El ex arzobispo de Mendoza, Carlos María Franzini falleció el viernes pasado al mediodía, a sus 66 años. Padecía un cáncer de intestino, y recientemente había sido operado como consecuencia de la enfermedad. Tras esto, el vocero del Arzobispado -Marcelo De Benedectis- afirmó que Franzini "entregó su vida" para esclarecer los hechos que sucedieron en el instituto Próvolo, donde estudiantes sordos denunciaron a dos curas por abusos sexuales.
"Lo que hemos vivido en el Próvolo fue muy doloroso para él (por Franzini) por las víctimas, por las familias, por la sociedad de Mendoza y por la Iglesia", dijo De Benedectis a radio Nihuil, y añadió que el obispo "entregó la vida en ese tema".
Las repercusiones a estas declaraciones no se hicieron esperar.
"Estamos muy molestos con estas declaraciones; no simplemente como asociación, sino porque estamos en permanente contacto con las víctimas. En forma constante hemos solicitado información al Arzobispado, pero nunca respondieron. Y el Papa tampoco se ha expedido sobre el tema", destacó el abogado querellante Sergio Salinas, de la ONG Xumek.
“El jueves, en la presentación del informe anual de Xumek, denunciaremos por escrito y con dureza a la iglesia por inacción y por irresponsabilidad intelectual”, destacó el abogado.
Oscar Barrera es otro de los abogados querellantes, y también se refirió al tema. "Lamento la perdida de la Iglesia, como la de cualquier hombre. No soy conocedor del arzobispo. Acepto si De Benedectis ha querido decir que (a Franzini) le pesaba el gravísimo problema de abuso sexual a menores sordos con responsabilidad de sus pares en el Instituto Próvolo. Pero lo que es inaceptable es que un vocero del arzobispado no se exprese claramente, puesto que la postura de silencio de la Iglesia respecto al Próvolo los involucra a todos sus miembros, incluido el fallecido Franzini. No hay que olvidar la pobre justificación del fallecido arzobispo respecto de la falta de manifestación del Papa Francisco sobre el tema, aduciendo que como pastor universal tenía su corazón y tiempo ocupado en otros temas. Lamentable", resumió Barrera.
Como abogado de la Red de Sobrevivientes de abuso sexual eclesiástico, Carlos Lombardi también desestimó las palabras de De Benedectis.
"Respecto a las declaraciones vertidas por el vocero del arzobispado en cuanto que el fallecido obispo Franzini 'entregó su vida por el Próvolo', la Red niega lisa y llanamente que haya sido así. Franzini formó parte de una institución como la Iglesia católica incumplidora serial de convenciones internacionales sobre Derechos Humanos, en particular, Derechos de los Niños, hecho ratificado por dos informes de comités de la ONU", destacó Lombardi, quien resaltó que el difunto obispo "avaló el sistema de encubrimiento enquistado - aún hoy - en la institución religiosa".
"Los propios hechos del Arzobispado de Mendoza, de la comisión enviada por el Vaticano y del comisario apostólico (Alberto Bochatey, interventor del Próvolo) lo demuestran. No han colaborado ni en una sola coma con la Justicia estatal, y el penoso hecho protagonizado por el cura Bochatey viene a cerrar el círculo ilegal en el que se mueve la institución", agregó Lombardi.
“Lo único que hizo Franzini fue aplicar en Mendoza el sistema de blindaje, pergeñado por los funcionarios responsables de los abusos, tendientes a proteger la institución. El abuso de poder, denegación de justicia y violación de derechos de las víctimas continúa”, sintetizó.