Economía
Anses dejará de otorgar créditos a jubilados
hace 47 minutos
Más de 300 "chalecos amarillos" bloquearon desde esta mañana una vía de acceso a una autopista en Boulou, en el sur de Francia y cerca de la frontera española. Y desde ayer, en Portugal, también protestan por "mejores condiciones de vida".
En la frontera de Francia y España, los manifestantes fueron vigilados por un cordón de gendarmes que les impidió acceder al peaje de Boulou. Cerca del medio día auropea, los manifestantes fueron desalojados a la fuerza.
Junto a estos, decenas de militantes separatistas catalanes, vestidos también con chalecos amarillos y portando una bandera independentista, se habían unieron a los protestantes franceses.
Ya habían bloqueado el viernes algunas vías terrestres entre la región francesa de Pirineos orientales y Cataluña (noreste de España).
El viernes por la noche un automovilista murió al chocar contra un camión que había sido detenido en un punto de bloqueo de los "chalecos amarillos" a la entrada de una autopista cerca de Perpiñán, al sur de Francia.
Este fallecimiento eleva a diez el número de muertos vinculados con las manifestaciones y bloqueos de los "chalecos amarillos", movimiento iniciado a mediados de noviembre para exigir una mejora del poder adquisitivo, entre otras muchas reivindicaciones.
Los "chalecos amarillos" se movilizan de nuevo este sábado en toda Francia, por sexta semana consecutiva, aunque el movimiento está perdiendo fuerza en España. No así en los países limítrofes.
En el extremo occidental de la península ibérica, la semilla sembrada en las calles de París también ha prendido.
En Portugal los manifestantes se convocaron por medio de las redes sociales con gran profusión, y ante posibles disturbios, hubo un fuerte despliegue policial.
Los cortes de tráfico se dejaron sentir en Lisboa, Oporto y Braga y en menor escala, Aveiro, Coimbra y Guarda se despertaron con varios grupos de personas dificultando los movimientos cotidianos.
En la capital, los grupos de inconformistas colapsaron la céntrica Plaza Marqués de Pombal, desde donde pusieron rumbo al Parlamento. El único detenido por incitación a la violencia en las primeras horas se registró en Oporto.
Con el lema "Despierta Portugal" la población pide:
-La reducción de impuestos o el incremento del salario mínimo a 700 euros; pensiones con percepción mínima de 500 euros y se rebajen las sumas millonarias que cobran los jubilados de la política o las grandes empresas. También piden poner fin a la corrupción en el parlamento.
-Con respecto a la Sanidad y la Educación, dos sectores en guerra, como demuestran las sucesivas huelgas en curso. De hecho, el paro salvaje de los enfermeros de quirófano arrancó el pasado 22 de noviembre y se extiende hasta el 31 de diciembre, con casi 9.000 operaciones canceladas ya que solo se practican las intervenciones consideradas muy urgentes.
-Otro de los focos de protesta es ante el sector inmobiliario, que impide a miles de portugueses acceder a una vivienda digna.
