La práctica milenaria se populariza cada vez más en occidente llegando a ser más que una moda al ser estudiada por las más prestigiosas instituciones científicas del mundo y siendo recomendada como bastión en diversos tipos de tratamientos que van desde los trastornos alimenticios hasta las enfermedades cardíacas.
Entre sus muchos beneficios constatados por la universidad citada cuentan:
- Consciencia, mayor satisfacción y menor crítica hacia el propio cuerpo.
- Más aceptación y menos críticas y prejuicios acerca de uno mismo y los demás
- Mejora de hábitos alimenticios y aumento del disfrute al comer
- Reducción del peso y mantenimiento de las mejoras
- Aumento de la tonicidad muscular, flexibilidad, capacidad respiratoria y cardíaca
- Mejora de indicadores de la condición cardíaca
Aún así es bueno acudir a un profesional de la salud antes de comenzar una nueva disciplina para poder asegurarse que la condición física lo permita y poder conocer ciertos límites que pueden existir teniendo en cuenta la condición de salud personal.