Durante el puerperio se produce una recuperación del útero al estado anterior al embarazo y una adaptación del organismo a esta nueva situación. Al principio mancharás como una regla y progresivamente esa secreción (loquios) irá disminuyendo y cambiando de color, pasando por colores similares al rojo, marrón y amarillo.
En general, no tienen olor desagradable. Si lo tuvieran, puede significar que se está produciendo una infección; en este caso, la consulta médica se hace imprescindible. Esta situación, tiene una duración variable según cada mujer aunque lo normal es que dure entre 20 y 40 días.
En algunas ocasiones se producen las contracciones del útero que se llaman “dolores de entuerto”, porque el útero se contrae para retomar su tamaño habitual. Esto se produce especialmente cuando se amamanta al bebé, pues se segregan hormonas que lo contraen.
Dentro de las 72 horas posparto, con la bajada de la leche, puede ocurrir que se tenga temperatura de 37,5 ºC. Si es mayor se debe consultar.
Los cuidados
Generales. Durante 10 días debés guardar reposo moderado, sobre todo si fue cesárea. Debés vigilar la temperatura, debiendo ser siempre inferior a 37,5 ºC. Si es superior a los 38 ºC, con escalofríos, dolor en el vientre o pérdidas de sangre malolientes es importante consultar al obstetra porque puede deberse a una infección uterina.
Otras veces, cuando no es más de 37,5 ºC, se produce por la tensión mamaria ante la bajada de la leche (entre 2 ó 3 días después del parto). La alimentación debe ser sana, sin picantes, especias, vinagres y grasas animales.
Como, generalmente, es difícil ir al baño (constipación) es importante incorporar vegetales, frutas, fibras y tomar mucho líquido (agua, leche, jugos, caldos). Evitar el tabaco, el alcohol y consumir drogas (pasan por la leche al bebé). Podés utilizar una faja abdominal de compresión moderada y paulatinamente realizar ejercicios suaves para que los tejidos vuelvan a la normalidad.
Del Periné. En caso de parto vaginal, si se ha realizado una episiotomía, notarás en los primeros días molestias en la zona perineal que irán desapareciendo paulatinamente. Podés ponerte una bolsa de agua fría o de hielo y en ocasiones será preciso algún analgésico. Los puntos caen solos.
Deberás tener presente: lavarte tres a cinco veces al día con agua templada y algún jabón neutro. Se puede aplicar un antiséptico. Debés secarte (excepto con algodón) usando una compresa normal. En estas circunstancias nunca deben usarse tampones vaginales. Procurá mantener la menor humedad posible.
En caso de operación cesárea, retirar el apósito de la herida, limpiarla suavemente con un antiséptico y colocar un nuevo apósito de modo que siempre esté seca. Podés ducharte todos los días.
De los pechos. Es importante lavar los pezones al menos una vez al día con agua y un jabón neutro, secando bien sin frotar. Podés limpiarlos antes de cada mamada con una gasa empapada en manzanilla. Después de dar de mamar, mantenerlos bien secos y cubrirlos con algo apropiado. Se recomienda utilizar corpiño de algodón y usar alguna crema para prevenir las grietas.
Si tuvieras muchas molestias con la subida de la leche, a veces podés precisar un sacaleche. Esto sólo sucede durante los primeros días, ya que la producción se adapta a lo que va demandando el bebé.
Preguntas frecuentes
Después del parto, son muchas las dudas que embargan a la mamá relacionadas con su bienestar:
La anestesia me ha provocado dolor de espalda, ¿se me pasará?
La lumbalgia post punción es una de las posibles complicaciones de la anestesia epidural, pero ocurre rara vez. Evitar las malas posturas ayuda a la desaparición del dolor.
¿Cuándo volveré a tener sensibilidad en la zona de la cicatriz de la cesárea?
Es normal que durante unos dos meses notés “acorchada” la zona de la cicatriz. Para realizar la incisión, en especial la que se realiza de manera transversal (la llamada de “Pfannenstiel”) se cortan terminaciones nerviosas y éstas tardan en regenerarse.
Si te hacen una incisión vertical, cada día menos utilizada, sólo en caso de urgencia, desde el ombligo hacia el pubis, la falta de sensibilidad será poco acusada, ya que las terminaciones nerviosas seccionadas son mucho menos.
¿Cuándo volveré a tener la regla o menstruación?
Dependerá de si estás dando o no de mamar a tu bebé. Si la lactancia es exclusiva, es normal que vuelvas a menstruar en unos 5-6 meses después del parto. Pero ¡ojo! eso no significa que no estés ovulando y puedas quedarte de nuevo embarazada si no tomás medidas.
Si no das de mamar, la regla volverá en alrededor de 30-40 días. De no ser así, deberás consultar al especialista. Tampoco te extrañe que las menstruaciones sean diferentes a las de antes de quedarte embarazada.
¿A qué se debe el estreñimiento?
Hay varias razones: los músculos abdominales quedan muy relajados tras el parto. El alto nivel de progesterona del embarazo reduce el movimiento intestinal, y si te han practicado una episiotomía, sentirás miedo al dolor que se agrava si han aparecido hemorroides.
Por tanto, debés aumentar la cantidad de fibra ingerida, beber agua de forma abundante y procurar movilizarte lo antes posible. No recurrás al uso de los laxantes sin consultar al médico si estás dando de mamar.
Mis relaciones sexuales, ¿serán dolorosas?
Es uno de los miedos más extendidos. Tal vez te resulte algo más molesto las primeras veces. Y tiene su explicación. La episiotomía ha podido cerrar un poco más la entrada de la vagina y además, si estás dando de mamar, el descenso de los estrógenos que acompaña la lactancia, produce sequedad vaginal. Con una crema lubricante adecuada y unos primeros contactos suaves, tus relaciones mejorarán.
Hablá con tu pareja y expresale tus temores y tus sensaciones. La comunicación en esta etapa es más importante que nunca.
Relaciones sexuales tras el parto: ¿cuánto esperar?
Como regla general, se recomienda esperar 40 días después del parto. Esto permite que el cuello del útero se cierre por completo y evita una posible infección debido al ascenso de las bacterias por la vagina. En el caso de cesárea, a veces es posible reanudar las relaciones sexuales unos días antes.
En el embarazo me aparecieron várices, ¿mejorarán ahora?
Las várices son venas dilatadas que surgen en la gestación por varios motivos: el cambio hormonal, la congestión que produce el útero aumentando sobre las venas situadas en la zona pélvica y abdominal, y la cantidad de sangre extra que circula por tu cuerpo.
Después del parto, estas circunstancias desaparecen y la circulación mejora, y con ello, las várices se reducen. Sin embargo, si ya te han aparecido, es difícil que tus piernas vuelvan a lucir libres de ellas. Se verán menos, porque estarán menos llenas de sangre.
La maternidad es un sueño, pero me siento triste. ¿Por qué?
Siete de cada 10 madres experimentan esta tristeza después del parto por cambios neuro-hormonales. Desde un punto de vista psicológico, esta emoción se asocia con el miedo y la ansiedad, que pueden afectar el estado de ánimo de la mujer.
La situación se agrava en el caso de embarazo con problemas médicos, parto difícil y la inseguridad en relación con el cuidado del bebé.
Es necesaria la consulta médica. Hay una situación más grave, que es la depresión postparto. Conduce a gritos compulsivos, tristeza,
Agotamiento y mucha inseguridad. En este caso, la mejor ayuda es el profesional especializado. Los medicamentos pueden ser necesarios, pero nunca te automediqués.
¿La diabetes gestacional puede convertirse en un problema para siempre?
La diabetes que aparece asociada al embarazo desaparece cuando desaparece el motivo que la provoca: la gestación. Lo que ocurre es que, debido a las pruebas específicas que se realizan durante el embarazo, se descubre diabetes que estaba oculta.
De ahí que después del parto tu médico controlará tus niveles de azúcar durante unos meses, para comprobar si la diabetes era realmente gestacional o ya la sufrías de antemano. En ese caso, tendrás que acudir a la consulta del especialista para que te prescriba el control y tratamiento adecuado.
Durante el embarazo sufrí anemia, ¿debo continuar ahora tomando suplementos?
Sí, ya que con la pérdida de sangre que se produce en el parto la situación suele agravarse.
Al toser o estornudar tengo escapes de orina, ¿son normales?
En cierta medida, sí. Ten en cuenta que el parto, si ha sido vaginal, ha producido una gran distensión de los músculos que soportan la vejiga y necesitan tiempo para volver a la normalidad. Pero pasadas las primeras semanas, los escapes deben ceder. Si no es así, podrías considerar que tienes una incontinencia urinaria, y deberías acudir a la consulta especializada.
Para prevenirlo, continuá con los ejercicios Kegel, que deberías haber practicado durante el embarazo. Consisten en contraer los músculos del periné manteniéndolo así unos segundos y relajándolos después. Se repite la secuencia 10 veces por vez.
Se me cae el cabello, ¿lo recuperaré?
Durante el embarazo, debido a los cambios hormonales, se produce un aumento del número de folículos que inician su crecimiento, lo cual se traduce en una mayor cantidad de cabello.
Pero después del parto, los niveles hormonales también varían y provocan en este caso, lo contrario, es decir una caída del pelo a los 2-3 meses, que puede prolongarse durante el primer año. También podés notar en este tiempo un cabello sin brillo. Evitá los teñidos, decoloraciones o moldeados, que debilitan el cabello.
¿Se puede hacer régimen después del parto?
Durante el puerperio no es el momento de seguir dietas estrictas. Debés tener paciencia si éste no es tu primer embarazo. Tené en cuenta que los músculos abdominales se han distendido en varias ocasiones, y puede ocurrir que aunque recuperés tu peso anterior, no puedas volver a lucir tu ropa de antes, ya que tus medidas habrán cambiado.
Si no has engordado más de 10-13 kilos y seguís una dieta equilibrada, estarás en tu peso de antes en unos 2-3 meses aunque des el pecho. Por otro lado, si das de mamar, es común que adelgacés de forma natural durante la lactancia. La leche absorbe calorías.
Cuándo consultar...
Temperatura superior a 37,5 ºC.
Sangrado más de lo normal o secreción maloliente.
Dolor intenso en algún punto localizado de las extremidades inferiores.
Dolor intenso e inflamación en las mamas acompañado de fiebre.
Decaimiento excesivo, tristeza o rechazo hacia tu hijo (es normal en los primeros días tras el parto un cierto grado de "depresión" o ansiedad).
Visitá al obstetra a la 1a y 4a semanas del parto para revisión general y de la herida en caso de cesárea, así como para un control analítico y consejos de planificación familiar. Pasado ese tiempo, podrás comenzar con clases de recuperación posparto para rehabilitar la musculatura abdominal y perineal, y prevenir la incontinencia urinaria.
Esta nota es un aporte de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Mendoza.
