Si un hincha universal tiene San Lorenzo, favorito junto al Real Madrid en el Mundial de Clubes, ese es sin duda el papa Francisco, que nunca ocultó su pasión por un club que ha ganado todavía más popularidad desde que Jorge Bergoglio fue elegido en marzo de 2013.
El inicio de su Papado coincide además con el momento más dulce de la historia de la entidad, que ha encadenado el título del Inicial de 2013 con el de la Copa Libertadores, el único de su historia en el gran torneo suramericano. Y con ello, su clasificación para el Mundial de Clubes de Marruecos.
El estadio actual de San Lorenzo, el Nuevo Gasómetro, está situado en el distrito donde nació y vivió el actual pontífice hasta los 20 años.
Desde muy joven su afición al fútbol y a San Lorenzo dejaron huella en su carácter y a medida que iba escalando en la jerarquía de la Iglesia Católica esa pasión se hacía más pública.
Fue él el elegido para bendecir la capilla del club y allí afirmó que su segunda Biblia era “El Libro de Oro de la Historia de San Lorenzo”, una anécdota que los hinchas recordaban con orgullo cuando la fumata blanca anunció hace casi dos años el Papa que iba a sustituir a Benedicto XVI tras su renuncia, un argentino desconocido para muchos en el mundo pero que desde entonces es el mejor embajador del club.
El Papa, que según San Lorenzo paga “religiosamente” su cuota social al club y que tiene el número de socio 88.235, ha podido, desde su despacho vaticano, disfrutar de los últimos éxitos del equipo, empezando por el torneo Inicial de 2013. “¡Qué alegría!”, exclamó Bergoglio cuando le informaron del éxito del ‘Ciclón’, tras un empate 0-0 con Vélez Sársfield.
Pero en agosto de 2014, San Lorenzo tocó el cielo con su primera Copa Libertadores y Francisco disfrutó de nuevo desde la distancia, esa vez en un viaje a Asia. “San Lorenzo es el equipo de mi familia. Mi padre jugó en su equipo de básquet.
Y cuando éramos niños, íbamos con mi madre” al estadio, explicó entonces. Días más tarde pudo recibir en audiencia en el Vaticano al club de sus amores.
La relación Francisco-San Lorenzo ha sido por lo tanto en estos dos últimos años muy estrecha, hasta el punto de que el equipo anunció en setiembre que su nuevo estadio, en el barrio de Boedo, se llamará “Papa Francisco”.
El reto del Mundial de Clubes supondría una nueva alegría para los hinchas “Cuervos” y para el líder de los católicos en general, que seguirá el torneo desde Roma.
Si Francisco es sin duda el hincha más universal y relevante del club, no es el único ilustre: el actor estadounidense Viggo Mortensen es otro Cuervo declarado.
Mortensen, nacido en Nueva York hace 56 años de padre danés y madre estadounidense, vivió de niño en Argentina y Venezuela, pero fue en Buenos Aires donde su familia se instaló hasta que él tenía 11 años. Cuando sus padres se divorciaron regresó a Estados Unidos, pero su infancia argentina le marcó de por vida.
Fue siendo niño cuando se aficionó al fútbol y a San Lorenzo, una pasión de la que sigue haciendo gala y de la que disfruta cuando viaja a Argentina, asistiendo a la cancha. En entrevistas, ‘Guido’ Mortensen ha revelado que durante el rodaje de la saga “El señor de los anillos” lucía en ocasiones la camiseta de San Lorenzo debajo del traje de su personaje.
En la ceremonia de los Oscar de 2008, el neoyorquino era candidato a mejor actor protagonista por “Eastern Promises”, de David Cronenberg, pero el premio fue para Daniel Day-Lewis
No pudo por lo tanto lucir la bandera de San Lorenzo en el escenario, pero en una fiesta posterior a la gala posó para una fotografía con la misma, poniéndola sobre el vientre de la actriz Cate Blanchett, entonces embarazada.
Ese mismo año, con motivo del centenario de San Lorenzo, viajó a Argentina para participar en los festejos con otros 15.000 hinchas del ‘Ciclón’, del que es oficialmente embajador.
Y con éxitos de San Lorenzo en los últimos meses, Mortensen ha podido pasearse con orgullo por los mejores festivales del mundo. En mayo presentó en Cannes una película argentina, “Jauja”, de Lisandro Alonso, mostró en la alfombra roja un cartel en el que, con letras azulgranas, se podía leer “Queremos la Copa”, en alusión a la Libertadores que finalmente se ganó.
Y Mortensen pudo lucir en el festival de Venecia, donde presentaba la francesa “Loin des hommes”, una bandera argentina con imágenes del club y el dibujo del trofeo recién conquistado.
Además dijo que le gustaría invitar al papa Francisco a la posible final del Mundial de Clubes entre San Lorenzo y Real Madrid. En setiembre, Viggo Mortensen presentaba de nuevo “Jauja” en una gran cita, en el festival de San Sebastián en España, y allí volvió a presumir de su equipo de fútbol.
Ante la cámara oficial del festival, escribió “Aguante, Ciclón” y posó con un termo con el escudo de San Lorenzo, que utiliza para preparar mate en las largas sesiones de entrevistas.
Ahora, en Marruecos recibió incluso un premio honorífico, un buen presagio para lo que puede esperarle allí a San Lorenzo.
