Daniel Scioli mira las encuestas y confía en ganar en primera vuelta el próximo 25 de octubre. Sus asesores dicen que en todos los sondeos de opinión que tienen a su alcance el bonaerense supera los 40 puntos que exige la Constitución nacional como primer requisito para evitar el balotaje y afirman que, además, los mismos estudios indican que Scioli tiene una ventaja de, “en promedio”, 10 puntos sobre Mauricio Macri (Cambiemos), de modo que cumple también con el segundo requisito que establece la Carta Magna para erigirse ganador en primera vuelta.
¿De dónde salieron los 2 ó 3 puntos que Scioli tiene hoy por encima del 38,7% que obtuvo en las PA SO? La respuesta que dan en el comando K es la siguiente: cosecha una parte del 5% que obtuvieron las seis fuerzas nacionales que no superaron el cedazo de las primarias y también del 3 ó 4% de ciudadanos que en agosto no fue a votar.
“El objetivo de máxima sigue siendo el mismo: llegar al 45%, por eso necesitamos sacarle votos a los otros partidos que siguen en carrera”, explican, y agregan el otro nicho al que apuntarán: “Hay un 9% de indecisos, ese es el promedio de todos los sondeos”.
Mauricio Macri cree que las tres últimas semanas de campaña serán las decisivas y confía en que cuando llegue ese momento se produzca la ansiada polarización entre él y Scioli. Según los sondeos que manejan en el Pro y también sus socios de la UCR, el candidato de Cambiemos tiene 30 ó 31 puntos de intención de voto.
Pero, a diferencia de lo que dicen en el FpV, en esta alianza opositora sostienen que la brecha entre Macri y Scioli es hoy inferior a los 8 puntos que dejaron como saldo las PASO. “Scioli no ha crecido y Mauricio está reteniendo sus 24 puntos, más lo que sacaron Ernesto Sanz y Elisa Carrió, y ha subido uno o dos puntos”, afirman. La apuesta es que el 25 de octubre, no haya más de 4 puntos de diferencia entre el primero y el segundo.
Por eso, la expectativa en Cambiemos es reducir a sólo 1 millón de votos la diferencia con Scioli, lo que inexorablemente implicará una definición en segunda vuelta. En las PASO, la ventaja del oficialista fue de 3 millones. ¿En qué sustentan estas expectativas los hombres del Pro y sus socios radicales y cívicos?
“En dos factores que golpean los dos bastiones principales del oficialismo. En el conurbano bonaerense María Eugenia Vidal está constituyéndose en un fenómeno y lleva las de ganar ante un candidato con tan mala imagen como Aníbal Fernández. Y en el Norte, lo que pasó en Tucumán fue una bisagra”, explicó un dirigente de la mesa chica de Cambiemos.
Según esta misma fuente, “en las PASO el FpV le sacó a Cambiemos 1,2 millón de votos. Nuestra estrategia es reducir esa ventaja a la mitad. Estamos convencidos que ganaremos en Tucumán, haremos una buena elección en Chaco y también en Salta. Scioli ha quedado asociado al fraude y pagará costos”, afirman.
Pero, además, Macri tiene en sus planes reforzar la franja central del país, donde le fue bien en las primarias. Buscará mejorar su performance en Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos y buscará levantar su perfil en la Patagonia, adonde le fue bastante mal. “En Capital vamos a subir algunos puntitos también”, dicen.
El tercer hombre con posibilidades es Sergio Massa, quien experimenta un buen momento ya que no ha sido golpeado por hechos escandalosos como los que afectaron a Scioli (inundaciones en su provincia, denuncias de fraude en Tucumán) y a Macri (el “affaire” Niembro).
En las encuestas que enseñan en el comando de Unión por una Nueva Alternativa (UNA), Massa ya superó el 20% que obtuvieron él (14%) y José Manuel de la Sota (6%) y, además, cosechó casi dos puntos extras.
“Estamos entre 21,7 y 22 puntos”, dicen eufóricos. Hasta se entusiasman con repetir la performance del candidato opositor brasileño Aécio Neves (Partido de la Social Democracia de Brasil), quien superó a Marina Silva (Partido Socialista de Brasil) -que figuraba en todas las encuestas mejor- y terminó segundo, detrás de Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores), a quien obligó a ir a un balotaje el año pasado.
“Somos los únicos que venimos creciendo y eso lo admiten los otros partidos. Esta es la tendencia. Vamos a sostener la misma estrategia de hacer propuestas para cada área de gobierno mirando a la gente a la cara. Los demás no pueden decir qué quieren hacer, no se atreven”, dicen los estrategas de Massa.
También Scioli buscará recorrer el mismo camino de Massa para darle profundidad a sus propuestas y romper la barrera que muchos sectores urbanos tienen con el oficialismo. Aunque su entorno se esfuerza en negar tensiones con Cristina Kirchner o Carlos Zannini, su candidato a vicepresidente, Scioli ya dio señales de diferenciación como los gestos al sindicalismo para rever el impuesto a las Ganancias si es electo presidente.
En las próximas semanas, además, sellará actas-compromiso con las 12 provincias con las que aún no lo ha hecho. La última de estas jugadas fue cuando desde Neuquén le prometió a las provincias petroleras un piso de regalías.
Macri, en tanto, reforzará sus críticas a la gestión nacional y buscará pegar -hasta que quede indisociable- a Scioli con la Presidenta. Según una fuente del Pro, el gurú de Macri, el ecuatoriano Jaime Durán Barba, les dio el okey para que tanto el candidato presidencial como sus referentes empiecen también a hacer propuestas área por área.
Sin embargo, la orden es que sean simples enunciados y que no haya demasiada profundización para evitar las repreguntas de la prensa y polémicas que puedan espantar votos de indecisos.
El efecto Tucumán genera dudas en los comandos
En el sciolismo temen a la estrategia de la oposición de desconocer los resultados de las elecciones de Tucumán. Lo dicen con todas las letras.
“El miedo es que sigan con la campaña de instalar que habrá fraude en octubre y que con ello intenten deslegitimar el triunfo de Daniel”, dicen sus asesores. Es más: en el FpV están convencidos de que la semana entrante “harán lío (los opositores) en el Chaco, buscarán instalar un nuevo conflicto para extender el manto de sospecha”. El próximo domingo, el candidato del gobernador Jorge
Capitanich, Domingo Peppo, se enfrenta a la candidata de casi toda la oposición, la radical Aída Ayala.
En Cambiemos, el temor es a que realmente haya fraude el 25 de octubre. “Hemos levantado la voz para despertar a la ciudadanía. Lo de
Tucumán fue un antes y un después”, dicen. “(Juan) Manzur no ganó por 14 puntos. Han sido escrutadas el 70% de las mesas y sólo hay dos puntos de ventaja”.
Por los votos de De la Sota
Daniel Scioli es optimista. Pese a que le fue muy mal en las PASO en Córdoba, donde tuvo su peor performance de todo el país, cree que podrá “morder” una tajada de los votos que obtuvo en las primarias De la Sota.
La principal ficha que tiene Scioli es el gobernador electo, Juan Schiaretti, quien aunque se mostró alineado a la estrategia de De la Sota de sostener su alianza con el líder del Frente Renovador, tiene buena relación con Scioli.
En el macrismo también tienen fe. “Mauricio se quedará con 450.000 votos de los 700.000 que sacó De la Sota en su provincia. El resto irá a Massa”, dicen en el Pro.
Massa confía en el acuerdo que se selló con el peronismo cordobés.