Mientras el mundo busca refugio en activos seguros a medida que se profundiza la guerra comercial, los bonos del Tesoro americano alcanzan mínimos de 2016 y cada vez más títulos de deuda del mundo pasan a rendimiento negativo. En el ultimo mes y medio mas de u$s 2 billones en bonos cayeron en esa categoría.
El valor de mercado del índice Bloomberg "Barclays Global Negative Yielding Debt Index" cerró en $ 15.000 millones el lunes pasado tras las represalias chinas a las tarifas impuestas por los EE.UU. La demanda de refugio hace que los bonos del tesoro y de los países en desarrollo caigan incluso por debajo de cero. Se paga por seguridad a cambio de no sufrir pérdidas mayores y, eso, podría ser un beneficio para la Argentina de acuerdo al resultado de las elecciones.
Mariano Calviello, Head Portfolio Manager de Fondos Fima explicó que el stock de deuda con rendimientos negativos se ha incrementado desde julio 2018, pasando desde los u$s 7,5 billones a los u$s 15 billones actuales. Además, Calviello recuerda que el máximo anterior había sido en junio 2016, que coincidió justamente con una baja de los bonos a 10 años de Estados Unidos a un mínimo de 1,3750%. Hoy en día, este nuevo pico de bonos con tasas negativas se da en un contexto también de baja de la tasa de a 10 años, que pasó del 3,23% hasta menos del 2%.
"Estos movimientos se pueden relacionar con una percepción general negativa sobre la evolución de la economía en el mediano plazo o por fuerte incertidumbre política mundial. Los rendimientos negativos podrían interpretarse como una prima de liquidez en aquellos papeles considerados muy líquidos y conservadores, en comparación con otras alternativas de parking de liquidez", comentó Calviello.
Además, para Calviello un contexto de bajas tasas mundiales podría condicionar a los bonos emergentes por la perspectiva de menor crecimiento global que implican o, por el contrario, impulsarlos dado que los fondos globales tendrán que salir a buscar rendimientos.
"En cualquiera de los dos escenarios, el movimiento del dólar es lo que le dará sentido al ajuste de precios. Un dólar devaluado convalidaría un escenario de mejor performance de la deuda emergente, mientras que un dólar apreciado lo condicionaría", estimó.
Juan José Vázquez, head de research de Cohen, sostuvo que las tasas de interés que sostienen los Bancos Centrales de Europa y Japón van en línea con el mandato que deben cumplir sus respectivas conducciones.
"Los bancos centrales deben seguir con lo dispuesto por sus respectivos comités de política monetaria. Desde el lado de los inversores, se están dando cosas insólitas. Es difícil pensar como puede ser que los fondos estén pagando simplemente para que le cuiden su capital únicamente con el objetivo de seguir un índice de referencia. Además, es llamativo ver que un bono soberano griego rinda menos otro americano. Lo mismo ocurre con el bono de Petrobras en euros al 2021 que paso de rendir 14% a presentar tasa negativa", explicó.
Yendo al impacto sobre Argentina, Vázquez sostuvo que, por la búsqueda de rendimiento a nivel global, se genera mayor interés en estrategias de carry trade.
"Si las PASO logran despejar el riesgo electoral me imagino una compresión importante de rendimientos con mayor énfasis en el tramo corto y medio", proyectó el head de research de Cohen.
Un operador de bonos de un banco coincide con Vázquez al remarcar que el resultado de las elecciones será determinante. "Con los rendimientos en negativo que se ven en el mundo desarrollado, los retornos de los bonos argentinos representan una inmensa oportunidad. La clave pasará por el resultado electoral y tratar de determinar si Argentina aprovecha o deja pasar la oportunidad", comentó.
Por último, Francisco Mattigm analista de estrategia de Consultatio se suma a los optimistas. "Las tasas a 10 años de Alemania (-0,4%), Suiza (-0,8%) y Japón (-0,2%) son negativas. En EE.UU. no, pero también son muy bajas. Todo esto hace que los inversores busquen rendimientos en otras clases de activos, como pueden ser bonos corporativos de alta calificación, primero, y luego bonos de alto rendimiento y emergentes después. Este fenómeno podría favorecer a los Argentina en el sentido de facilitarle el acceso al financiamiento", proyectó el especialista de Consultatio.