En el primer trimestre del año se desplomaron las ventas de nafta premium en Mendoza, pese a que continuó creciendo el parque automotor de la provincia. La baja fue provocada por los constantes aumentos de precios y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios.
De acuerdo a estadísticas publicadas por el Ministerio de Energía de la Nación, entre enero y marzo de 2018 las estaciones de servicio de la provincia vendieron 32.691 m3 de nafta "grado 3" (premium), mientras que en igual período de este año despacharon 25.782 m3 de ese combustible. Es decir que en el total del trimestre se registró una caída de 6.909 m3 (-21%) en las ventas del combustible de mayor octanaje en Mendoza.
En parte, los conductores que dejaron de cargar nafta premium se pasaron a la versión súper. Así lo demuestran los datos oficiales, que reflejan un crecimiento del 8% en las ventas de ese producto, pasando de 54.442 m3 comercializados en los primeros tres meses de 2018 a 58.999 m3 vendidos entre enero y marzo de este año (4.557 m3 más).
Sin embargo, hay 2.352 m3 de nafta premium que directamente dejaron de consumirse (no fueron captados por la versión súper), lo que significa que los mendocinos optaron por usar menos el auto y trasladarse de un lugar a otro de una forma más económica.
Estancamiento en gasoil
En el caso del gasoil, los resultados publicados por el Ministerio de Energía muestran una situación diferente. Las ventas de diésel ultra (premium) se mantuvieron sin cambios durante el primer trimestre. Fueron 33.160 los metros cúbicos comercializados por las estaciones de servicio de Mendoza durante el período enero-marzo del año pasado y 33.225 los metros cúbicos que se vendieron en los primeros tres meses de este año.
La diferencia es intangible (apenas 95 m3 a favor), por lo que se deduce que quienes conducen vehículos que utilizan diésel premium aun están dispuestos a pagar por ese producto, pese a los aumentos registrados en el último año.
En el caso del gasoil común, se registró una leve baja del 1%, que se explica principalmente por una disminución en el nivel de actividad del transporte de cargas, que utilizan este combustible.
Entre enero y marzo de 2019 se vendieron 67.396 m3 de ese destilado, contra 68.422 m3 que se despacharon en el mismo periodo de 2018. La comparación interanual muestra una baja de 1.026 m3.
Desde la Asociación de Propietarios de Camiones (Aprocam) confirmaron que en la primera parte del año hubo una pequeña disminución en la cantidad de viajes con respecto a los primeros meses del año pasado, lo que explica el resultado negativo en el gasoil común.
En este caso, la incidencia de los conductores de autos y camionetas es muy baja.
Menor poder de compra
En circunstancias normales, sería lógico que el consumo de combustible vaya en constante aumento, teniendo en cuenta que cada día se incorporan nuevos autos al parque automotor de Mendoza. Incluso en los últimos doce meses, en medio de una profunda crisis de las concesionarias de todo el país, se sumaron nuevos autos a las calles de Mendoza.
Según informa la Dirección Nacional de los Registros de la Propiedad del Automotor (Dnrpa), actualmente hay 819.952 en la provincia en condiciones de circular. Hace un año eran 793.625 los autos que circulaban por Mendoza, lo que significa que hay 26 mil vehículos más demandando combustible.
Aun así, las ventas de combustibles están cayendo. Sumando los cuatro productos (las dos versiones de nafta y las dos clases de gasoil), se observa una caída del 2% en el mercado de los combustibles.
Es decir que el crecimiento del diésel premium y la nafta súper no alcanzó para compensar la baja registrada en diésel común y la fuerte retracción de la nafta de mayor calidad.
El economista Carlos Rodríguez explicó que la caída de las ventas está directamente relacionada con la pérdida del poder adquisitivo de los salarios. De acuerdo a las estadísticas oficiales, los sueldos vienen perdiendo cerca de 15 puntos contra el avance de los precios y si bien se espera una recuperación del salario real a medida que se vayan cerrando las paritarias, Rodríguez insistió en que la retracción del consumo se seguirá sintiendo.
"Los combustibles, al igual que otros productos, siguen aumentando. Aunque los sueldos recuperen algunos puntos contra la inflación, es esperable que los propietarios de autos sigan buscando alternativas para gastar menos dinero en combustible", indicó.
Por su parte, desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), la tendencia negativa en las ventas de combustibles se explican por "la política de desregulación o liberación de precios adoptada por el gobierno nacional y la evolución de la economía hacia un escenario de recesión y crisis".