez más amplias.
Si algo pueden tener en común casi treinta años de dibujos animados para una edad "madura", es que sus mensajes y argumentos estuvieron signados por su relación con la coyuntura social y política de la época.
El cambio de audiencia de un público más chico a uno más grande en la franja etaria, obligó a repensar las técnicas de dibujo y de diseño de guión. El estilo fue cambiando a lo largo de los años y probó de todo, mientras que los chistes de doble sentido y el humor negro fueron pilares fundamentales de la argumentación.
Desde los primeros pasos en televisión al catálogo on demand, los dibujos animados son elegidos por muchas personas que, por varias razones, siguen el camino que empezaron desde chicos, viendo a su personaje favorito meterse en aventuras cada vez más relacionadas con su propia realidad.
Los 90, una nueva forma
En esta década, un nuevo mundo tomaba forma y con él una cultura mediática tomaría un empujón clave de cara al nuevo milenio. En este contexto, MTV tomaría protagonismo con una serie que acompañaría a los excluidos: "Beavis and Butthead", creada por Mike Judge en 1992.
Los protagonistas de este programa pasaban su tiempo sentados en un sillón analizando videos musicales y consumiendo productos televisivos, además de distintas situaciones controversiales.
Este dúo adolescente se hizo carne de conductas criticadas por el sistema: con lenguaje violento, irreverente, Beavis y Butthead eran una clara de muestra del ciudadano que se estaba formando bajo la tutela de la tv.
Este mundo punk y contracultural devendría en un spin-off de uno de los personajes secundarios del show de los dos cabezones. En 1997, Glenn Eichler y Susie Lewis Lynn dieron forma a la historia "Daria", que originalmente tuvo sus apariciones esporádicas en "Beavis and Butthead"; una chica inteligente, sarcástica y hasta cínica que sostiene una clara postura en contra de la imagen de la autoridad.
Otras animaciones que se destacaron durante esta década son los bizarros "Ren y Stimpy" (1991), "Aeon Flux" (1991) y los todavía vigentes vecinos de "South Park" (1997), que siguen dando qué hablar con sus satíricas intervenciones de la cultura popular.
Tercer milenio, a la web
Cada vez más conectados a través de la web, con un televisor como mínimo en los hogares, las caricaturas tomaron ese pulso en los 2000. Tal es así que las más importantes cadenas de televisión fueron ampliando su espectro de audiencia en el género. El caso más relevante es el del espacio creado por Cartoon Network: "Adult Swim".
El formato fue creado por Mike Lazzo. Su primera programación estaba basada en cortos de dibujos clásicos sin censura alguna. Si bien su éxito fue la primera producción de la señal, "Fantasma del espacio de costa a costa" que emula una especie de talk show con personajes del espacio, arribó en 1994 pero en el primer año de la década fue cancelada.
Para el 2001, "Adult Swim" volvería con una emisión de "Películas caseras" que luego lo llevarían a mudarse de Cartoon para medir su rating. Con violencia, lenguaje obsceno y escenas de desnudos, sexo y de temas transgresores, el envío dio luz a una seguidilla de personajes predilectos: Aqua Teen Hunger Force, Robot Chicken, Black Dynamite, Laboratorio Submarino 2021, Harvey Birdman y Rick and Morty.
Mudanza on demand
Uno de los cambios más influyentes en la forma de ver contenido audiovisual fue la llegada del sistema on demand, que hizo que empresas como Netflix dieran a su audiencia todos capítulos de las temporadas en una sola entrega.
"Rick and Morty" (2013) tuvo su origen en la pantalla de "Adult Swim". Su estrepitoso éxito lo llevó a generar más de una temporada para el streaming.
Cuenta la historia de un abuelo y su nieto que viven escandalosas aventuras en viajes interdimensionales. En una suerte de parodia a las clásicas películas de "Volver al Futuro", Rick y Morty se transportan en varias realidades de ciencia ficción donde lo que se intenta mostrar no tiene nada que ver con la lógica de la vida real, por lo que juega mayor participación es la imaginación.
Desde el punto de vista del diseño, el pensamiento libre voló alto. Los dibujos eran cada vez más bizarros y se exageraban o deformaban algunas características cuando se trataba de reflejar la humanidad. Así mismo, el drama se fue acercando cada vez más a la experiencia personal. Temas como el inconsciente, la personalidad, la sexualidad y distintas condiciones psicológicas, tomaron un fuerte protagonismo en el desarrollo de los guiones.
Netflix dio forma a una de las más influyentes animaciones de época. El universo de "Bojack Horseman" fue creado por Raphael Bob-Waksberg. Un mundo en el que animales han tomado características humanas y conviven con las personas, adquiriendo roles sociales y distintas personalidades.
Bojack es un caballo actor, que tuvo su éxito en los '90 con una sitcom, pero que con la cancelación del show empezó a tener problemas con el alcohol y a fracasar en sus relaciones amorosas.
Otros dibujos animados que están en la actual programación siguen con este juego de la introspección y el descubrimiento de nuestra identidad en sociedad, signados en un mundo de tecnologías digitales. "Ugly Americans" (2010), "Big Mouth" (2017), "(Des)encanto" (2018), advierten un futuro de animaciones que seguirán investigando en los misterios e imprecisiones de la conducta humana.
