Los “descuartizadores” de Boulogne Sur Mer, trece años más tarde

Esta semana se supo que un preso podría recibir $ 350 mil del Estado a partir de una demanda. Es uno de los condenados por el caso de 2004.

Los “descuartizadores” de Boulogne Sur Mer, trece años más tarde
Los “descuartizadores” de Boulogne Sur Mer, trece años más tarde

La noche del 3 de diciembre de 2004 había sido calurosa. Mucho más en el pabellón 7 de la cárcel de Boulogne Sur Mer. Bien temprano a la mañana, un preso de más de 110 kilos y de casi un metro 90 se disponía a lavar su ropa en una de las lavanderías. Un grupo de sus compañeros de "rancho" venían de una noche descontrolada. Habían tomado alcohol y consumido pastillas Artán (utilizadas para quienes sufren del mal de Parkinson).

El preso gigante, llamado Sergio Salinas (24), lavaba su ropa cuando fue sorprendido por atrás. Lo apuñalaron más de 70 veces con facas de 35 centímetros de hoja.

Luego, ya muerto, lo llevaron hasta una lavandería en desuso y colocaron su cuerpo en una suerte de pileta.

Y comenzaron a seccionarlo en partes: la cabeza, los brazos, los muslos, las pantorrillas y el tórax conformaban las 8 partes de Salinas. Después los presos asesinos se fueron a dormir.

Los guardias del penal llegaron a las 8 de la mañana. Salinas no estaba y había sitios que habían sido limpiados con una infrecuente pasión por la pulcritud.

Las moscas dieron el dato: el zumbido de los insectos era tan potente que los penitenciarios pararon de hablar para escuchar: fueron hasta una bolsa de nylon negra, apartaron las moscas y la abrieron: estaba la cabeza de Salinas con los ojos abiertos.

A pocos metros dieron con otra bolsa -esta de color rojo-, volvieron a espantar a las moscas y cuando abrieron dieron con un torso lleno de sangre.

Luego no abrieron las bolsas restantes y dejaron que las moscas siguieran con su festín. Eran las 9 de la mañana y la temperatura casi llegaba a los 28 grados.

El más sangriento

De los cientos de crímenes cometidos en la centenaria cárcel de Boulogne Sur Mer (el año pasado, por primera vez en más de 15 años, no hubo ninguno), el caso del "descuartizado" es por lejos el más sanguinario.

No deja de ser extraño, entonces, que quienes lo cometieron y fueron condenados, eran, al momento del crimen, "vírgenes de homicidios" y más bien presos "menores". Muy pocos de ellos estaban detenidos por delitos graves como puede ser el robo agravado: casi todos estaban encerrados por hechos de poca monta, como sucesión de pequeños robos, resistencia a la autoridad y demás delitos. También casi todos se hallaban en prisión preventiva. 

El encierro los volvió homicidas.

Entre ellos estaba Enrique Montuelle, el preso que volvió a ganar la tapa de los diarios la semana pasada, cuando se conoció que la Tercera Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Minas, de Paz y Tributario le ordenaba al Estado pagarle 350 mil pesos por "los daños físicos y agravio moral" recibidos durante su estadía en la cárcel".

El juicio oral por el caso del "descuartizado" se llevó a cabo en 2007 en la Tercera Cámara del Crimen y tuvo 9 condenados. Dos como coautores y siete como partícipes primarios en homicidio simple.

Entre estos siete figuraba Montuelle. Solo que Montuelle, después del descuartizamiento, fue condenado por el doble homicidio en la misma cárcel de Boulogne Sur Mer, donde mataron a Diego Ferranti y Gerardo Gómez, dos de los líderes del motín vendimial de 2000; los crímenes ocurrieron en 2007.

El tiempo pasó y de los 9 condenados, 7 siguen presos y con escasas posibilidades de reinsertarse según explicaron desde el Servicio Penitenciario.

En el caso particular de Montuelle, el hombre está considerado "irrecuperable" y cuenta con más de 40 casos de indisciplina en el módulo 5 de Almafuerte, que es donde vive actualmente.

Uno por uno

Los dos detenidos que hoy están en libertad son Rodrigo Briceño y Marcelino Romero. Briceño quedó libre hace un año y fue condenado a 12 años por la muerte de Salinas en calidad de partícipe. De momento, no ha vuelto a cometer delitos. Marcelino Romero (40), un carpintero de Godoy Cruz que fue condenado a 15 años por el caso Salinas, también está libre y poco se sabe de él.

Nelson Lucero (36) recibió 15 años por el descuartizamiento acusado de partícipe primario. Hoy se encuentra detenido en el módulo 3A del penal de Almafuerte.

Horacio Marchán (35) recibió la misma pena que Lucero y sigue detenido. Actualmente está alojado en la sala Judicial del hospital Central ya que padece un problema hepático.

Sebastián Franco (35) fue condenado a la misma pena que los dos anteriores y ahora está detenido en el Pabellón 2 de Boulogne Sur Mer.

Cristian Tejada (35) fue uno de los condenados por el homicidio en calidad de coautor; le dieron 24 años. Es norteamericano (nació en Nueva Jersey) y a diferencia de los demás, venía de una familia sin pasado delictivo. Está alojado en el módulo 3A de Almafuerte.

Roberto Gastón Lucero (40) es el otro de los dos condenados por el homicidio de Salinas y fue quien sufrió la condena más dura: 24 años. Actualmente se encuentra detenido en el módulo 5 de Almafuerte.

Alejandro Javier López (39) recibió 20 años por el descuartizamiento de Salinas. Hace dos años fue enviando a la Unidad Penal 9 de Tucumán, su provincia de origen. Allí purga su condena.

Enrique Montuelle (38) fue condenado a 21 años por el caso Salinas y a perpetua por el doble homicidio de Ferranti y Gómez. Hace poco volvió a cobrar notoriedad a partir de su pedido de 350 mil pesos en calidad de resarcimiento.

El pedido es lícito y enmarcado en la legalidad. Pero el Gobierno va a recurrir la sentencia. "No podemos pagar ese dinero por un delincuente", dijeron en una apelación más moral que legal. Entretanto, con perpetua, Montuelle espera saber qué pasará con el dinero que ha pedido. Total, tiempo le sobra.

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