La Corte Suprema descarta realizar algún tipo de pronunciamiento sobre la decisión que adoptó la mayoría oficialista en la Comisión de Juicio Político de Diputados de abrir una investigación sobre la salud psicofísica de su casi centenario integrante Carlos Fayt.
Por lo bajo, el máximo tribunal coincide, en cambio, en que la investigación impulsada por la comisión que preside la camporista mendocina Anabel Fernández Sagasti carece las atribuciones constitucionales para abrir un proceso de juicio político a un miembro de la Corte.
“Ya hablé mucho…”, se excusó el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, y sonriente dejó ese círculo de periodistas para incorporarse a otro. Sucedió ayer cuando junto a los también ministros Elena Higton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda encabezó en el Salón Oval del cuarto piso del Palacio de los Tribunales el brindis anual por el Día del Periodista. Fayt, de 97 años, no estuvo.
Sobre la pared principal, dos fotos que en el brindis del año pasado no estaban: las de los fallecidos en 2014 entonces integrantes de la Corte Carmen Argibay y Enrique Petracchi. A ellos y a quien fue el quinto integrante hasta que se retiró por cumplir 75, Raúl Zaffaroni, aludió Lorenzetti antes de recordar que la Corte “es una institución y como tal sigue manteniendo los mismos principios”, para, a continuación, hacer su primera definición política: “Por eso hemos tenido la firmeza necesaria y no hay nada que nos haga cambiar”. Y rematar: “No hay nada que nos pueda debilitar”.
Así, Lorenzetti hizo una defensa implícita de lo que después pudo escucharse en el encuentro: una defensa irrestricta de continuar su trabajo con cuatro miembros.