La curva de tasas de plazos fijos se aplanó en febrero y las entidades financieras ofrecen prácticamente la misma remuneración a los pequeños depositantes y a los mayoristas. El mes pasado, al compás del recorte en la tasa de Leliq, las remuneraciones de plazos fijos cayeron en todos los niveles entre 2 y 3 puntos porcentuales y ya se ubican en torno al 30%.
La diferencia entre depósitos mayoristas y minoristas había llegado a superar los 10 puntos porcentuales en varios momentos del año pasado. Hoy, sin embargo, apenas hay 1,2 puntos de diferencia entre la tasa promedio para plazos fijos de hasta $ 100.000, que paga 30,7%, y la de depósitos mayores a $ 20 millones, que las entidades financieras privadas remuneran con 31,9%. En el medio se encuentra la tasa Badlar, por depósitos de más de $ 1 millón, que cerró el viernes en 31,1%, apenas 0,4 puntos porcentuales por encima de los plazos fijos minoristas.
Esas tasas anuales significan una remuneración mensual de aproximadamente 2,5%, lo que se encuentra por debajo de la inflación proyectada en el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) publicado por el Banco Central (BCRA). Allí, los analistas estimaron 3% de inflación para febrero y marzo. Sin embargo, con pocas opciones para invertir los pesos, los ahorristas volvieron a constituir plazos fijos en febrero. Hasta el 20 de ese mes (último dato disponible), los depósitos tradicionales crecían $ 62.000 millones.
Al respecto, en una entidad explicaron: "Las tasas de plazos fijos se achataron tanto porque, cuando la tasa de referencia baja, siempre la remuneración mayorista cae primero y a la minorista le cuesta un poco más, es más reticente. Los primeros meses, probablemente se achate y después vuelva a haber diferencia entre ambos".
En otro banco reconocieron que la brecha entre pequeños y grandes depositantes se achicó. "Las tasas de plazos fijos en los últimos meses fueron bajando, acomodándose a la baja de las Leliq, por lo que los plazos un poco más largos, o bien los plazos fijos ajustables, se vuelven más atractivos. Esta baja de tasa hace que la brecha entre mayorista y minorista sea menor", apuntaron.
Por su parte, la economista de LCG Julia Segoviano se refirió a esta dinámica y señaló: "Los bancos están muy líquidos, tienen muchos pesos. Debido a los escasos canales de ahorro y a la vuelta de algunos fondos comunes de inversión, dado que ya no pueden operar con el BCRA directamente, aumentaron muchísimo los depósitos en pesos. Esto hace que las entidades no tengan deseo de atraer depósitos vía tasa y ofrezcan remuneraciones bajas. A esto se suma el congelamiento de comisiones que dispuso el BCRA, así como los topes al costo de refinanciamiento de tarjeta de crédito. Todas esas decisiones los incentivan a ampliar el spread entre tasa pasiva y activa para no perder".