"Le pediría más seguridad para ir tranquilo al club que está a la vuelta de mi casa, solo o con mis amigos”... “Le pediría por la gente que se queda sin trabajo en la viña como mi papá”... “Le pediría que tengamos más talleres para aprender y espacios deportivos”... “Que diga la verdad de lo que va a hacer”...
Agostina, Brunela, Martina, Costanza, Juli, Lucía, Ana Laura, Yuliana, Julieta, Anita, Rocío, Iván, Ceferino, Ignacio, Ismael, Nicolás y Luciano tienen entre 10 y 13 años; cursan quinto, sexto o séptimo grado de la primaria; viven en distintos puntos de nuestra provincia: algunos de zonas rurales y otros de zonas urbanas.
Cuentan lo que charlan en la casa o en la escuela y lo que escuchan en televisión pero, ante todo, hablan de lo que les preocupa porque les pasó a ellos, a su familia, a sus amigos. Coinciden en que lo que hoy se vota en el país es algo así como un “desempate entre Mauricio Macri y Daniel Scioli”.
Juegan, se divierten, se ríen, hasta les da vergüenza o emoción pensar que los entrevistan para el diario. Pero a la hora de imaginarse delante del nuevo presidente, se ponen serios y con total naturalidad dicen lo primero que les viene a la cabeza.
“Me gustaría que la Argentina avance. Me gustaría un mejor futuro y más seguridad, sin tantos robos ni choques de autos”, responde sin titubear Ismael que, con sus 12 años, anticipa que quiere ser abogado cuando sea grande.
Casi en el mismo sentido opina Iván (12), un fanático del básquet que juega en la categoría “mini” de Murialdo y que le “atrae mucho Ciencias Naturales y Sociales: “La Argentina puede ser un país muy bueno; tiene muchos recursos para ser un gran país.
Quiero que la Argentina progrese y poder ir tranquilo al club... Le pediría más seguridad para ir caminando solo o con mis amigos y que no me tengan que acompañar mis papás”.
Con la misma pasión deportiva, aunque se han enfrentado en el torneo al lucir la camiseta de Petroleros, Ignacio (11) espera que el nuevo presidente “se fije más en las personas pobres, que no tienen plata, y en las escuelas que están rotas”. En tanto, su hermano de 8, Álvaro, espera su turno y agrega: “Que dé más seguridad a los niños y que no peleen (los candidatos)”.
Por su parte, Luciano -que sueña con ser futbolista y ya ha debutado en los juegos Evita- pide que aumenten la jubilación para que a su abuelo le alcance más la plata. “Yo disfruto mucho con él; hacemos muchas cosas juntos: le ayudo con las compras, a limpiar y a dar de comer a los animales porque nosotros somos del campo”, aclara el muchacho de 12 años.
Si de cuestiones económicas se trata, Anita es más precisa: “Le pediría que no haya inflación, que le rinda el sueldo a mis papás; que no haya tanta pobreza”. La niña de Tupungato, que piensa que estos temas se “charlan en familia porque son asuntos más personales” como para charlar en el colegio, destaca: “Que se acuerde de los departamentos más alejados como el mío y que no haya tanta droga”.
Otro de los futbolistas del grupo, Ceferino (12), pretende que “aumente el salario”, “que haya más trabajo en la viña” porque a su papá lo despidieron este año y “que haya más inversión en educación”.
El tema laboral también es una prioridad para Yuli (13): “Hay mucha gente sin trabajo como mis tíos que eran tractoristas”. Quiere que le “dé más atención a las personas discapacitadas”.
La escuela primero
Nico (10) insiste que “en la viña no pagan bien”. Pero su preocupación central tiene que ver con la escuela porque desde su punto de vista “es muy importante aprender”.
De hecho, cuenta que uno de sus tíos debió dejar la escuela porque “lo trataban mal” y ahora su abuelo es quien le está enseñando a leer y a escribir para que pueda salir adelante. En cambio, otro de sus tíos ha logrado trabajar en electrónica -como él quiere- gracias a que pudo estudiar.
La educación también es parte de la lista de pedidos de Rocío. Esta futura arquitecta advierte que “los niños tienen que aprender y no trabajar en las fincas” y confiesa que le duele ver a otros chicos de su edad en esas tareas.
Una de las más eufóricas a la hora de opinar es Ana Laura (11). Un poco más informada ya que vio el principio del debate presidencial, esta chica que está decidida a convertirse en profesora de Nivel Inicial y que disfruta los talleres de la jornada extendida, sostiene que quien ocupe el sillón de Rivadavia debe procurar una “educación más avanzada, de calidad” para lo que sería necesario que “haga más talleres para aprender, espacios deportivos y dé más computadoras”.
Menos robos
Brunela (13), consternada porque esta semana asaltaron a la familia de su mejor amigo, los amenazaron con armas y le llevaron el auto y plata, no duda en pedir más seguridad. Esta chica -que aún no se decide entre Abogacía, Contabilidad o Escribanía- cuenta que toman recaudos a la salida de la escuela por casos de robos que se han enterado.
En el deseo coinciden sus amigas. Agostina (12), quien aclara que la segunda vuelta es porque Macri y Scioli quedaron a pocos puntos de diferencia, y su hermana Martina (11) cuenta que en su familia sufrieron un robo cuando estaban yendo a comprar cerca de su casa. “Ante todo, más seguridad”, reiteran.
Ellos dicen...
Julieta (12). Tupungato: "Que no prometa cosas que no va a hacer."
Nicolás (10). Maipú: "Que no aumente la nafta porque por donde vivo no pasa el colectivo y mi papá me tiene que llevar a la escuela. Que dé bicicletas a los que no pueden ir a la escuela".
Juli (12) y Lucía (11). Guaymallén: "Que haya más educación y seguridad".
Coti (10). Guaymallén: "Que se preocupe por los chicos que necesitan y que dé trabajo a los que no tienen".
