Compartir una pasión con un hijo debe ser una de las mejores cosas que pueden suceder a un ser humano. Ni hablar si ese amor por un deporte se puede trasladar a tus dos retoños y a tu esposa.
Así es la vida de los Campagna, que dieron que hablar en el Trasmontaña de mountain bike que se disputó en Tucumán donde Fabián y María Sofía se quedaron con el primer lugar en la categoría Padres e Hijas B y su esposa Susana (Campanello) como el menor de la familia, Franco, también participaron de la competencia y terminaron en el sexto lugar.
“¿Sabés lo que significa para mí que estemos los cuatro arriba del podio compartiendo esta pasión?... Para mí ya está”, cuenta Fabián con una nostalgia que emociona mientras muestra el video de la premiación, donde el animador resaltó que toda la familia recorrió los casi mil kilómetros para llegar y terminar la competencia.
Para un periodista la primera pregunta es fácil como para romper el hielo y conocer más de esta familia que decidió dejar de lado el deporte motor y empezar a mover las piernas.
“En mi casa siempre se respiró deporte. Yo venía de otra disciplina (hockey sobre patines) y mi mujer del hockey sobre césped. Después incursioné en el deporte motor (corría en cuatriciclos), pero cuando mis hijos empezaron a ser más grandes con mi mujer decidimos que teníamos que cambiar de actividad por la seguridad de ellos y así fue como compramos las bicicletas y llegamos al mountain bike por iniciativa de Franco”, contó Fabián.
Al comienzo, como todo, la idea no fue bien tomada por María Sofía: “No quería saber nada con la bicicleta, la odiaba, pero un día fuimos al Trasmontaña de 2011, me gustó el lugar y empecé... pero sin ganas”, confesó entre risas.
La relación de padre-hija no se rompe en plena competencia, todo lo contrario, se solidifica: “En las carreras él me va controlando el ritmo, me cuida mucho”.
Uno de los responsables que hoy la familia que formaron Fabián y Susana esté tan metida de lleno en el MTB, es José Olarte, el entrenador.
“Empezamos con José y él nos llevó un paso para adelante. Nos enseñó mucho en cuanto a la forma de entrenarnos y la alimentación. Hoy salimos a pedalear todos los días dos horas, salvo los sábados que lo hacemos cuatro para llegar bien a todas las carreras. No importa que haga frío, llueva o caiga nieve, se entrena igual. No lo tomamos a la liviana”, agregó Fabián.
En cuanto al auge que está teniendo el MTB, ambos tienen una postura: “Hoy está de moda y eso hace que haya mucha gente que lo esté practicando”, dice Sofía, mientras que Fabián, acota: “Los que se lo toman en serio son los que están arriba en todas las carreras. Desde que empezamos a salir a competir fuera de Mendoza, el nivel empezó a subir. Antes íbamos a las carreras a San Juan, Córdoba o Chile y nos pintaban la cara. Ahora hay un buen nivel porque nos preocupamos en mejorar”.
Si bien a ambos les gusta lo que están haciendo, tanto papá como hija saben lo que quieren: “Quiero correr hasta que las piernas me dejen. Muchas veces es una terapia porque cuando tengo problemas en la cabeza, salgo a pedalear y cuando vuelvo ya los tengo solucionados o estoy más tranquilo”, asegura él.
Mientras, Sofía tiene las cosas claras: “Deseo seguir corriendo pero no quiero ser profesional de esto, solamente que sea mi hobby. Soy ingeniera en Recursos Naturales y estoy terminando la tesis porque quiero ingresar al Conicet”, contó.
Para chicos de 23 y 25 años como Franco y Sofía es un esfuerzo no llevar “vida de jóvenes” por un deporte pero, más allá de eso, logran hacerlo: “No soy de salir mucho, pero cuando salgo lo complicado son los domingos a la mañana porque si lo hago un sábado a la noche me vuelvo temprano y no tomo nada. Cuando todos me dicen ‘¿por qué no tomás nada?’, yo agacho la cabeza y les digo porque al otro día me tengo que levantar a las 4 de la mañana para ir a correr”, se ríe Sofía.
Es que los campeones se forman y la familia Campagna es un ejemplo a seguir si se quiere soñar con algo grande.