En las secundarias de Mendoza bajó la cantidad de alumnos al límite de faltas

Se redujo entre 5 y 10% el número de estudiantes condicionales en las escuelas provinciales. Son chicos que superaban las 28 faltas.

En las secundarias de Mendoza bajó la cantidad de alumnos al límite de faltas
En las secundarias de Mendoza bajó la cantidad de alumnos al límite de faltas

Asistir a clases todos los días es una de las claves para aprender los contenidos que allí se imparten e ir avanzando de año. Sin embargo, desde hace tiempo preocupan los altos niveles de ausentismo en las escuelas de la provincia.

Finalizado este nuevo ciclo lectivo, desde la Dirección General de Escuelas (DGE) aseguran que en la mayoría de las secundarias la situación mejoró.

Según estimaciones de los supervisores de cada zona, se redujo el número de alumnos condicionales entre un 5% y un 10% en comparación con el año pasado. Es decir, aquellos chicos que superaron las 28 faltas y que a fin de año deben rendir todas las materias.

“Si bien es relativo y va variando en cada escuela y en cada supervisión, creemos que los chicos tomaron más conciencia de que tienen que cuidar las faltas para no tener que rendir todo a fin de año”, manifestó Sara Lucero, directora de Educación Secundaria.

Ella explicó que la normativa que regula la asistencia estipula ciertos “llamados de atención” ante la acumulación de faltas. “Nosotros establecimos que en las primeras tres faltas se activen los mecanismos de actuación”, precisó la funcionaria.

Ella detalló que en ese momento la escuela debe comunicarse con los padres para averiguar qué pasó y que a las 10 se los cita en la escuela para hacerles firmar un acta compromiso. “Al notificar a los chicos y a los padres la situación de los condicionales se redujo”, remarcó la directora de secundaria. Por otro lado, reconoció que se hizo hincapié en cumplir la norma, cuando antes se tomaba con cierta flexibilidad.

“A veces el servicio de orientación creía que protegía al chico al no pasarle algunas faltas, pero estamos trabajando para que esto no sea así, porque al final se le hace un daño”, precisó Lucero.

Asimismo aclaró que se tienen en cuenta las realidades particulares de cada estudiante. “Hay casos en los que se arman trayectorias en función de los chicos”, dijo y puso como ejemplo un estudiante que debe cuidar a un hermanito o una alumna con un bebé recién nacido.

“La idea es trabajar de forma personalizada con cada situación y hacer prevención. No llegar a que tienen el límite de las faltas”, subrayó.

En este sentido Lucero hizo hincapié en el fundamental rol de los padres: “Los papás tienen que darse cuenta que es importante que su hijo vaya a la escuela porque si no fracasa”, remarcó.

La directiva detalló que en los casos en que la escuela insiste con las faltas y  familia se desentiende se hace la denuncia en el Órgano Administrativo Local (OAL) por vulnerar el derecho a la educación. “Lamentablemente a veces los papás no entienden que la educación secundaria es obligatoria”, reconoció.

Sin medidas

Consultado sobre la situación del ausentismo en la provincia, el psicopedagogo Alejandro Castro Santander reconoció que no ha notado cambios.

“Lo que veo por los comentarios de directivos es que no se ha hecho nada concreto a nivel general, entonces ¿por qué tendría que mejorar?”, se preguntó profesional quien se desempeña también como escritor y director general del Observatorio de la Convivencia Escolar, que depende de la Universidad Católica de Cuyo.

Para el experto si bien debería existir un mínimo normativo de la DGE, de ahí en más depende de cada escuela. “Cada institución con acuerdos con los padres y los docentes pueden pensar estrategias para mejorar ese aspecto”, señaló a la vez que precisó que la asistencia ha dejado de ser un valor para los alumnos.

El valor de ir a la escuela

Si bien era un reconocimiento que se solía entregar cada fin de ciclo, las escuelas habían dejado de entregar el diploma de "Asistencia perfecta", pero ahora lo están volviendo a retomar.

"Hacía muchos años que no lo hacíamos. En un principio era meritorio, pero después se generó una cuestión de inasistencia y dejó de ser reconocido como tal", explicó Mónica Ampuero, vicedirectora de la escuela N° 4-065 José Argumedo de Guaymallén.

Allí este año entregaron seis reconocimientos a alumnos que no faltaron durante todo el año. "Consideramos que era importante volver a premiarlo, sobre todo para los más chicos, porque la nuestra es una escuela rural y llegan con mucho esfuerzo", aseguró la directiva.

Consultados al respecto, desde la DGE señalaron que no llevan un conteo generalizado, pero consiguieron datos de algunas escuelas en donde varios alumnos obtuvieron un premio por asistencia perfecta.

En total fueron unos 91 los estudiantes relevados que lograron el premio, teniendo en cuenta los 6 de la escuela Argumedo.

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