Los cambios en la circulación y giros operados en la calle Arenales y su cruce con el Acceso Este, en Villa Nueva, entraron ayer en su cuarto día de experimentación, con muchos usuarios tomando contacto con la nueva realidad y aceptándola y con otros sumando nuevas quejas a la problemática vial.
Es que muchos han detectado que los cambios de desplazamiento sobre Arenales, con sus prohibiciones de doblar a la izquierda, y la doble mano de las laterales del Acceso, han generado que algunos embotellamientos se hayan desplazado a otras arterias transversales, como Urquiza, Soldado Desconocido (que conduce al Shopping) y José Manuel Estrada.
Uno de los inconvenientes se plantea, en horarios pico, en Urquiza para aquellos que vienen de la Ciudad por el Acceso Este. Habitantes de los barrios ubicados en las cercanías, o los usuarios que se dirigen hacia Maipú, manifestaron que se forman colas que antes no había.
Osvaldo, de profesión fotógrafo, contó que hay largas filas a partir de las 19 y hasta las 21: “Se juntan autos en la rama del Acceso, sobre Urquiza, y también en la lateral sur. He optado por no pasar por ese punto y comencé a usar Azcuénaga”.
Todo esto está ocurriendo en medio del receso escolar y se teme que los problemas se agraven sobremanera tras el primer día de clase. Sólo el Colegio Leonardo Murialdo tiene 1.400 alumnos.
“Nos insultan a nosotros, solo tratamos de ordenar”, dijeron impotentes los agentes municipales apostados allí, quienes cumplen horarios de 7 a 15 y de 15 a 23.
En las inmediaciones de Arenales todavía no hay mucha cartelería, los semáforos están intermitentes y en ocasiones algunos conductores giran a la izquierda pese a estar prohibido, haciendo caso omiso a las indicaciones de los agentes.
Sobre la circulación en doble sentido de la lateral sur, habitantes de los monoblocks del barrio Empleados de Comercio hicieron comentarios. Gladys González y su hija Raquel Pederiva, y Edith Celia Jordán afirmaron que esa calle ahora es muy peligrosa por el doble sentido de marcha y por la velocidad que algunos conductores imprimen a sus vehículos.
Se preguntaron en voz alta si no sería necesario habilitar un semáforo en la esquina de Azcuénaga y 25 de Mayo, además de colocar tachas sobre el pavimento o hacer badenes. Por otra parte, la calle, que no es muy ancha, se complica si alguien deja un auto estacionado en la mano que va al oeste, como ocurrió ayer sin que fuera sancionado su conductor.
Una delegación de emergencias médicas (ECI Guaymallén), instalada hace muy poco sobre la lateral sur, tuvo que colocar la ambulancia sobre una arteria transversal porque no pueden estacionarla frente a la dependencia. “Alguien de nosotros tiene que ir de vez en cuando a mirar el vehículo para evitar que nos roben equipamiento”, admitió el médico de guardia.
Los micros de la empresa El Cacique dejaron de circular en esta parte de su recorrido por la calzada del Acceso Sur y también utilizan la lateral sur. Sus inspectores de tráfico dijeron que todavía podían opinar hasta tanto las medidas estén consolidadas.
La conexión hacia el Mendoza Plaza Shopping, a través de la calle Soldado Desconocido, se carga en determinados horarios. Ayer al mediodía estaba operativa, pero no ocurre todo el tiempo.
Sí se apreció muy congestionada José Manuel Estrada, aunque sin llegar al colapso. Esta arteria, tras cruzar el Acceso, se convierte en Sarmiento y conduce al Mercado de Concentración de Guaymallén, entre otros lugares.
Esta última apreciación fue corroborada por personas vinculadas al sistema de taxis, como Daniel Carrión, operador de cabina de Radio Taxi.
Por la lateral norte se apreciaron algunos inconvenientes, solventados por el personal de la Agencia Vial de Guaymallén, encargados de instruir al público. Un preventor dijo que pese a la presión de la gente, en general había aceptación a la imposición de la doble línea de circulación de las dos laterales.
Mariano Travieso, tripulante de una moto de gran cilindrada, contó su peripecia, que se soluciona haciendo más kilómetros. “Para mí se complica. Una de mis travesías es de este a oeste por la ruta 7 con destino final en el carril Urquiza. Antes lo resolvía con el (eliminado) giro a la izquierda de Arenales, pero ahora debo hacer 500 metros más para entrar por Estrada y retroceder hacia Urquiza. Una posibilidad es construir ramas de salida directas a las laterales del Acceso y eliminar las actuales bajadas”, puntualizó.
En tanto, el remisero Raúl Contreras expresó que a él le pagan por efectuar los recorridos, pero sostuvo que los clientes se perjudicarán por mayores gastos en los viajes.
Y lo explicó: “¿Cómo hacemos ahora para ir a la zona bancaria o al centro cívico de Villa Nueva desde esta parada? La única forma es realizar más trayecto, ya que debemos desplazarnos hasta Tirasso o Soldado Desconocido para cruzar. El reloj va a marcar un valor más alto por el mismo servicio”. El hombre y sus colegas suelen parar sus coches en la estación de servicios Shell, frente al hipermercado Carrefour.
Entre los diversos vecinos consultados, uno admitió no entender los cambios concretados. “Como hay tanta confusión y no sé por dónde ir, he optado por ahora tomar el micro para ir a trabajar”.