“Hubo temporadas donde éramos los caramelos Arcor, estábamos en todos los quioscos”, sostiene entre risas Franklin cuando se le vienen a la memoria los primeros años de festivales y giras por el Interior del país.
Es que Los Cumpas, el dúo que crearon los hermanos Franklin y Oscar Henríquez en el '76, cambiaron la forma de hacer humor en los Festivales Nacionales, donde reinaba el costumbrismo.
Con guitarra en mano y la picardía que los caracteriza, gestaron un estilo propio, basado en las imitaciones y la gracia de lo cotidiano.
Hoy siguen vigentes y celebran sus 40 años con el humor, junto a Jorge Sosa y Daniel Aye, en un nuevo espectáculo en el Teatro Independencia.
Dos locos en escena
Cada uno con sus cualidades y diferencias, el dúo Los Cumpas creo una manera de hacer humor, que en la década del ‘80 y ‘90, traspasaron la frontera provincial, para actuar en ciudades donde pocos llegaban.
“La certeza que tengo es que recorrimos todo el país. En los primeros años, participamos de los festivales y éramos el boom humorístico de la Argentina. Fuimos a actuar a Andacollo, en Neuquén por ejemplo. Estuvimos mucho tiempo en Capital Federal. Y en el ’86 nos pusimos de moda. En ese momento había un vacío en el humor y llegamos con dos guitarras imitando a Los Biggies. Es el mismo fenómeno que se produce luego con el Flaco Pailos. Fuimos los humoristas de la gente joven. En ese momento imitábamos a Elton John, entre otros, algo impensado en el Festival de Cosquín. Y eso nos permitió continuar, aunque fuimos cambiando. Siempre contamos historias, hay un proceso del ’86 a los ’90 donde no estábamos en Mendoza”.
- Pero cada uno tiene su tarea y su impronta en la actuación...
- Siendo tan distintos con mi hermano, quedó como instalado que hay cosas que hace él, y hay cosas que hago yo. Siempre fue la mejor manera. Todo el show, la difusión es mía. Las imitaciones, recrear el humor lo hace Oscar.
Y sobre el escenario, yo llevo el hilo del show y el Oscar va metiendo los cuadros más graciosos. Oscar se desarma arriba del escenario, baila, imita. Cuando imita a Shakira la gente se muere de la risa y es la gracia que él tiene.
-Y en este nuevo espectáculo aniversario, ¿qué prepararon?
- Con Jorge y el Pocho Sosa, Daniel Aye y Fernando Ramírez, que en su momento hacían Stan y Lasky. Con los cuatro hicimos un espectáculo en la crisis del 2001 “La vendimia del ajuste”. Y a partir de ahí mantenemos una relación muy buena y hace dos años atrás, armamos “Enumorados”.
Y para estos 40 años vamos a refritar algunos fragmentos de ese espectáculo y lo vamos adaptar a los tiempos que corren. Hoy es todo precios cuidados, 2x1, descuento para jubilados, tomamos con humor lo que pasa. Jorge contará alguna historia, de Sabaira, una novia que tenía cuando era joven y nosotros no lo dejamos. Además, hablamos del amor por las mujeres en las canciones.
No hay un nombre de mujer que no tenga una canción. Y a raíz de eso, nos quejamos que las mujeres no han tenido esa deferencia con nosotros. Cuando nos han escrito nos han tratado mal (ríe).
-Cuarenta años arriba del escenario no es poco. ¿Recuerda alguna anécdota en particular que los marcó?
-No es anécdota, pero sí representa lo que vivimos en los ‘80. Un fin de semana salimos un jueves hasta Buenos Aires, luego nos llevaron en un avión a Perito Moreno para actuar con los Pimpinela. Volvimos a Buenos Aires y tomamos un auto hasta Durazno, Uruguay. El sábado volvimos y fuimos a La Banda Santiago del Estero. Y el domingo nos fuimos a Catamarca. Hicimos 12 mil kilómetros en cuatro días.
-¿Se sienten representantes del humor cuyano?
-No sé. Cacho Garay lo potenció mucho. La bandera que llevábamos es la manera de hablar, por la que nos confundían con los chilenos. Porque llamaba la atención la forma de hablar, ante el humor cordobés, el santiagueño. Nuestra tonada era distinta.
- ¿Cómo definen el humor de Los Cumpas?
-La base nuestra es la imitación y la suerte de ser buenos imitadores de cantantes, que nadie en su momento los imitaba. Siempre fuimos irreverentes en esa parte. Y luego contar historias, con la ventaja que somos dos. Uno cuenta y el otro se mueve. Hay un locutor cordobés Pepe Pivato, que dice que nosotros cambiamos el humor de los festivales. Era impensado no ser costumbrista en ese momento.
Es un humor musical y rellenado con historias cotidianas, de familia. Hace un tiempo nos alejamos del humor político, de las cargadas River- Boca. Hay tanto para hablar de la familia, que nosotros tomamos eso. Somos grandes contadores de historias.
-En la actualidad, ¿siguen actuando por el Interior del país?
-El gran recorrido nuestro es Mendoza, Santa Fe, La Pampa, Buenos Aires. Quedamos un poco lejos del Norte, pero es el proceso lógico.
Pero en Córdoba seguimos de moda (ríe). Y acá en Mendoza actuamos con todos; hemos hecho shows con varios artistas.
-¿Y el público cambió en todos estos años?
-Ahora nos sigue el público mayor. Por ejemplo en Córdoba es un público que no tiene humoristas, ahí actuamos mucho. Lo nuestro es humor de otra época; contamos historias, hacemos imitaciones. Hoy hacemos un homenaje al rock donde sumamos al Indio Solari y la gente se ríe.
Los mayores lo conocen. Pero nuestro humor es para gente mayor, los pibes no se van a reír con nosotros. Es un humor de otra época, remozado en la actualidad. Y como todo, el humor también se recicla. La sociedad vive dando vueltas. Y se repiten las historias, hoy aparecen chistes de hace 30 años actualizados.
La ficha
40 años de los cumpas
Actúan: Franklin y Oscar Henríquez, Jorge Sosa y Daniel Aye.
Día y hora: hoy, a 21.30.
Lugar: Teatro Independencia (Chile y Espejo).
Entradas: $100. En boletería del Teatro, de 9 a 12 y de 19 a 21.