Los recientes comicios de medio término en Estados Unidos, que volcaron el Congreso y varias gobernaciones hacia los republicanos, zanjaron la puja legislativa y abrieron paso al ajedrez político preelectoral, en el que los partidos ya buscan definir quién sucederá a Barack Obama, el gran perdedor del martes pasado.
Los republicanos, ganadores de la jornada y convencidos de representar la primera opción para ocupar el sillón de la Casa Blanca, tienen en ronda varios nombres, entre los que sobresalen el ex gobernador de Florida, Jeb Bush; el de New Jersey, Chris Christie; el senador por Florida, Marcos Rubio; su par por Kentucky, Rand Paul; y el gobernador de Wisconsin, Sacott Walker.
Entre quienes ya contemplan participar del complejo sistema de primarias que definirá al candidato - y que arrancará recién en febrero de 2016- Paul, un republicano que se define como "libertario", es uno de los claros favoritos, según informa la cadena CNN en su versión web. Hijo de Ron Paul, veterano político estadounidense que se presentó tres veces a las primarias presidenciales del Partido Republicano, Rand cuenta con una base de jóvenes partidarios muy motivados, muchos de los cuales se muestran con remeras con su imagen.
Elegido senador en noviembre de 2010 con el apoyo del ultraconservador Tea Party, Paul centró su campaña en la defensa de los derechos individuales y es uno de los críticos de los programas de vigilancia electrónica de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), tema por el que frecuentemente se enfrenta a sus colegas partidarios
. El dos veces ex gobernador de Florida Jeb Bush, en tanto hijo y hermano de ex presidentes, aseguró que decidirá a fines de este año si finalmente se presenta a las primarias republicanas para ser candidato a la Presidencia en 2016. El congresista Ryan es, según los sondeos, uno de los candidatos que más posibilidades tiene de enfrentarse a Paul en su carrera por la Casa Blanca. Ryan es un joven político en ascenso e impulsor del conservadurismo fiscal, líder de una nueva generación de ideólogos económicos dentro de su partido y con gran apoyo de Tea Party
. Dirige el Comité de Presupuestos de la Cámara de Representantes y ha sido el ideólogo de un plan para reducir el déficit público.
Christie, de 44 años de edad, representa por su parte a Wisconsin en el Congreso desde el año 1999, cuando tenía 28 años. Presidente del Comité de Presupuestos de la Cámara de Representantes, es la gran esperanza para un ala republicana moderada cada vez más acorralada por los sectores más conservadores del partido.
Sus recetas para bajar el desempleo y equilibrar el presupuesto en su estado le granjearon la admiración de todo el partido, aunque el ala más conservadora no le perdona su aparición junto al presidente Barack Obama, seis días antes de las elecciones de 2012, cuando el huracán "Sandy" azotó la costa este.
Si bien el latino senador republicano de Florida Marco Rubio no se jugaba nada en estas elecciones y su estado era uno de los 24 que no votaba gobernadores, igual se ubica entre quienes inician en este etapa post electoral su carrera hacia la Casa Blanca. Sus colegas republicanos consideran que reúne los principios conservadores que caracterizan al partido, pero al mismo tiempo con las ideas progresistas que conducen a alcanzar el verdadero sueño americano
. Además, el conservador Rubio forma parte del grupo bipartidista de ocho senadores que delinearon recientemente los principios para alcanzar una reforma migratoria en Estados Unidos.
Por su parte, entre los demócratas la condición de indiscutibe favorita lo tiene la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, quien sin embargo también deberá zanjar su candidatura con otros postulantes, como el vicepresidente Joe Biden; el gobernador de Maryland, Martin O'Malley; la senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren; y su par por Vermont, Bernie Sanders.
Entre las posiciones políticas más controvertidas de Clinton se destacan sus declaraciones de junio pasado, cuando en medio de la crisis de los niños migrantes en el sur del país dijo que el gobierno "debería deportarlos", una declaración que la puso en conflicto con los hispanos.
Durante el último año y a diferencia de 2008 cuando se distanció de reivindicaciones de su género, abrazó temas como el derecho al aborto, el acceso a la anticoncepción y la licencia paga por enfermedad. Si bien no surge aún entre los demócratas un claro rival de la ex primera dama, el gobernador O'Malley, quien reúne un fuerte prestigio por sus políticas sociales y económicas en su estado natal, se ubica bien proyectado.
Los votantes demócratas vienen sosteniendo que una pelea no muy radical en la nominación sería "saludable para el partido y el proceso primario". Según coinciden analistas consultados por los principales medios estadounidenses, las posibilidades de Clinton de perder la nominación son pocas, pese a que sus números en las encuestas cayeron en general desde que dejó el Departamento de Estado.
Las encuestas también muestran que su reputación es la más robusta entre los demócratas de lo que era hace seis años y su ventaja sobre sus potenciales competidores es aún más grande.