Cincuenta años atrás, asistíamos al ocaso de la que fue quizás la banda más genial, innovadora e inolvidable del siglo XX. Las efeméridas, punto por punto, fueron recogiendo los aniversarios de los 50 años de la última vez que actuaron en público, del lanzamiento del "Álbum Blanco", de "Let it be", del legendario concierto en la terraza...
Pero en la cronología de la separación de Los Beatles, el punto más álgido es otro: un día como hoy, 10 de abril, pero de 1970, Paul McCartney lanzaba un comunicado de prensa en el que anunciaba el lanzamiento de un disco solista; por ende, se sellaba formalmente el fin de la banda que en apenas ocho años había torcido la historia. Pero, ¿cómo se había llegado a ese momento desolador para la música?
Hacia el final
Ciertamente, fue poco menos que desolación lo que se sintió ese día. El comunicado era en realidad un autorreportaje, en el que McCartney aseguraba haber "disfrutado mucho" la producción del disco homónimo que iba a lanzar, y que no había extrañado trabajar junto a John Lennon, Ringo Starr y George Harrisonn. Y no solo eso, decía que no veía muchas posibilidades de volver a trabajar con ellos. Así, en solo unos párrafos, se explicitaba lo que se venía especulando, sospechando y temiendo hace meses. Los diarios del mundo confirmaron el fin.
Pero lo cierto es que ya se presentía: hacia finales de 1969, John Lennon había puesto fin a una rutinaria reunión de trabajo, que tras horas parecía no avanzar y no dar frutos. Tras eso anunció que se iba a alejar de grupo: "Lo que estoy diciendo es que dejo el grupo. Quiero el divorcio, así como me divorcié de Cynthia", dijo Lennon, comparándolo con su primer matrimonio, y en septiembre de ese año probó (con éxito) una participación solista en el Toronto Rock and Roll Revival.
Era evidente la poca simpatía que estaban atravesando artísticamente. Avivada, sobre todo, por las continuas frustraciones en las reuniones compositivas.
Para muchos "beatleólogos", el primer signo de las discordia fue lo que pasó en la casa de campo de George Harrison, en una reunión que quedó registrada y pasó a la historia en "The Esher Tapes", registros finalmente editados en 2018 con motivo de los 50 años del "Álbum Blanco".
En esas cintas, que hasta ese entonces circulaban de forma pirata, Los Beatles se mostraban entre sí las canciones que aspiraban a poner en el "Álbum Blanco". Y en ellas se ve, ante todo, el poco interés mostrado por cada uno en las composiciones del otro y la falta de acuerdos en torno al material.
Lo que en otro momento de la banda habría sido una instancia de sugerencias, aquilatamientos y elogios mutuos, esa vez fue un nudo de críticas, zozobras, rechazos y desinterés: cada parte del cuarteto necesitaba empezar a volar sola.
Tanto fue así que de ello surgió un disco doble, en el que -más que abundancia de genialidad- se notaba la negativa de cada uno de ceder espacio y resignar sus propias canciones.
El grupo, en sí, ya venía desgastado: el 1966 había decidido no tocar de vuelta en público, pues los fans los volvían locos y las condiciones técnicas no solían cumplir su alto estándar. McCartney era uno de los que sostenía la necesidad de volver a la relación del vivo y no perdía oportunidad en decirlo.
Pero había otras razones: la evolución artística del grupo los había llevado a un punto de no retorno. La música que querían hacer se acercaba más a la experimentación y al estudio; y cada vez más lejos de las posibilidades que les daba un concierto en vivo. "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band", editado un año después, fue quizás el punto más elevado de su genialidad. Es natural que después de ello cada uno haya sentido que el camino conjunto ya había tocado su cumbre.
Y a finales de 1969, Lennon ya había elegido separarse, pero en una reunión con la banda lo convencieron de que no hiciera pública su decisión, puesto que Los Beatles estaban en la absoluta gloria y tenían total gracias comercial, con contratos firmados, proyectos en marcha y sendas obligaciones. El comunicado de Paul McCartney cayó, entonces, como un balde de agua fría para su largo séquito de fans. Se pinchaba un sueño, pero nacía un mito.
La estrella se apaga
Lo que en realidad había en el corazón de Los Beatles era una herida insalvable. Puntualmente, afectaba más a Paul McCartney, quien intentó remediar la relación pero a la larga resultó imposible: lo movía una constante frustración.
En esa separación, que fue un proceso largo, silencioso y doloroso, hubo momentos trágicos como la muerte de Brian Epstein, el manager, en 1967. Por esos tiempos ya habían abandonaron el flequillo y el uniforme que los volvía iguales, y se lanzaron a reconquistar sus personalidades.
Y la total desesperación de McCartney llegó cuando, en 1969, quiso volver a la magia de las canciones despojadas, que pudieran interpretar en vivo sin sentir que estaban depreciándolas. "Let it be", el proyecto en cuestión, quería rescatar la sensación del vivo y además ser documentado para un filme. Todo salió mal y dejó en manifiesto los criterios musicales que separaban profundamente al grupo.
Las cintas fueron grabadas por Michael Lindsay-Hogg y, quien quiera verlas en el famoso documental, dejan a la vista el mal clima que ya ahogaba al cuarteto: peleas, desacuerdo, caras de poca amistad. George Martin, el legendario productor que había logrado, desde su genialidad y creatividad en el estudio, darle el sonido inconfundible a la banda, se hartó de todo ello y renunció en el medio de la producción, dejándolos en cierta forma huérfanos.
Cuando el productor Phil Spector tomó el proyecto, generó -con su poca pericia- la discordia entre Paul McCartney y el resto e sus compañeros. Resulta que su intervención en las canciones estaba lejos de cumplir la premisa inicial de "Let it be" (en 2003, McCartney se sacó las ganas y volvió a editar el disco, pero supervisado por él).
Hacia 1970, la disolución estaba madurada. Lennon, junto a Yoko Ono, acentuaban su lado pacifista; Harrison empezaba a planear una carrera solista y se acercaba a Eric Clapton; Starr se hartaba de su rol de mediador y encontraba refugio en Hollywood, en donde podía sacar a relucir su histrionismo.
Finalmente, McCartney habló con Lennon sobre sus intenciones de dejar la banda. Dicen que no hubo reproches de ninguna clase y que el autor de "Imagine" tomó bien la decisión de su compañero. Sin embargo, hubo una mala jugada: McCartney no le dijo que su primer disco solista saldría a las bateas el 17 de abril de ese año, justo cuando estaba prevista la de "Let it be".
Fueron las últimas puñaladas: una discusión con cruces virulentos y que no terminó resolviéndose por las buenas, al menos de parte del músico recién emancipado, que dio "McCartney" al mercado ese día. Fueron Los Beatles los que tuvieron que postergar la publicación de su disco póstumo, para el 8 de mayo. Así, lento, conflictivo y tormentoso, fueron los últimos días de la banda más luminosa del mundo.
Qué dijeron los especialistas a Télam
Fernando Blanco ( líder de Nube 9 y estudioso de los Beatles)
"Los Beatles son producto de su tiempo, pero también del pasado y del futuro. Más allá de haber sido un prodigio musical, su gran mérito es haber convertido el rock and roll en algo universal. Si bien su raíz está basada en el rock and roll que había nacido unos años antes en los Estados Unidos, ellos lo tomaron, lo mezclaron con todo su propio bagaje y le dieron una nueva dimensión. Y lo que los Beatles traían era mucho: jazz, music hall, baladas, música de películas, country, doo woop y por supuesto las diferentes variantes del rock and roll. A todo eso hay que agregarle lo que fueron descubriendo, incorporando y creando a lo largo de sus breves, pero brillantes e intensos ocho 8 años de carrera.
Música clásica, chansón francesa, música hindú, ska, música electrónica, y mucho más. Son varios los estilos que usaron y algunos a los que le dieron o ayudaron a dar el puntapié inicial como el heavy metal, el rock sinfónico o la psicodelia.
También es verdad que contaron con la invalorable ayuda de George Martin, un músico formado con buena disciplina y el talento necesario para encausarlos, pero los Beatles tenían los elementos necesarios: buenas voces, voluntad y entusiasmo. Y pelearon por convertirse en compositores cuando eso no era lo corriente.
Gracias a su apertura mental, a su talento compositivo y a sus grandes interpretaciones es que han permanecido en el tiempo y se han convertido en la música clásica de nuestros días".
Mario Breuer ( ingeniero de sonido y productor )
"En cuanto a los avances tecnológicos propuestos en los discos de Los Beatles, en realidad, no hay ninguno. Ellos atravesaron las tecnologías. Lo que sí repercutió mucho y pocas veces pudo ser equiparado es la creatividad, la desfachatez y la insolencia que tenían respecto a los rígidos estatutos de las compañías discográficas británicas de la época. Ellos grabaron de cualquier forma.
En sus discos se empiezan a escuchar distorsiones y paneos raros. Entre las cosas que se les achaca aparece cuando John Lennon quiso que su voz suene de manera circular, en "Tomorrow never knows", y le pidió que lo cuelguen de los pies para cantar boca abajo mientras daba vueltas. Al ingeniero Geoff Emerick le pareció exagerado y consiguió un parlante rotativo Leslie que, de alguna manera, producía el mismo efecto. Otra cosa es que John nunca cantaba más de dos veces los temas y, alguna vez, se le ocurrió que podía sumar las dos voces y que quedaran dobladas.
Para eso, en un rollo de cinta estaba la música y la primera toma de la voz. En otra, la segunda toma de voz. Entonces, se lanzaban simultáneas e iban a una tercera máquina. Por las fluctuaciones de velocidad, con los dedos se frenaba un poco la cinta de la máquina que iba un poco más rápido.
A veces, se producía un efecto parecido al flanger, de ahí su nombre, de falange. A mí, la historia de Los Beatles me afecta de manera muy fuerte porque cuando cayó por primera vez en mis manos un disco de ellos, que fue una edición de lujo de "Let it be", que venía con un libro de fotos de ellos trabajando frente a las consolas, yo tenía 12 o 13 años y decidí que era eso lo que quería hacer el resto de mi vida".
Pipo Lernoud ( periodista, poeta y activista ecológico )
"Los Beatles iluminaron nuestro camino a nivel popular y de masas. Ellos mostraron las contradicciones básicas de toda la historia entre divertirse, sacarse la gomina, la careta, dejarse el pelo largo, vestirse de colores y ser capaces de tener una sexualidad libre, que eran cosas imposibles en los `60. Se convirtieron en una bandera.
En la Argentina, no se podían hacer cosas así porque había una dictadura. Pero, de alguna manera, también había dictadura en las casas porque la mayoría de los padres, en especial los de clase media para arriba, querían que sus hijos fueran profesionales, serios y adustos.
Cuando te sacabas el pantalón corto y ponían los largos, pasabas a ser una persona grande y tenías que ser igual que tu viejo; peinado a la gomina, con corbata y zapatos lustrados. De golpe, eso se rompió y fue un logro impresionante, sobre todo para los pibes de barrio, que tenían que callarse y no podían tener ideas propias. De repente, teníamos música propia, ideas propias, ropa propia.
Es lo que Charly García dice cuando señala que Los Beatles `inventaron la juventudŽ. Fueron la cosa más visible de un proceso que nos implicaba a todos. Éramos miles de tipos pensando distinto, vistiendo distinto, queriendo la paz y la libertad sexual. Todos valores que ellos encarnaban. Lo notable es que crecieron y no se convirtieron en gordos burgueses, sino que aumentaron su rebeldía.
Lennon militaba por la paz, Paul decía que fumaba marihuana y que había tomado ácido y era algo bárbaro, George traía todo la cultura hindú a las masas. Era gente que estaba haciendo una vanguardia cultural impresionante, como no se ha repetido: Ellos eran nuestro refugio, algo muy grande que estaba certificándonos. Algo que nos decía que el camino nuestro era bueno".
