La campaña de vacunación contra el virus Sars CoV-2 ya está en marcha. Ayer se lanzó oficialmente con las primeras inoculaciones realizadas en el hospital Lagomaggiore. La enfermera Gisel Videla (30) se transformó en la primera mendocina en recibir la vacuna rusa Sputnik V tras el lanzamiento, aunque ya habían sido inoculados médicos del hospital Central el día anterior.
La ministra de Salud, Ana María Nadal, el subsecretario de Salud, Oscar Sagas y la subsecretaria de Cobertura Sanitaria, Mariana Álvarez también recibieron la vacuna. Además médicos y enfermeros que se desempeñan en las áreas señaladas como prioritarias: las Unidades de Terapia Intensiva y las Guardias generales.
Como parte de la estrategia, el ministerio de Salud de la provincia hará un seguimiento del estado de salud de una proporción de quienes reciban la vacuna lo cual tendrá dos aristas. En principio se hará con inoculados seleccionados de manera aleatoria.
Se les asignará un canal de contacto y recibirán llamados. ”Respecto a la aparición o no de eventos supuestamente atribuibles a la vacunación e inmunización (Esavi) se hará un seguimiento pasivo y otro activo. Pasivo es que aquella persona que considere que tiene un efecto adverso siempre notifica al establecimiento de salud y este nos notifica a nosotros a nivel central para poder determinar, analizando la evidencia, si está relacionado con la vacuna o no”, explicó Iris Aguilar, directora de Inmunizaciones de la provincia.
Pero además, el hospital Lagomaggiore ha sido seleccionado en la región Cuyo para hacer un trabajo de investigación sobre la aparición de posibles eventos adversos severos. Aguilar destacó que el seguimiento de la búsqueda activa que se hará en paralelo es innovador y subrayó que la única forma de conocer los eventos adversos a largo plazo es precisamente siguiendo la notificación de estos.
”El departamento provincial de Inmunizaciones va a hacer al azar una muestra de personas vacunadas cuando empecemos con la vacunación en la comunidad, se harán llamados telefónicos para preguntar cómo se ha sentido o si ha tenido alguna manifestación relacionada con la vacunación y de esa manera también construir la evidencia acerca de si existen eventos adversos o no y eso va a ayudar también a derribar mitos y falsas creencias relacionadas con la vacuna”, remarcó. Aclaró que llamar a todos los vacunados se tornaría imposible, por eso se busca una muestra representativa de la población vacunada.
Al menos 21 días
El 24 de diciembre por la mañana llegaron a Argentina las 300 mil primeras dosis que se compraron al gobierno ruso, del total de 25 millones acordadas. Se trata de la primera dosis de un esquema de dos cuya aplicación está indicada a los 21 días. Sin embargo, no hay novedades sobre cuándo llegarán esas segundas dosis que son distintas a las que ya llegaron y que según ha trascendido requieren un desarrollo más complejo. Eso ha generado cierta inquietud ya que técnicamente el 19 de enero deberían estar disponibles para vacunar a quienes lo hicieron ayer.
Al respecto Aguilar subrayó que ese plazo de 21 días es el mínimo que se requiere y que no habría problemas en que se coloque después. De algún modo el dato viene a apaciguar la incertidumbre al respecto. ”No hay intervalos máximos porque el cuerpo tiene memoria inmunológica, entonces cuando recibís la segunda dosis inmediatamente tu sistema inmune se acuerda, activa los linfocitos B y genera el refuerzo”, detalló Aguilar.
La provincia recibió 5.500 dosis y se espera otro tanto el 5 de enero. Así se completarán las 11 mil que se asignaron a la provincia. “Nos llega lo que solicitamos a Nación”, subrayó al explicar que cada provincia ha trabajado sobre poblaciones realistas de posibles interesados en vacunarse (ya que es voluntario) y considerando el factor pérdida.
”Sabemos que no se va a vacunar el 100% del personal de salud, entonces tomamos como base la cantidad del personal que se vacunó en el mejor escenario posible que fue la campaña antigripal del 2020, cuando se vacunaron alrededor de 11 mil trabajadores de la salud, teniendo esa expectativa, que es muy elevada, es que se planificaron esas dosis”, refirió.
Aún no se ha definido por qué sectores o servicios se seguirá dentro del sistema. La médica señaló que se irá definiendo según la disponibilidad de dosis. Hay que considerar que a posteriori se avanzará con trabajadores de Seguridad y Educación también considerados prioritarios. También lo son los mayores de 60 años para quienes se debe esperar la aprobación de Anmat.
Emoción
Entre quienes se vacunaron ayer o de algún modo fueron parte del proceso había expectativa, emoción y quizás hasta un cierto alivio ante la posibilidad de lograr inmunidad. Gisel trabaja en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Lagomaggiore. “Me he informado con respecto a la vacuna y creo que es totalmente segura así que no dudé”, relató. Su acto tiene mucho de reivindicación. “Como gran parte de la población la estaba esperando pero además siento mucho orgullo porque Enfermería siempre ha sido un sector del hospital un poco olvidado y en la pandemia ha sido más valorado, así que el hecho de haber sido la primera creo que colabora con todo el colectivo de profesionales colegas míos”, subrayó. El doctor Ariel Chena, jefe de la UTI estaba entre los voluntarios, fue vacunado y señaló que en su equipo todos quieren recibirla.
Casi con lágrimas en los ojos y palabras cargadas de emoción, Miriam Montenegro, la jefa del Vacunatorio destacó la importancia que tiene esto para todos los que dentro de los hospitales le han estado dando batalla al virus. Fue ella la encargada de las primeras inoculaciones.
Qué pasará con el sector privado
El lunes por la tarde referentes de la dirección de Inmunizaciones mantuvieron una reuníos con sus pares de Aclisa, la Asociación de Clínicas privadas. Así comenzaron a delinearse los primeros pasos para las inmunizaciones en los trabajadores del sector privado. Es que por el momento las vacunas se distribuirán en todos los efectores públicos de la provincia, lo cual esperan concretar la próxima semana y eso será para inmunizar a quienes allí se desempeñen.
Pero los trabajadores del sector privado no están incluidos en esta instancia. Por eso, la primera decisión ha sido depurar el padrón para detectar a quienes trabajan en los dos sectores para tener una idea clara de quiénes deberían vacunarse en los privados. Es probable que cuando se decida iniciar con ese grupo las primeras inoculaciones sean en el Vacunatorio central aunque la idea es que lleguen a los efectores para que se inoculen allí.