Si fuera por él, estaría tirado en una silla de playa mirando el mar y tomando un ron con jugo de frutas. Pero el renovado éxito de su obra lo obliga a trabajar como un “pibe” a los 86 años. Así es la actualidad de Julio Le Parc.
En algunas semanas llegará al Art Basel de Miami Beach, pero antes le puso el cuerpo a su concurrida muestra Le Parc Lumière en el Malba de Buenos Aires. Esa misma exposición había estado antes en Río de Janeiro y hasta esa ciudad viajó el escultor criado en Palmira.
Antes de eso, la casa Hermés le había solicitado algunos de sus cuadros de La Longue Marche para plasmarlos en finísimos pañuelos de seda. Mientras tanto, se editó un libro con su obra en Francia, Suiza y Alemania. Tampoco hay que olvidarse que estuvo presente en el Art Basel de Hong Kong, en marzo pasado, y en el Art Basel de Basilea, la muestra más grande y respetada del mundo.
Ahora, como ha ocurrido últimamente, Le Parc elige Miami para cerrar un año en el que otra vez fue furor.