Están enclavados en un lugar muy concurrido del parque General San Martín. A diario son cientos los deportistas que pasan por la puerta de los baños ubicados a un costado del antiguo laberinto, frente al Rosedal.
Sin embargo, el estado de las instalaciones deja mucho que desear y se mantienen en pie gracias al trabajo de Miriam Torres quien hace 8 años se encarga de la limpieza de los dos edificios circulares (los baños de hombres y el de mujeres).
Según contó la mujer, los productos de limpieza como los de higiene personal salen de su bolsillo. No recibe un salario y su "sueldo" es la propina que recibe de los usuarios de los sanitarios. "Su colaboración es mi salario", dice un cartel pegado sobre los azulejos que también está escrito en inglés.
Desde la administración del Parque anunciaron que los dos baños serán demolidos en los próximos meses y que se construirá una estructura con dos alas para damas y caballeros con sanitarios para personas con discapacidad (actualmente no hay). También es importante recordar que a finales del año pasado se inauguró la primera etapa de obras del pulmón verde de la Ciudad, las que no incluyeron trabajos sobre este sector de uso público.
Sin agua
Miriam está sentada en un banquito, a un costado del ingreso del baño de mujeres. Juega a las cartas con Eduardo, que se ocupa del baño de caballeros. Están ubicados a la sombra y si no se presta la suficiente atención pasan desapercibidos.
La vereda presenta serias averías. El agua de las lluvias y el tiempo han hecho su trabajo durante los 50 años de existencia que tienen los sanitarios. Adentro el panorama es desolador y el olor, invasivo. Es lógico porque según cuenta la encargada hace dos años que ninguna autoridad aparece por el lugar y hace siete meses que no tienen agua corriente. Antes de entrar la mujer ofrece trozos de papel higiénico, que están en una caja sobre una mesa. A un costado, los productos de limpieza. "Empecé a trabajar acá porque necesitaba la plata. Me echaron del hospital Lagomaggiore y encontré esto. Todavía estoy esperando la jubilación", cuenta repitiendo que los baños no tienen agua y que para poder evacuar los inodoros tienen que ir a buscar a una manguerita que hay en el piso. "Llenamos los baldes y con eso nos arreglamos".
Miriam agrega que lo peor son los domingos, cuando no da abasto con el agua de los baldes, porque dice que es tanta la gente que hace uso del lugar que tiene que buscar agua cada 5' minutos, una tarea que al final del día la deja agotada.
Respecto de lo que está roto, a simple vista puede verse, pero la encargada del lugar detalla que son tres mochilas en el baño de mujeres y dos en el baño de hombres, donde tampoco corre agua por los mingitorios. Los vanitoris están descascarados, los techos sucios, dañados. Un espejo a la mitad y las baldosas trizadas o ausentes son parte del panorama.
Verónica, una deportista que conversó con Los Andes en la puerta del lugar, comentó que lo peor es que no haya agua. "Lo demás es como todo baño público, una tampoco pretende lujos, pero que no haya agua es básico", señaló antes de seguir con su rutina.
La cuidadora de los sanitarios también explicó que casi todos los días encuentra la puerta forzada, que solo cuenta con un alambre para poder cerrarla. "Venís y está abierta y adentro todo hecho un desastre", se lamentó.
Demolición
Ricardo Mariotti, director del Parque, adelantó que los baños de lo que fuera el laberinto -que fue reubicado en la parte posterior de su sitio habitual- serán demolidos en su totalidad, y en el mismo lugar se erigirá un nuevo edificio con dos alas. Dijo que el pliego licitatorio ya está listo y esperan poder inaugurar el espacio para fin de año. "Que haya una persona pidiendo colaboración es la única forma que tenemos de administrarlo, nosotros no tenemos personal para ese trabajo. Pero esperamos que estén listos para final de año o al menos dejar todo encarado el proyecto, que tendrá una inversión de hasta 3 millones de pesos", destacó Mariotti.
Para terminar, resta decir que los baños públicos - que son gratuitos y sin obligación de consumo- son 6 incluidos los del Rosedal. Los otros pertenecen a las unidades de servicios (restaurantes) que se encuentran distribuidos en distintos puntos del pulmón verde.
Nuevos juegos en la rotonda de la calesita
El director del parque General San Martín Ricardo Mariotti indicó que ya está listo el pliego licitatorio para la obra integral que pretende la reforma del espacio conocido como la rotonda de la calesita. "Será una obra integral que consiste en colocar juegos nuevos, una fuente de agua, un espacio de relajación y piso de goma para algunos juegos", señaló.
Por otra parte, indicó que se invertirán 15 millones de pesos en la iluminación de calles internas que nunca tuvieron luz y obras menores de reformas en espacios de juegos infantiles. Por último, explicó que aunque sería ideal colocar más bebederos y baños en otros sectores del Parque, las obras para realizarlos son de muy alto costo.