El departamento vive el día a día con una intensidad que no se veía hace mucho tiempo. Es tema de charlas en cafés, aulas y hasta en la cola del banco. Deportivo Maipú y Gutiérrez Sport Club están en boca de hombres y mujeres (porque ellas también opinan). “Nos vamos a salvar, Irma”, dice al pasar Zulema a una vecina, mientras camina hacia su trabajo.
Del otro lado, la mujer asiente con un movimiento de cabeza. Es la esperanza celeste la que lleva a esta abogada a repetir la oración que se oye como un ritual en muchas esquinas. Del otro lado está Mario, mecánico de profesión, quien charla con un cliente que tiene prisa hasta el momento en que se toca el tema “Deportivo Maipú”. Ahí se enciende y olvida las agujas de reloj. “Si ganamos este fin de semana, clasificamos”, anuncia.
Así se vive este Federal A de fútbol, donde los dos equipo departamentales comparten por primera vez la categoría. Quedan cuatro fechas para el final, cuatro escalones (para el Cruzado serán tres porque aún no tuvo su fecha libre) para saber que destino le espera a cada uno.
Miran hacia arriba...
Con 14 unidades, hoy el Celeste se está metiendo en la próxima fase del torneo: ocupa la última plaza que llevará a cinco equipos a la Tercera Fase.
Deportivo Maipú, con 11 puntos, espera un tropiezo de algunos de los equipos que están por encima para colarse en ese selecto grupo que podría llevarlo a seguir peleando por la chance de ascenso.
Gutiérrez tiene por delante un fixture por demás complicado. Deberá enfrentar a tres rivales que están por encima en la tabla y a otro que le viene pisando los talones. Lo que haga en condición de local parece fundamental para las aspiraciones del conjunto de Alejandro Abaurre.
Mientras, la expectativa botellera deberá chocar con dos candidatos a la siguiente ronda y un rival que pelea por no descender. Además, claro, tiene fecha libre, algo que complica sus chances.
...y también hacia abajo
Lo curioso del caso es que en la tabla general, Gutiérrez aún intenta despegarse de la zona roja. Maipú, dos puntos por encima, también pretende evitar sobresaltos que nadie imaginaba en el inicio de la temporada.
Cuatro fechas para el final, doce puntos en juego (9 para el Botellero) y la esperanza pintada de diversos colores. Definitivamente, el departamento está convulsionado.