Muchos científicos de la época se horrorizaron ante las afirmaciones de Jane Goodall. Considerada una amateur -aún no obtenía su doctorado-, argumentaron que estaba inventando rasgos de personalidad en los animales.
Goodall, ahora de 83 años, dijo en una entrevista telefónica el lunes desde su casa en el Reino Unido que los científicos pensaban "que era culpable de la peor forma de antropomorfismo".
Sin embargo, el tiempo ha confirmado sus descubrimientos.
Los chimpancés que viven en libertad tienen personalidades similares a los que están en cautiverio, y ambas se superponen con rasgos que son comunes en los humanos, confirma un nuevo estudio publicado en Scientific Data.
Las nuevas observaciones de los chimpancés en Gombe actualizan una investigación sobre la personalidad realizada con 24 animales en 1973, y ahora incluye a más de 100 chimpancés más que fueron evaluados hace unos cuantos años.
En el estudio anterior los alumnos de posgrado valoraron a los animales de forma individual, y en el último lo hicieron asistentes de campo de Tanzania, en cuanto a rasgos de personalidad como simpatía, extroversión, depresión, agresión y autocontrol.
Los investigadores usaron distintos cuestionarios para evaluar los rasgos de los chimpancés en ambos estudios, pero la mayoría de los tipos de personalidad fueron uniformes en ambos.
Estos rasgos observados en los chimpancés en libertad coinciden con los vistos en animales en cautiverio, según los hallazgos del estudio, y son similares a los descriptos en las personas.
Goodall, que está promoviendo un nuevo documental llamado Jane, sobre los días iniciales de su investigación, dijo que no está sorprendida. Sabía a partir de sus experiencias infantiles con cobayos, tortugas y su perro favorito, Rusty, que los animales tienen personalidades que nos son conocidas.
"Sinceramente no creo que puedas estar cerca de cualquier animal sin darte cuenta de su muy marcada personalidad", dijo.
Clive Wynne, profesor y director del Laboratorio de Ciencia Canina en la Universidad Estatal de Arizona, en Tempe, quien no participó en la investigación, dijo que el estudio ofrece un "retrato verdaderamente rico" de las coincidencias entre especies.
"Respalda y refuerza muchas cosas que asumimos sobre la personalidad animal que rara vez se establecen con tal grado de seguridad en poblaciones sustanciales en libertad", dijo Wynne, quien está de acuerdo en que los perros, su área de especialización, también tienen rasgos de personalidad similares.
Robert Latzman, profesor asociado en la Universidad Estatal de Georgia, que no participó en el estudio, dijo que su investigación con chimpancés en zoológicos siempre ha dejado abierta la pregunta sobre si los animales en libertad son de alguna manera diferentes.
"Lo que es emocionante de estos datos es que de cierta forma sugieren que los simios silvestres se parecen mucho a lo que esperaríamos en términos de rasgos básicos de temperamento y continuidad de esos rasgos, y no sólo me refiero a los chimpancés en cautiverio sino también a los humanos", dijo. "El trabajo en un ambiente natural subraya cuán similares a los humanos son estos animales".
Alexander Weiss, quien dirigió el nuevo estudio, sostuvo que estaba particularmente interesado en examinar los rasgos de personalidad de los animales en libertad.
Sus hallazgos siguen la línea de investigaciones previas que ha llevado a cabo con chimpancés en cautiverio.
"El hecho de que estemos mostrando esta uniformidad en el ambiente natural es bueno, pues nos permite sacar conclusiones más generales", dijo Weiss, catedrático sénior en la Universidad de Edimburgo. "No es sólo estar en un zoológico lo que provoca que estos rasgos individuales sean estables".
También comentó que los datos básicos del estudio estarán disponibles públicamente para que otros científicos puedan usarlos en sus propias investigaciones.
Aunque la mayoría de los animales evaluados en 1973 habían muerto para cuando se realizó el reciente análisis, el estudio también concluyó que los rasgos de personalidad de un animal por lo general se mantenían a lo largo del tiempo.
Goodall dijo que eso coincide con lo que ella también ha visto. Ahora sólo visita Gombe dos veces al año, y sólo siguen vivos dos animales de la época en que realizó sus afirmaciones.
Una, llamada Gremlin y madre de unos mellizos, ha cambiado un poco, dijo Goodall.
"Creo que la principal diferencia en su personalidad es que ha ganado seguridad a medida que ha envejecido, igual que sucede con la gente", dijo.
Goodall comentó que le gusta que los investigadores todavía descubran cosas interesantes en Gombe, y aprovechen la experiencia de los trabajadores de campo de Tanzania.
Y, por supuesto, está contenta de que la perspectiva académica haya cambiado desde los tiempos cuando le decían que sólo los humanos tenían personalidad, mente y emociones.
"Hoy en día puedes obtener tu doctorado estudiando la personalidad animal. Creo que hemos cerrado un círculo", dijo. "Reivindico totalmente todo en lo que siempre he creído".