Una mirada entre optimista y realista. Así puede resumirse la percepción de los argentinos sobre su poder adquisitivo, incluída una leve mejora de la situación económica futura y un deterioro de esa noción acerca de la compra de bienes durables a raíz de una inflación que, a criterio de los consumidores, estará lejos de aflojar en los próximos meses.
Es al menos lo que se desprende del Índice General de Expectativas Económicas (IGEE) medido mensualmente por la consultora Kantar TNS. El valor pondera, además, cómo preciben la situación actual, la futura y la capacidad de compra, tres ítems a los cuales les asigna un crecimiento, respecto a febrero de 2017, de entre 2% y 19,7%.
“Comparando la variación interanual con febrero de 2017, que fue el mes más bajo de los últimos 2 años, el IGEE mostró un repunte positivo del 10%, que aún no logra convertirse en un impulsor de consumo”, explicó Mercedes Ruiz Barrio, investigadora senior de Kantar TNS al analizar el último índice.
La sombra de la inflación
El estudio también señala que la amplia mayoría de los consultados espera un incremento en los precios en los próximos meses, aunque manteniéndose la situación económica personal en niveles adquisitivos similares al año anterior.
En líneas generales, el marco de estabilidad general (aún con mejoras interanuales en algunos componentes) los datos están por debajo de los niveles máximos obtenidos en los últimos 12 meses.
Principalmente en lo referente a la oportunidad de compra de bienes durables como, por ejemplo, heladeras, lavarropas o teléfonos, que en el último mes, de acuerdo a Kantar, cayó 2 puntos porcentuales respecto a enero de este año.
A la hora de ponerle cifras a la expectativa inflacionaria, la mayoría de los encuestados (73%) coincidió en que habrá que enfrentar aumentos generales de precios en los próximos meses. Según Ruiz Barrio, “el dato que marca un crecimiento respecto a los últimos dos años”.