El encargado del edificio donde vivía la policía Gisel Romina Varela (33), asesinada a balazos en Mar del Plata, hecho por el cual fue detenida su ex pareja, dijo que se trató de "la crónica de una muerte anunciada", ya que el acusado estaba "obsesionado" con la víctima.
Esta afirmación la reafirmó con la divulgación de mensajes de WhatsApp donde la víctima relata hostigamiento que sufría de parte de su ex. "Vos estás en riesgo de vida porque él está enfermo. Si te llega a ver con otro hombre no sé como vaya a reaccionar", le advierte Juan Carlos, en uno de los chats que difundió Crónica.
"Sí ya sé pero no me puedo ir del país por un enfermo. No es justo", respondió resignada Gisel.
En la puerta del edificio en el que residía Varela, situado a una cuadra y media del lugar del crimen, Juan Carlos contó al canal TN que diariamente el acusado Sergio Alejandro Cejas "violaba la perimetral" que le había impuesto la Justicia.
"Gisel me llamó por WhatsApp el domingo para ver si estaba todo bien porque el miércoles yo lo saqué (a Cejas) de acá a las diez menos veinte de la noche y el jueves también", recordó el encargado.
"Violaba la perimetral todos los días. Ya lo conocían los propietarios y los inquilinos", agregó Juan Carlos, quien detalló que Cejas inicialmente empleaba artilugios para lograr que los vecinos le abrieran la puerta y poder acceder al edificio del que ya no tenía llaves.
Finalmente, el encargado recordó que en agosto pasado el acusado atacó a Gisel a golpes y cuando la policía lo detuvo encontró en su poder un juego de llaves del edificio que la mujer policía creía que había perdido pero que en realidad su ex le había "robado".
El portero recordó que la mujer policía llegó a vivir a ese edificio como inquilina, ya que el departamento pertenece a otro efectivo de la fuerza.
"Se vino a vivir acá porque su casa se había prendido fuego, creo que se la había prendido él", dijo en referencia al ahora detenido.
Luego detalló las veces que Cejas intentó ingresar al edificio sin permiso, la oportunidad en que debió llamar a la policía porque Gisel era golpeada y recordó que el pasado domingo le advirtió a la víctima que las cosas iban a "terminar mal".
"'Ya sé, me dijo, 'pero no me puedo ir de país por un loco así, cuando no pueda manejarlo me voy a vivir a Santa Clara con mis padres', pero no llegó", se lamentó el encargado.