Después de que se conociera que la Justicia imputó a dos sacerdotes por abusar de niños sordos en el Instituto Antonio Próvolo de Luján de Cuyo, las declaraciones de testigos directos y víctimas no dejan de llegar a la fiscalía a cargo de Fabricio Sidoti.
El fiscal, cuestionado por su accionar en el caso de Ayelén Arroyo, dio hoy detalles del caso que conmueve a la provincia y al país.
Por el momento, hay tres detenidos: dos sacerdotes -Nicolás Corradi (82) y Horacio Corbacho (55)- y un joven discapacitado que trabajaba en el colegio identificado como José Luis Ojeda. Aunque se habla de un cuarto aprehendido.
Las primeras declaraciones que se tomaron fueron de dos testigos directos de los abusos, quienes después terminaron confesando que también fueron víctimas.
"Los llevaban a la ´Casa de Dios´, un lugar en el fondo del instituto y allí abusaban de los chicos", aseguró Sidoti.
“Los otros niños veían a través de la rendija de la puerta todo lo que pasaba”, agregó.
Desde el jueves a la noche el fiscal trabaja junto a un equipo de intérpretes y psicólogos, ya que las víctimas son sordas o hipoacúsicas en distinto grado. Algunas acusaron a los imputados de abuso sexual con acceso carnal.
"Era muy difícil para los niños porque no se podían comunicar, nadie los escuchaba", señaló el fiscal.
Las vejaciones de las que se tienen testigos ocurrieron entre 2007 y 2008. Los chicos tenían entre 10 y 12 años pero también se habla de violaciones a niños de 6 y 8 años.
Actualmente, el fiscal Sidoti trabaja con el departamento de búsqueda de personas porque las víctimas son de otras provincias, dado que eran las que se quedaban internadas durante la semana en la escuela.