Con el calor del verano pegando fuerte, los aires acondicionados son cada vez más frecuentes en los espacios cerrados. Sin embargo, también pueden ocasionar problemas para la salud por lo que deberían tomarse ciertas precauciones. Así lo advirtió la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria que emitió algunas recomendaciones.
Impacto
Por un lado, el uso de estos aparatos implica el cambio brusco de temperatura ambiente cuando se sale a algún lugar sin ellos. Desde la entidad advirtieron que hay que tener en cuenta que la falta de ventilación en lugares cerrados, sumada a la deficiente limpieza de los filtros de los aires acondicionados conlleva a la acumulación de partículas alergénicas, como los pólenes, polvos domésticos y ácaros, lo que aumenta la posibilidad de infecciones al acumular gérmenes.
Es probable que las personas alérgicas sufran más estas consecuencias, algo a considerar teniendo en cuenta que en Mendoza son muchas.
"Los roles de la vía aérea superior y la nariz son fundamentales a la hora de calentar filtrar y humidificar el aire que inhalamos, justamente lo contrario a lo que sucede con el ambiente acondicionado por un aparato, donde el aire se enfría y pierde humedad. Está claro que el abuso de esta medida de confort expone al cuerpo a mayor susceptibilidad para desencadenar irritación orofaríngea (dolor de garganta), rinitis, tos, broncoespasmo, sequedad de mucosas e infecciones", explicaron en un informe los doctores Marcos Hernández y Walter Mattarucco, Co-Coordinadores de la Sección Inmunología y Enfermedades Obstructivas de la entidad.
Señalaron que el frío actúa como irritante, sobre todo a nivel de la garganta, ocasionado molestias o dolor y a veces laringitis y disfonía.
Por otra parte, en personas susceptibles, pueden provocarse broncoespasmos. En tanto, la disminución de la humedad en el ambiente seca las mucosas, dificultando el manejo de las secreciones.
Recomendaciones
Por ello, hicieron algunas sugerencias:
Limpieza. Mantener y limpiar los equipos de aire acondicionado, al menos una vez al año, para disminuir la exposición a alérgenos y acumulo de gérmenes.
Exposición. Evitar la exposición directa al aire acondicionado, teniendo en cuenta las horas del sueño, donde la exposición puede ser más prolongada.
Ventilar. Realizar intervalos en los que el aire acondicionado esté apagado, para ventilar el ambiente y reducir la sequedad producida por el mismo.
Control. Tratar de mantener la temperatura ambiente entre los 24 y 26 grados.
Hidratación. Beber agua o jugos de frutas no solo ayudará al organismo en general, sino que también facilitará la hidratación de las vías respiratorias.