Muchas veces estamos acostumbrados, cuando vamos a recitales, a encontrarnos las formaciones típicas y tradicionales de las bandas. La unión hace a la fuerza y Los Caligaris son la muestra de un trabajo cordobés que invadió nuestra provincia hace ya unos años y que cada día suma más "payasos" entre su público.
El año pasado los vimos subirse a muchos escenarios mendocinos, contagiando a esos que necesitaban una cuota de buen humor y generando asombro desde las tarimas. Lo curioso era que cada espectador que se retiraba, compartía la misma sensación a la salida del show: no dudaba de que eso que había visto arriba, lo había dado todo de sí.
Formados en 1997, pero con un primer trabajo discográfico lanzado en 2002, el grupo formado por los hermanos Martín y Diego Pampiglione al día de hoy tiene un gran número de álbumes, EPs y discos en vivo. Toda una vida dedicada a esa música formateada por un origen cirquero, que es el sello especial que los ha hecho llegar a distintos países alrededor del mundo.
"Tenemos la particularidad de haber empezado muy jóvenes. Para el primer disco, nos tuvimos que emancipar para firmar el primer contrato discográfico con la compañía. Hoy por hoy ya somos padres de familia, tipos que ya pisamos los 30 y moneda (algunos ya tienen 40) y empezamos a ver la vida de otra manera, pero acá nos mantenemos. Hemos dedicado la vida a la banda", dice Diego, a quien llaman cariñosamente "Raúl Sencillez", baterista de la banda y nacido, junto a su hermano, de la cuna del circo que tenía su familia.
Con dos años que se enorgullecen en llamar bisagras, con un primer DVD y pasando el 20° aniversario, Los Caligaris mantienen viva la llama de la tradicional fiesta cordobesa: ese apego a la cultura del festejo, de la “recortada” que pasa de mano en mano, a la acrobacia que distrae, mantiene el ojo pegado a lo que harán después. Mezclado a eso, viene la música: una fusión de ska con el cuarteto que se traduce en imágenes, en percepciones, que vemos desplegar en sus caras pintadas y atuendos coloridos.
“Hace poco me llegó el mensaje de una mamá con un hijo al que le iba re mal en la escuela, que luego empezó a escuchar a Los Caligaris y empezó a mejorar. Así también hay mucha gente que encuentra una dosis de optimismo y alegría, y ahí uno empieza a tomar conciencia de hasta dónde puede llegar a hacer bien con una melodía”. Así Diego y el grupo toman conciencia: lo que empezó a ser una intención de mantenerse gracias a hacer lo que amaban, comenzó a ser un alimento (económico y espiritual) para muchas otras personas. El comienzo de año no les da respiro y preparan una gran agenda de shows por nuestro país, comenzando este sábado por la Vendimia de la ciudad de Junín. Repasarán sus históricos hits, pero una de sus más conocidas y alegres canciones tiene un comienzo marcado en nuestra provincia: “Mendoza es uno de los primeros lugares donde una de las canciones de nuestro primer disco, ‘Nadie es perfecto’, pegó con más fuerza. Fue una especie de amor a primera vista con los mendocinos”.
Además, Diego expresa su contento por haber participado de la anterior edición de la Feria de la Música. En ese espacio, tuvieron la oportunidad de explicar lo que muchos quieren comprender: cómo un gran número de artistas funciona de una manera armónica, logrando expresar un concepto consensuado desde el principio, basado en los valores que los representan y reproducen, que van desde la alegría a la esperanza y la buena energía. Así esperan, además, armar el próximo trabajo discográfico de este año con canciones inéditas.
Espíritu circense
Las caras pintadas y las acrobacias son insignias de la banda, que surgen desde sus propias raíces, pero que cada vez pegan más en sus seguidores. El contagio al público es casi inminente y así dejan surgir nuevas ideas: "Martín (voz y guitarra) fue el primero en aparecer con el ojo maquillado porque la gente venía así. Entonces, ¿por qué no empezar a pintarnos también? El público empezó a venir caracterizado de payaso, con sus pelucas y sus caras pintadas. Que nosotros lo hiciéramos surgió de una manera espontánea, que tenía que ver con nosotros", explica Diego.
La fusión entre lo actoral y la música es su gran marca. Los sonidos podemos encontrarlos en otras bandas, como los Auténticos Decadentes y los Fabulosos Cadillacs, que los mismos cordobeses han tenido el gusto de compartir y aprender con ellos, pero ese agregado de movimiento y pasión por el divertimento los llevó a dar un gran paso.
Aclara Diego: “Cuando nos juntamos a ensayar, muchas veces no ensayamos. Nos juntamos a charlar, a debatir ideas, a traer las canciones. La cuestión circense aparece cuando queremos que cada canción tenga una historia, entonces se va incorporando. Tenemos muchos grupos de WhatsApp para decidir todo esto (ríe) y ponernos de acuerdo. Por ahí llegamos con 100 canciones, pero después nos quedan en 11 o 12”.
"Alambre" Jarmolczuk, amistad que supera kilómetros
Mendoza es una segunda casa. Los Caligaris mantienen hasta hoy en día un fuerte vínculo con la tierra del sol y el vino. Pero ningún lazo ha sido más fuerte que el que crearon con un conocido y querido periodista de nuestro suelo: Gabriel "Alambre" Jarmolczuk.
Este íntimo amigo de la banda decidió cambiar su rumbo profesional y mudarse a México para seguir su carrera. Desde los comienzos, el Alambre estuvo presente en muchas formas.
Diego recuerda hasta hoy ese oportuno momento en que la vida los cruzó e hizo surgir una nueva razón para venir a Mendoza: "En 2002 fuimos a tocar para una fiesta de la pre-vendimia en una de nuestras primeras giras. Parábamos en un departamento que estaba lleno de camas (en ese momento éramos como 20 personas). Como nosotros éramos más jóvenes y estábamos más atléticos, hacíamos la pirámide de la muerte: contaba con cuatro de nosotros que se ponían abajo, como perrito, arriba de esos cuatro se subían tres, arriba de esos otros dos y arriba de esos dos, se subía uno parado. Llegábamos a la altura de un primer piso, más o menos. Un día, cerraron la puerta del departamento y dejaron la llave adentro. La forma de alcanzarlo era justamente haciendo la pirámide. En ese momento, el departamento quedaba cerca de Rioja y Garibaldi, donde está la radio donde trabajaba el Gabi. Y justo, en ese momento, pasó por ahí y vio a un grupo de pibes trepándose. Lo primero que pensás es que estos se están metiendo a robar, pero te detenés y te das cuenta que era un truco de circo... Ahí fue cuando se frenó y después empezó una amistad tremenda. Siempre fue un amigo, y también estuvo para asesorarnos bien, escucharnos o darnos alguno consejo. Fue la tapa de nuestro disco 'Transpirando Alegría', y hoy ya está por viajar a un nuevo país para hacer lo que sabe y ama".
En Junín
Desde las 21, en en la explanada municipal, será la vendimia del centro de Junín. Luego actuarán ellos, con entrada gratuita.