En toda la Semana Santa habrá "rosca de pre pascua". Alejandro Bermejo quería sellar la fórmula de unidad ayer y ser el precandidato a gobernador de todo el peronismo mendocino. Pero a veces querer no es poder. Uno de los problemas es la otra precandidata, Anabel Fernández Sagasti, quien se siente capaz de dar una pelea en las primarias abiertas.
El otro problema es que arreglar con el sector de la senadora nacional implica ceder espacios y del lado de Bermejo hay dirigentes que quieren preservarlos para sí.
Así es que aún todo es interrogantes. Ayer las discretas voces cercanas a la negociación hablaban de hay más chances de competencia que de unidad. Un reconocido dirigente del PJ ironizó: "Estamos ahí de un gran para hacer la PASO más ordenada de la historia del peronismo". El sábado a las 24 culmina el plazo para presentar las listas de candidatos.
El peronismo hoy está ordenado en dos grandes espacios. Uno se conforma alrededor de los cinco intendentes del PJ: Bermejo (Maipú), Jorge Giménez (San Martín), Roberto Righi (Lavalle), Martín Aveiro (Tunuyán) y Emir Félix (San Rafael).
El otro sector aglutina a las organizaciones kirchneristas alrededor de la senadora nacional Fernández Sagasti, quien aparece como la dirigente mendocina con línea directa con la líder K y compañera de bancada en el Senado nacional: Cristina Fernández. Allí revista otro nombre con presencia territorial, que aporta músculo y rosca: el ex vicegobernador Carlos Ciurca.
Esos dos espacios son los que están en la mesa de negociación. Uno aparece como un cuerpo de cinco cabezas, el otro tiene una líder visible fuerte y una mano que teje discretamente.
Negociar una lista siempre es un cálculo de probabilidades. Por eso es que las encuestas tienen importancia a la hora de sentarse en la mesa. Lo más seguro para negociar son los lugares "entrables" en las listas legislativas y de concejales. En el caso de los partidos mayoritarios, los lugares con chances son los dos primeros.
Alguien dice que “la lista sábana es siempre es corta” porque los lugares entrables son menos que la cantidad de aspirantes. Y en este caso es más corta, porque los que hoy ocupan esos cargos y que terminan mandatos los quieren retener y hay otro espacio que los reclama para firmar un acuerdo.
Los que hoy los tienen, los ganaron hace cuatro años en la primaria abierta que enfrentó al peronismo tradicional y a los "pibes" K. Esa interna la ganó el PJ tradicional con Adolfo Bermejo a la cabeza 24% a 12%.
En 2017, el PJ de los intendentes ganó otra vez la PASO a los K, pero el resultado fue más ajustado: Omar Félix sacó el 44% de los votos, el kirchnerismo el 38% y la lista del aliado actual de los K, Ciurca -con Jorge Tanús como candidato-, obtuvo 16%.
Ese resultado es el que hoy influye en la negociación.
Nadie lo dice pero parece que desde el kirchnerismo se reclama para esta elección una paridad de cargos que el peronismo tradicional no quiere entregar. NAadie quiere dar por cerradas las charlas, hay tiempo hasta el sábado para anunciar la unidad. Pero la distribución de cargos parece insalvable.