Norberto "Beto" Alonso, un símbolo en la historia de River Plate e integrante de una galería selecta de ídolos junto con Angel Labruna, Amadeo Carrizo, Enzo Francescoli y Ramón Díaz, cumplirá mañana 65 años.
Fue uno de los más acérrimos críticos de la gestión como presidente del club de su ex compañero de equipo Daniel Alberto Passarella y tras el descenso a la Primera B Nacional en 2011, Alonso sostuvo que el ex zaguero debía "dar un paso al costado", al tiempo que manifestó que con la pérdida de la categoría del equipo de Núñez se le "arrugaba el corazón".
Con la llegada de Rodolfo D'Onofrio a la presidencia de River, el eterno '10' millonario se volvió a vincular a la institución al igual de otras históricas figuras como Ubaldo Fillol.
Nacido en la ciudad de Vicente López, pero criado en la localidad bonaerense de Los Polvorines, "Beto" manifestó ser hincha de Racing en su adolescencia y palpitó intensamente la campaña del "equipo de José (Pizzuti)" que ganó la Intercontinental ante Celtic de Escocia en 1967.
Después de jugar en clubes de barrio junto con muchachos a veces mayores, Alonso llegó a las divisiones juveniles de Ríver, a los 14 años, de la mano de Carlos Palomino, un descubridor de cracks.
En sus comienzos jugó de wing izquierdo y después ocupó su tradicional puesto de "enganche", el número 10, donde descolló por su técnica y habilidad en todas las divisiones en que jugó .
Debutó en Primera en 1971 (ante Atlanta), siendo promovido por el técnico brasileño Waldir Pereira 'Didí' (campéon del mundo en 1958 y 1962 con la "Verdeamarelha") junto a compañeros como Joaquín Martínez, Juan José López, César Laraigneé y Reinaldo "Mostaza" Merlo, entre otros.
En 1972 hizo un recordado gol en el partido que River le ganó 7-2 a Independiente en Núñez, con características similares al que no pudo convertir el brasileño Pelé, en el Mundial de México 1970, al arquero uruguayo Ladislao Mazurkiewicz, ya fallecido.
En esa oportunidad, corriendo desde la izquierda hacia el centro en busca de un pase de Jorge "Gori" Dominichi, vio que el arquero Miguel Ángel Santoro se había adelantado, y Alonso pasó por el lado contrario de la pelota.
Entonces, el hábil mediocampista fue a buscar el balón dando una vuelta alrededor del guardavallas que no pudo evitar que el joven 'millonario', con un toque sutil, convirtiera el tanto para delirio de la hinchada.
Otro emblemático tanto de Alonso fue el que le señaló,en un partido amistoso, a la entonces Alemania Occidental, con un soberbio tiro libre, en el triunfo 3-2 conseguidocomo visitante en 1973.
Tras 18 años de sequía, "Beto" fue una de las figuras del equipo que en 1975 fue campeón del Metropolitano, junto con Roberto Perfumo, Héctor Artico y Pedro González, entre otros.
En 1976 fue transferido al Olympique de Marsella, equipo perteneciente a la liga francesa, donde jugó solamente 17 partidos (3 goles) y regresó a River.
Para 1978 fue convocado por el DT César Menotti para jugar en el seleccionado argentino que ganó el Mundial, donde tuvo la camiseta número 1.
En el cotejo que Argentina le ganó 2-1 a Hungría, en el debut mundialista de ese equipo, Alonso le dio el pase de taco a Daniel Bertoni (autor del gol del triunfo), y al partido siguiente, ante Francia, se desgarró.
Para 1981 tuvo que pasar a Vélez Sarsfield por un duro enfrentamiento con el técnico riverplatense de entonces, Alfredo Di Stéfano: en el club de Liniers, jugó 73 partidos y convirtió 16 goles a lo largo de dos años (cuatro torneos).
En 1984 lo "repatrió" a River el presidente Hugo Santilli, y Alonso volvió a vestir la camiseta de la 'Banda Roja'. Integró el plantel que ganó el título en la estación 1985-1986.
En 1986 ganó la Copa Libertadores ante América de Cali y la Copa Intercontinental ante el Steaua Bucarest de Rumania por 1 a 0, siendo el autor del pase -a la salida de un tiro libre- del gol que convirtió Antonio Alzamendi.
Previamente, Alonso había vivido otra jornada de gloria en la Bombonera, cuando convirtió los dos goles (recordados por la pelota de color naranja) en el superclásico con Boca Juniors (2-0), en abril de 1986.
El ídolo se retiró de la práctica activa el 13 de junio de 1987, en un partido amistoso en la cancha de River, con 70 mil personas en las tribunas.
Como director técnico tuvo una corta experiencia en Belgrano de Córdoba, en donde dirigió solamente cinco partidos.
